CINE: Julie Delphy nos presenta «LOLO»
Una película tan sabrosa y ácida como el jugo de una naranja recién exprimida.
«LOLO» (2015). Duración: 99 min. País: Francia. Director: Julie Delpy. Guión: Julie Delpy, Eugénie Grandval. Fotografía: Thierry Arbogast. Reparto: Julie Delpy, Dany Boon, Vincent Lacoste, Karin Viard, Georges Corraface, Christophe Vandevelde, Julie Tristant. Productora: The Film / France 2 Cinéma / Mars Films.
Saladina Jota
El próximo 22 de julio aterriza en las carteleras españolas «LOLO», película escrita y dirigida por Julie Delphy, actriz, compositora y directora francesa afincada en Estados Unidos. Una profesional polifacética a la que le es muy difícil elegir entre una de sus pasiones, como ella misma nos explica: «ser actriz fue mi primer amor, pero también me encanta dirigir, escribir guiones y me gusta mucho componer música. Es un poco como elegir entre tus hijos, no dices prefiero a mi hijo o a mi hija. Adoro hacerlo todo».
«LOLO» es una comedia ácida y divertida que narra la historia de Violette –personaje interpretado por la misma Julie-, una exitosa profesional del mundo de la moda que se enamora de un genio informático y pueblerino –Jean-René, interpretado por Dany Boon, uno de los actores favoritos de Julie– tras un encuentro apasionado, en un pueblo de la costa francesa, durante unas vacaciones. Esta historia de amor es el detonante del conflicto central de la película y que inesperadamente trastornará la cómoda vida de la protagonista. Lolo, -interpretado por Vincent Lacoste–, es el amado e idealizado hijo de Violette, un artista en ciernes egocéntrico, caprichoso y egoísta, que no está dispuesto a compartir el amor de su adorada mamá. Y con ese fin pone a trabajar su creativa y perversa mente urdiendo toda clase de retorcidas estrategias con una idea fija: conseguir destruir la unión de la incipiente pareja y así conservar su estatus.
La comedia es el género que Julie Delphy ha utilizado en más ocasiones para abordar temas trascendentes de la realidad actual, pero esto tiene una sencilla explicación. No es una preferencia realmente, aunque se sienta cómoda en el género. «Me gusta usar el humor para hablar de temas más bien sombríos. Luego también hay otra cosa, que la comedia es más fácil de financiar que el drama. Yo tengo muchos dramas escritos, pero no he realizado tantos porque en la actualidad es más fácil conseguir hacer la película si es una comedia», aclara sin ambages la directora.
«LOLO» es una indagación, desde el humor, de una relación materno- filial e insana y dependiente. Y, por otro lado, del choque de dos formas de ver y estar en el mundo, la de Jean-René, un ingenuo, inteligente y bondadoso hombre de pueblo y Violette, una sofisticada y exitosa profesional de la moda parisina. «Los parisinos son unos auténticos snobs, yo misma nací en París, pero nunca me gustó ese snobismo», nos comenta, «parte de mi familia es de Bretaña, así que también veo el otro lado. Y en el caso del mundo de la moda y el arte, ese snobismo, ya es tremendo, superlativo. En Francia no es como en España, que hay varias ciudades importantes, allí está París y el resto es la provincia. Por eso me gusta mucho hacer humor con ellos.»
«LOLO» es la sexta película que Julie Delpy consigue poner en pie, no sin dificultades. Aunque su carrera ha sido exitosa -varias nominaciones a los premios Óscar como guionista por «Antes del atardecer» y «Before Midnight» y Globo de Oro como Mejor Actriz de Comedia Musical por esta misma película– no le ha allanado el camino todo lo que se supondría a la hora de financiar sus proyectos. Ella misma nos relata las vicisitudes y dificultades que tiene que afrontar para llevar a buen puerto cada una de sus películas. «Por muy, muy pequeña que sea la película estamos hablando de una fuerte cantidad de dinero. Necesitas por lo menos quinientos mil euros, y estamos hablando de una película pequeña. Yo soy una mujer práctica y cuando escribo guiones pienso siempre en la financiación, en la posibilidad de hacer esa película. Mis películas ganan dinero, pero luego siempre me es difícil encontrar financiación. Hay personas que no ganan dinero con sus películas y siempre tienen fondos para hacer la siguiente. Yo soy un poco como Sísifo, que eternamente empuja una enorme roca para subirla a la cima del monte y al final la roca vuelva a caer y Sísifo tiene que repetir la operación una y otra vez. Es lo que me pasa.» Aún y así, esta mujer, nos cuenta con una sonrisa en la boca algo tan increíble como habitual, «de las películas que he realizado «LOLO» es la que más dinero ha ganado en Francia. Todo el mundo ganó dinero con «LOLO». Y ahora que estoy buscando financiación para la próxima me estoy encontrando con más dificultades que nunca.»
Para Julie Delphy el guión es el mapa de una futura película, así que los prepara, pero no los acaba hasta tener el dinero suficiente como para llevar a cabo el proyecto. Una inteligente estrategia para no desgastarse más de lo debido en esta industria tan maravillosa y necesaria como caprichosa e ilógica. Así que Julie Delphy, con dificultades o no, seguirá trabajando y levantando proyectos. Proyectos que seguirán poniendo su particular lupa sobre el ser humano y sus relaciones sociales y personales. Aderezando cada secuencia con su humor ácido, y a veces procaz, como cuando en «LOLO» nos retrata a mujeres profesionales, independientes y competitivas hablando del sexo con la misma crudeza que los hombres.
Sueña con poder hacer la película que tiene en el tintero desde hace mucho tiempo. «Si tuviera dinero, ahora mismo haría la película que quiero hacer, la siguiente. Aunque hay una que llevo muchos años intentando realizarla. De hecho la idea nació hace veinticinco años. Es una película que habla del destino y de la pérdida, pero sé que es difícil», nos cuenta, sin que su sonrisa se apague, porque está agradecida a compañeros de viaje como Dany Boon. Un actor con prestigio y caché, que acepta cobrar la décima parte de lo que cobraría en cualquier otra película con tal de trabajar con ella y bajo sus órdenes. Julié Delphy es consciente de que ese es un lujo que le permite seguir adelante y disfrutar trabajando en lo que ama sin renunciar a hacer un buen producto, una buena película para disfrute del público. Este al fin y al cabo es el propósito final y la garantía de que, aunque no le den todo lo que necesita, podrá seguir financiando sus próximas locuras.