El teatro Reina Victoria cumple 100 años
El 10 de junio de 1916 se inauguró el Teatro Reina Victoria, en la Carrera de San Gerónimo. Hace unos días se cumplió el primer centenario de u teatro que ha sobrevivido a dos Guerras Mundiales, dos Repúblicas, una Guerra Civil y una dictadura, 100 años llenos de historia y de historias. Esta longevidad es, al tratarse de un teatro privado que ahora es propiedad de Carlos Sobera, algo digno de admiración. Este aniversario llegó con Lola Herrera en cartel, que llenó cada día el teatro con la obra Cinco horas con Mario. Ahora es la comedia Swingers la que tome el relevo sobre las tablas.
Laura Auzmendi
Este año estará lleno de actos para conmemorar el centenario: Un certamen literario, Butacas con nombre propio, Homenaje a nuestros mayores, Charlas y exposiciones, Libro del centenario y la Gala del centenario, la cual tendrá lugar el próximo 12 de diciembre de 2016. Como es normal, ha sido Lola Herrera quien ha recibido la primera butaca con su nombre en el teatro. Carlos Sobera explicaba que “a partir de septiembre se harán tres entregas, una de tres butacas a la vez y otras dos de cuatro” (septiembre, diciembre-enero y abril).
El reconocimiento al trabajo de actores y actrices ya jubilados y personas que han contribuido a la cultura es un punto fundamental en el programa que este año organiza el Teatro Reina Victoria. “En España lo abandonamos todo, abandonamos los teatros, abandonamos a la gente… Hay cantidad de actores que se jubilan y malviven habiendo regalado momentos de gloria al público y a los empresarios”, comentaba Carlos Sobera.
La actriz Lola Herrera acudió al acto y expresó su agradecimiento y la emoción de tener una butaca con su nombre en un teatro que ha significado tanto para ella: “Es una de las cosas más bonitas que me han pasado, en esa butaca se va a sentar gente que va a ver las obras. Cuando yo viajaba a Londres a esos teatros nacionales donde están los nombres de los actores desde hace un montón de años pensaba cuanto quiere esta gente a sus actores ”, afirmaba.
También se compartieron anécdotas como la vez en la que, trabajando en el Teatro Reina Victoria, tocó la lotería al equipo de la obra en la que trabajaba Lola Herrera. También contó cómo, el día de su boda, fue al teatro después de comer para hacer dos funciones y tomarse las uvas allí, pues fue un 31 de diciembre. Un edificio lleno de historia y de historias porque, como ella misma decía: “a veces vives más en el teatro que en tu casa”.
La situación de actores, actrices, de nuevas compañías e iniciativas fue una a cuestión que no podía faltar, más aún contando con la presencia de actores y actrices de diferentes generaciones y del actual director de un teatro centenario, quien comentaba que “hay que reivindicar que gente que procura hacer teatro bueno, independientemente de que sea de un género u otro, o sea más moderno o más clásico, cuide los espacios. La iniciativa privada mola mucho”. Respecto a los actores y actrices, en palabras de la actriz homenajeada, “si trabajas en otra cosa, no te puedes dedicar al teatro. Ahora está todo más difícil que cuando yo empecé, sale mucha gente muy buena pero no tenemos industria para eso”.
Otro de los cambios que a partir de ahora se llevarán a cabo en este teatro será en relación a su imagen, tanto la imagen corporativa como los informes del personal de sala. Ha nacido también un programa de fidelización que conllevará numerosas ventajas: el Club Teatro Reina Victoria.
En definitiva, el Teatro Reina Victoria se someterá este año a una serie de cambios y mejoras que le harán cumplir otros cien años más, pero también será un año lleno de actos de celebración de este centenario. Una mirada hacia atrás, otra mirada hacia adelante y en el aquí y ahora, un programa teatral para todas las generaciones, y a seguir haciendo historia.