El Teatro es una forma de vida

El nuevo espectáculo de Imprebís es tan sorprendente como emocionante.  Cuatro actores y dieciséis personajes participan en “La crazy class”, una lección de teatro sobresalientemente divertida. || Por Cristina Hernández.

La nueva producción que firma la compañía Imprebís es de una maestría emocionante. Aman el teatro, y en esta ocasión, “La crazy class” sirve de manifiesto para exponer esa forma de vida que entienden por esta disciplina escénica. Ello, el teatro, se convierte en el concepto a explicar, contextualizar y al que aficionar a alumnos y espectadores de este curso de teatro.  Con un profesor enamorado y dedicado al teatro, una limpiadora que entiende el sentido y sentimiento de un texto teatral y doce alumnos – como quien dice, ‘cada uno de su padre y de su madre’-, este juego que se inicia desde el patio de butacas hará del público en los primeros espectadores de este taller que ilustra, emociona, advierte, critica y divierte.

“La crazy class” sirve para crear afición por el teatro, pero también para demostrar como es una herramienta para superar miedos, traumas, vergüenzas, para aprender a relajarse y a tener confianza en uno mismo. Es a lo largo de las sesiones con las que llegará a confirmarse sus positivos efectos. Y es a lo largo de las clases con las que poco a poco estos doce alumnos – interpretados por Carles Castillo y Carles Montoliu, ¡qué esquizofrenia interpretativa más asombrosa! ¡ES-TU-PEN-DOS!- irán adentrándose en el mundo del teatro, empezando por técnicas básicas como el tomar conciencia del espacio, saber de la importancia de la expresión corporal, el aprender a confiar en el otro, el aprender a pisotear los egos: “Cuando hacemos teatro es fundamental sacar a ese ser humano que tenemos debajo”, señala el profesor del curso, batuta interpretada por Santiago Sánchez, pasando por comprender la importancia de la pronunciación y de saborear las palabras para poder imaginarlas, hasta por ir poco a poco conociendo términos de este arte y figuras destacables sin las que no se entendería el marco de la historia del teatro y “gracias a los que se comprende mejor el mundo”, citando a Cyrano de Bergerac y Chéjov, escenificando “La casa de muñecas” de Henrik Ibsen y al emblemático escritor inglés, William Shakespeare.

Opiniones dispares se ciernen sobre el teatro y ellas aparecen en la obra.  Siendo incierto eso de que “el teatro es mentira, no tiene ningún riesgo”, Imprebís demuestra en esta master (crazy) class que el teatro crea sentimientos muy de verdad, que el teatro es un disfrute muy real. Y son los sentimientos los que sirven para aleccionar a estos alumnos tan dispares de que el buen ejercicio de interpretación de un texto radica en su lectura para entender la escena, conocer la intención del autor. Conocer y marcar la barrera actoral, el saber separar al personaje del actor, el entrar en un personaje con distancia a nuestros sentimientos, algo para lo cual el actor debe tener muy claro a donde quiere llegar con él. De esta forma, el actor podrá sentir como en ocasiones existen personajes hermosos de los que no quererse desprender nunca.

El día a día de los personajes da pie a Santiago Sánchez y Miguel López, directores y creadores del espectáculo, para reflejar la situación de nuestro país, para incluir pildoritas con las que criticar la dualidad monarcal en España, el poco respeto a la profesión, el como emblemáticos espacios dedicados a ello desaparecen en pos de actividades que nada tienen que ver con su principal creación. “Ya me gustaría que en el teatro solo se hiciese teatro”, reflexiona el profesor de teatro, con quien estar de acuerdo, además de esto, con la realidad del gremio, cuya pasión por el teatro, el amor por la profesión es lo que lo mantiene vivo.  Además, se apuntilla como al teatro de ahora le falta algo de carácter, de mala leche, y confirma con firmeza algo muy cierto, que “el teatro no es ningún lujo”.  

Hay quienes usan el teatro para engañar, hay quienes encuentran en el la verdad. Imprebís, siempre haciendo del humor el tono de este inteligente y maravilloso montaje, insta a destacar la igualdad de género, de que si bien antes había hombres haciendo de mujeres, ahora las mujeres también pueden hacer de hombres perfectamente. Eligiendo ‘Hamlet’ como pieza a ejecutar por el alumnado, entre ensayo y ensayo la prensa hace acto de aparición denotando el estado del periodismo cultural, de cómo es cuestionable la dedicación en los medios de comunicación, pero también el cómo lo hacen. La importancia de la empatía, de entenderlo, y quizás también de mostrar respeto al informar sobre cualquier propuesta teatral, haya o no populares rostros, debería de hacerlo el periodista disfrutando de ello, o al menos siendo profesional.

Llegando al final del curso, la puesta en escena de ‘Hamlet’, ya no sólo es maravillosa, sino que es soberbia. La magia del teatro hace posible que lo increíble parezca creíble. Qué dos actores den vida a doce personajes enfatizando la funcionalidad de una sencilla una puesta en escena es digno de premiar, al menos con unos emocionados aplausos. Un final en el que el escenario se desnuda y donde las palabras pronunciadas han sido amadas, sentidas y compartidas.  Y es que, con ‘La crazy class’ Imprebís invita a jugar de este arte, donde sentir, transmitir, imaginar y amar sirven para hacer del teatro un forma de vida, su forma de vida.

Ficha artística y técnica

TEMPORADA EN MADRID:

• Lugar:Teatros del Canal (Calle Cea Bermúdez, 1)

• Fechas: Del 9 de diciembre de 2015 al 3 de enero de 2016.