CRÍTICA: Una quiniela, el más allá y el más acá juntos en una comedia

 

Por todos es sabido que ser el único acertante de una quiniela te puede cambiar la vida. Aunque si te mueres antes de poder contarlo, la cuestión es una verdadera faena. Eso es exactamente lo que le ha pasado a Umberto. A la historia se suman su mujer y su mejor amiga, que está claro que nada podría separarlas. Aunque claro, una quiniela millonaria… Pero la cosa no acaba aquí. Un medium llegado desde la Gran Bretaña más céntrica dice poder ayudarles a contactar con Umberto, para que su mujer pueda despedirse. Ingredientes escénicos que se unen en este suculento plato cómico que sin duda hará las delicias de todos los comensales.

Una comedia escrita y dirigida por Álvaro Carrero, quien además interpreta a uno de los personajes, en el que la carcajada es el hilo conductor. Fresca, ágil y amena, sigue llenando el teatro Muñoz Seca desde que estrenó. Coproducida por Finesar Málaga y Nearco Producciones, con una escenografía perfectamente adaptada para que un fantasma se pasee tranquilamente y contando con un elenco de lujo que da vida a esta hilarante historia.

 

Mara Guil es Amparo, la desconsolada viuda. Después de 15 años felizmente casada con Umberto, éste ha muerto repentinamente, y para desgracia de Amparo, después de haber discutido. Siente que necesita hablar con él una última vez para poder decirle lo mucho que le quiere y se deja llevar por la locura de su amiga. Mara nos trae un personaje con un maravilloso código de comedia, a pesar del drama que tiene encima, resultando así un gran trabajo escénico que nos ha encantado. ¡Bravo!

 

Virginia Muñoz es Pili, incondicional amiga de Amparo, que ha viajado desde Logroño para poder estar con ella en esos duros momentos. Bueno, y para ver si encuentra la quiniela, también. Inocente como una niña se ilusiona rápido con cualquier cosa, y cuando ve una publicidad de un medium, tiene claro que es la solución al problema de su amiga. Con una genial vis cómica que resulta de la sencillez, nos trae un fantástico personaje que resulta deliciosamente natural, cómico sin que el personaje lo pretenda y sin duda algo digno de disfrutar. ¡Enhorabuena!

 

Álvaro Carrero es Mateo, un caradura que engaña a las personas haciéndoles creer que habla con los muertos. No lo hace con mala intención, pero a veces no es bueno jugar con esas cosas. Nos ha encantado descubrir un momento de dualidad del personaje en el que podemos verle debajo de su propia máscara. Un fantástico trabajo de parte de una persona polifacética que ha demostrado tener arte para escribir y tenerlo también para interpretar. Un auténtico lujo descubrir artistas así. ¡Felicidades!

 

Y Marcelo Casas es Umberto. Ha muerto mientras celebraba el gol que le convertía en el único acertante de una quiniela. Lo malo que cuando le llaman de vuelta al mundo de los vivos, no se acuerda. Y tampoco se acuerda de que está muerto, claro. Un personaje con un toque despistado, natural y muy divertido, que volverá locos a los demás. Un gran trabajo interpretativo y cómico que nos ha encantado. Sin duda, ¡gran trabajo!

 

Una comedia ligera de estas en las que no paras de reír, una historia fantástica y un enorme trabajo escénico que, como está demostrando, encanta al público que ya lo ha visto. Y si aún no has tenido ocasión de disfrutarlo, ¡no te lo pienses más!

 

 

 

Datos de interés

  • Lugar: Teatro Muñoz Seca ( Plaza del Carmen, 1, 28013 Madrid)
  • Fechas: Hasta el 27 de mayo
  • Horarios: De Miércoles a Viernes a las 20:00, Sábados 20:00 y 22:00 Domingos a las 19:00
  • Venta de entradas: Web, Atrápalo y taquilla