TV: ‘9 meses con Samanta’: emoción en el día del parto
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Por primera vez en la televisión española, una periodista lleva a término su embarazo ante las cámaras
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En su última entrega, el programa continúa mostrando distintas maneras de vivir la maternidad, entre ellas la de una gestación subrogada o el caso de una mujer que ha sido madre con más de 50 años
Llega el gran día de Samanta Villar. La periodista dará a luz a sus hijos ante las cámaras de televisión en una experiencia inédita que los espectadores de Cuatro podrán ver mañana 18 de mayo, a las 22:30h. Además, ‘9 meses con Samanta’ mostrará en su última edición historias de otras mujeres que han decidido ser madres desafiando algunas convenciones sociales.
Madres primerizas… y maduras
Tras 37 semanas de gestación, los médicos aconsejan a Samanta inducir el parto, puesto que los bebés ya no crecen al ritmo que deberían. Sin más dilación, Samanta ingresa en el hospital y después de 24 horas de espera, de contracciones y de dolores por fin da a luz a sus hijos.
Samanta tiene un embarazo que, por ser gemelar y por su edad, se considera de riesgo. La reportera, de 40 años, se pregunta si hay una edad límite para quedarse embarazada y lo debate con May, una mamá que a los 51 años decidió quedarse embarazada de su primer hijo. El niño tiene ahora 8 meses, ella, 53, y vive en Málaga con sus padres de 80 y 86 años, que consideran que su nieto es un milagro. Antonio ha colmado de felicidad a su madre, que disfruta al máximo de todos los momentos junto a su hijo. «Quien lo quiera vivir, que se empeñe, que se consigue», explica, y prefiere no darle muchas vueltas al futuro. Tiene claro que no quiere ser una carga para su hijo y asegura que piensa «en lo que vamos a vivir cada día, hoy, mañana, y ya está».
Amamantar sin haber estado embarazada
La historia de Bárbara y Javier es de una fuerza de voluntad y tenacidad increíbles. Tras tres abortos y varios intentos, decidieron ser padres a través de la gestación subrogada. A unos meses de viajar a Ucrania para el alumbramiento de su hijo, Bárbara quiere probar con la lactancia inducida, que consiste en estimular el pecho para que su hijo pueda mamar, a pesar de no haberse quedado embarazada. Para ello, cada tres horas durante el día y la noche, lleva a cabo la estimulación con un sacaleches eléctrico. El proceso es lento y sacrificado, pero Bárbara consigue viajar a Kiev produciendo ya algo de leche para su hijo.