CRÍTICA: “La Verbena de la Paloma” vuelve a la Gran Vía

Libreto: Ricardo de la Vega. Música: Tomás Bretón. Dirección artística: Lorenzo Moncloa. Dirección Musical: Tulio Gallardo. Subdirección Musical: Luis Muñoz. Intérpretes: Santos Cariño. Carmen Aparicio. Lorenzo Moncloa. Juan Carlos Barona. Hevila Cardeña. Akemi Alfonso.  Amelia Font. Luis Bellido. Alicia Montesquiu. Ángel Walter. Cristina Guadaño. Diego Falcón. Alejandro Rull. Alex Guillén. Rolando Fontanillas. Lorenzo Monk. Narciso Tenorio. Ángel Castilla. Coros y orquesta titulares de la compañía.  Producción: DELPORTAL PRODUCCIONES S.L.

En el TEATRO DE LA LUZ PHILIPS GRAN VÍA del 10 al 15 de agosto a las 20:30 horas.

 

Por Saladina Jota

 


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“LA VERBENA DE LA PALOMA”, de la mano de Nieves Fernández de Sevilla y DEL PORTAL PRODUCCIONES, vuelve al verano madrileño para  alegrar las tardes de un público amante de la tradición, lo castizo y la música lírica. Un público que disfruta hoy de los aires de ayer, que son las raíces de una forma de ser y de estar. De una forma de amar y divertirse. De una forma, al fin y al cabo, de disfrutar cantando y bailando: las Verbenas. Y en especial esta que nos ocupa: “LA VERBENA DE LA PALOMA”

 

Este sainete lírico en un acto, con libreto de Ricardo de la Vega, y música de Tomás Bretón, se estrenó el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo. En esos años recorrían las calles de un Madrid, castizo y romántico, enjambres de chisteras y levitas que delataban al señorito entre las gorras y las blusas que identificaban al artesano. Un Madrid que presumía de raciales mujeres adornadas de moño y mantón de manila, que gustaban de lucir, nardos o violetas, los días de verbena. Un Madrid pletórico de organillos, bombillas de colores y tertulias de vecinos al aire de la noche. En este universo castizo sucede, primero en la realidad y luego en el escenario, el pequeño drama de El Julián, cajista que aspira a casarse con La Susana, una modistilla, chula y amante del postín, que juguetea  con  el boticario Don Hilarión. Un viejo y rico Tenorio al que echa una mano en sus amoríos la Señá Antonia, tía de La Susana. Y aquí se lo dejo, señores, que no se trata de destripar el sainete. Sólo les apuntaré que la obra, tras su estreno, fue considerada como una de las piezas maestras del género, y, sin duda, una de las más queridas por el pueblo de Madrid. Una villa de chulapas y chulapos que desde entonces no han dejado de cantar, consiguiendo convertir los chotis, pasodobles y demás piezas de “LA VERBENA DE LA PALOMA” en clásicos de la cultura popular.

 

 

Un éxito el de “LA VERBENA DE LA PALOMA” que ha resistido el paso del tiempo con una vitalidad que Tomás Bretón Hernández -autor de la música- seguramente ni soñaba cuando en su Salamanca natal inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Eloy. Hijo de una humilde familia, y huérfano de padre a los dos años, pudo, a costa de grandes sacrificios, y tocando el violín en diversas orquestas y cafés, conseguir ser uno de los compositores y directores de orquesta más importantes de nuestra historia.

 

“LA VERBENA DE LA PALOMA” describe con precisión el encanto del ambiente familiar y el léxico «castizo” que tan bien define y publicita a esta villa y corte, y que hoy tanto se echa de menos. Ricardo de la Vega, este sainetero español, hijo del poeta y autor dramático Ventura de la Vega, supo poner sobre el escenario la imagen literaria de unos usos y costumbres con una personalidad innegable, que hacen de Madrid la reina, por excelencia, del retruécano, el chotis, las partidas de cartas a la luz de la farola, las tontas y las listas y las gallinejas. De casta le venía al galgo, que además se graduó bachiller, y frecuentó la Universidad Central, para luego recalar en el Ministerio de Fomento con el cargo de jefe del negociado del Teatro y Artes y Oficios. Este acomodo le permitió escribir numerosos sainetes -muchos de ellos con música de Barbieri, Chueca, Valverde, Bretón y Jiménez- sin acabar pidiendo por las verbenas. Algo que nos congratula grandemente, ya que el oficio de escritor, aún hoy en día, no da ni para comerse un barquillo en la “LA VERBENA DE LA PALOMA”

 

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DEL    PORTAL    PRODUCCIONES    nos    presenta    “LA    VERBENA    DE LA PALOMA” de la mano de la compañía de Nieves Fernández de Sevilla. Una compañía que nació en el año 1985 con el nombre de Luis Fernández de Sevilla, autor dramático entroncado en la Generación del 27 -Premio de Teatro Real Academia 1932 y de zarzuelas tan importante como “La del Soto del Parral” o “Los Claveles”-. Y que más tarde pasó a llamarse PRODUCCIONES NIEVES FERNÁNDEZ DE SEVILLA. Con sus propias palabras, Nieves Fernández de Sevilla, alma y regidora de la misma, nos explica que lleva treinta años trabajando por toda España con un maravilloso elenco tanto de actores como de cantantes, ofreciendo al público un espectáculo en el que cada personaje tiene la edad que le corresponde y donde los decorados corpóreos, son propios del lugar y el momento donde se desarrolla la acción de cada ópera y zarzuela. Y esto es porque, tanto los directores de escena, como los de orquesta y todos los  integrantes de la compañía, son gente de la lírica, que vive de ella y para ella”.

 

Pues en esta compañía, poblada de amantes de la zarzuela, podrán disfrutar de una apuesta, de una forma de ver la zarzuela, en este caso “LA VERBENA DE LA PALOMA”, como debe ser, con el fin de mantener vivo el amor por un género español por excelencia”,  reza en el programa de mano y el sentir de todo su elenco