CRÍTICA: ‘Desatadas’, monólogos de locura y autoengaño

 

Cientos de situaciones de las que vivimos a diario, tienen como denominador común elementos como la mentira, la familia, la religión… e incluso la locura que esas mismas situaciones nos llega a producir.

Félix Sabroso ha decidido coger estas situaciones, vestirlas de humor y presentárnoslas en bandeja encima de un escenario.

 

Tres actrices toman la personalidad y las palabras de distintas mujeres que pasan por esas situaciones que, a pesar de la exageración necesaria en la comedia, no nos resultan tan alejadas de nosotros mismos. Un montaje sencillo, con una escenografía sin profundidad, puesto que lo que importa es lo que ocurre en el proscenio. Un vestuario neutro, que permite jugar a ser diferentes personas y un interesante juego de luces complementados con algunos fondos dinámicos que completan la parte visual.

 

Con la premisa de encontrarnos ante la sala común de un sanatorio mental, Desatadas nos presenta a tres mujeres, encerradas porque evidentemente tienen que estar locas. O bueno, puede ser que en realidad no estén encerradas, porque de hecho no están atadas. Cada una de ellas tiene algo que contar, que explicar. Con un código de absoluta comedia, desde aquí nos damos el gusto de compararlo, como es lógico con las diferencias evidentes, con la conocida escena (y canción) El tango de la cárcel del musical Chicago, en el que varias presas cuentan su historia y porqué han acabado allí. De la misma manera, estas particulares presas nos contarán situaciones que quizá sean el motivo por el que han llegado a ese lugar. Aunque tampoco tengan muy claro qué lugar es ese.

 

Paz Padilla encabeza este fantástico trío. Una mujer que lleva la comedia en las venas y toda una vida haciendo uso de ella de diferentes maneras. Nos trae varios personajes que tienen ciertos matices diferentes entre ellos, cosa que nos ha encantado ver. No sabemos cómo es el guión palabra por palabra, pero estamos seguros de que Paz ha hecho uso de su maravillosa capacidad de improvisación para adaptar sus historias al público concreto que tenía delante. Muy buen trabajo, sin lugar a dudas

 

Natalie Pinot nos trae personajes con mucha fuerza interior (¡y exterior, en algunos casos!). Una mujer con una gran vis cómica y presencia escénica que queremos destacar. Sencillamente una delicia de trabajo interpretativo y cómico, del que habíamos tenido ocasión de disfrutar tanto en teatro como en televisión. Excelente manejo de la expresión mediante el cuerpo  la voz, ¡enhorabuena!

 

Y Rocío Marín completa el grupo. Con una energía interpretativa mucho más dulce, consigue igualmente sorprender con sus personajes. Mujeres que tienen toques inocentes, sencillos, pero que esconden dobles intenciones y actitudes de las que uno mejor no debería confiarse. Un muy interesante trabajo interpretativo que aporta nuevas cosas , haciendo que resulte muy sencillo complementar lo que sucede en el escenario. ¡Bravo!

 

No tenemos duda de que se trata de un elenco fantásticamente elegido, ya que siendo las tres muy diferentes en su forma y trabajo, consiguen hacer un efecto puzzle, de manera que los estilos tan personajes de cada una de ellas, signifiquen un añadido que aporta singularidad y al mismo tiempo homogeneidad como trío.

 

Un entretenido show que nos hará pensar si, quizá, nosotros también estamos un poco locos.

 

 

Datos de interés

  • Lugar: Teatro Capitol Gran Vía (Calle Gran Vía, 41, Madrid)
  • Fechas: Del 12 de enero al 8 de abril de 2018.
  • Horarios: Viernes: 20:30h. Sábados: 18:30 y 21:00h. Domingos: 18:30h. Los días 16 y 17 de marzo no habrá función
  • Venta de entradas: entradas.com