CINE: Sesión doble ‘Horror Special’ en Cibeles

Mañana jueves 25 de Agosto llega a Cibeles de Cine la sesión de cine para los más valientes: SESIÓN DOBLE “HORROR SPECIAL” con LA BRUJA (22.00 horas) y GREEN ROOM (00.15 horas): sesión continua de sudores y temblores. El miedo a fuego lento cocinado por el mismísimo Satán y tú convertido en la merienda-cena de un grupo de skindheads con demasiada garra. El Mal tiene tantísimas formas de seguir haciendo de las suyas…  

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La Bruja / The Witch. Dir: Robert Eggers. Con: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie.  USA / 2015 / 92 min. 

Terror atmosférico, satánico y rural tan perturbador como sofisticado

Nuevo hito del terror contemporáneo, espeluznante drama de época y tótem cinematográfico ejemplar y ejemplarizante para los satánicos.

The Witch ha invocado al Diablo y no sólo se ha ganado a la crítica sino que también se ha alzado con el apoyo y reconocimiento de la Iglesia de Satán, fundada por su majestad Anton Szandor LaVey AKA el Papa Negro. Para espectadores con predisposición a caer en la tentación.

Inspirada en la mitología fundacional de los EEUU y, según Jex Blackmore, la portavoz estadounidense de la Iglesia de Satán, “una crítica de la sociedad patriarcal teocrática y sus consecuencias en una comunidad”. The Witch, contundente debut del estadounidense Robert Eggers en el género del terror psicológico, ha logrado estremecer a Stephen King (“The Witch scared the hell out of me. And it’s a real movie, tense and thought-provoking as well as visceral”, vía Twitter), ganarse la estrella (de cinco puntos o pentagrama) de los satánicos, el premio al Mejor Realizador en la Sección de Narrativa Estadounidense en el Festival de Sundance y los elogios de prácticamente toda la crítica, especializada en sustos o no.

Nueva Inglaterra, 1630. Una familia repudiada y desterrada por su iglesia acabará instalándose en un inhóspito bosque pero su nuevo hogar ya cuenta con una misteriosa inquilina oculta entre el follaje, quien no tardará en dar la bienvenida a los recién llegados. Aquel que revele el truco final merece arder por siempre en la hoguera o ir directo a la horca. Cuanto menos sepas en torno a THE WITCH, mayor será su hechizo sobre ti.

 

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Green Room. Dir: Jeremy Saulnier. Con: Anton Yelchin, Patrick Stewart, Imogen Poots.  USA / 2015 / 94 min. 

Brutal thriller de supervivencia sin respiro pero con banda de punk-rock en apuros y arsenal de nazis engorilados

Después de haber asistido a un acto terriblemente violento, los Ain’t Rights, un grupo de punk rock, se encuentran atrapados en un recóndito paraje de Oregón. Sí quieren escapar y tirar con la música a otra parte, “tan solo” deberán luchar contra una marea de entregadísimos skinheads y sacar la bestia parda que todos llevamos dentro.

Desde su proyección en Cannes, donde dejó sin respiración a un público acostumbrado a verlo todo, esta cinta de acción y terror no ha parado de generar reacciones entusiastas. Cineastas como Quentin Tarantino se han rendido ante ella y ya se puede considerar como un clásico moderno del cine de suspense.

La película cuenta con una interpretación de Patrick Stewart, como líder de los skinheads, que hiela la sangre. Además, el recientemente fallecido por un accidente de tráfico y extremadamente talentoso Anton Yelchin (“Noche de miedo”, “Like Crazy”, la nueva saga de “Star Trek”) es el protagonista junto con Imogen Poots, actriz que seguro va a pegar el petardazo muy pronto y cuyo personaje, Amber, hará las delicias de los buscan encumbrar cada cierto tiempo a su nueva musa, de armas tomar, y reina del grito, y contrataque.

Un festival de supervivencia y espíritu de cine clase B que remite al John Carpenter de “Asalto a la comisaría del distrito 13” y Walter Hill.  El director de la celebradísima “Blue Ruin” imprime su habitual factura potente, reúne a un reparto de fieras y los suelta en este enérgico ejercicio de horror rústico técnicamente brillante y rabiosamente divertido.

Green Room muerde: asesinos y víctimas rizando el rizo en el juego del gato y el ratón, sensibilidad ochentera, gore funcional y un sentido del ritmo que convierten a este survival de terror minimalista en un portentoso alarido dentro del cine de género más contundente y directo a la yugular.

 

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