CRÍTICA: ‘Arte’, la historia de un cuadro… y de una amistad

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Un cuadro puede ser el desencadenante de muchas cosas, incluso de las primeras grietas de una amistad. Especialmente si se trata de uno completamente blanco y alguien se esfuerza en afirmar que no se trata de algo completamente blanco, que si se entrecierran los ojos, pueden apreciarse unas finísimas líneas que lo cruzan. Blancas, por supuesto.

Así comienza Arte, un guión de Yasmina Reza dirigido valientemente por Miguel del Arco. Tres intérpretes de excepción y una sorprendente y eficaz escenografía vuelven a poner en pie un texto que no ha pasado de moda. Una crítica mordaz pero divertida, que pone en tela de juicio las reacciones que en ocasiones tenemos ante el arte, pero sobre todo las reacciones que en ocasiones tenemos entre nosotros. ¿Puede un sencillo lienzo remarcar nuestras personalidades? Al fin y al cabo cuando todo es blanco, se ven mejor los colores que pueda haber a nuestro alrededor.

Con esa premisa, Arte nos presenta a sus tres protagonistas, tres personalidades absolutamente diferentes, tres amigos y tres reacciones distintas ante un mismo hecho: uno de ellos se ha gastado 30 mil euros en un cuadro blanco. Con las geniales e hilarantes intervenciones a público, se nos permite echar un vistazo a sus cabezas, remarcando aún más cómo son realmente.

Cristóbal Suarez es Sergio, el orgulloso comprador. Está encantado de haber invertido una pequeña fortuna en ello. Al fin y al cabo, no se encuentra uno todos los días con la ocasión de comprar un Antrios. Dispuesto a salirse con la suya, llega incluso a decir que vé tonos rojos en su lienzo, mientras busca la complicidad de uno de sus amigos y sacar de quicio al otro. Templado y mordaz, Cristóbal nos muestra un personaje ofendible, que toma la discusión casi como un juego. Sobresaliente interpretación y maravilloso resultado, sin duda.

Roberto Enríquez es Marcos. No puede entender a su amigo, pero es que además le molesta terriblemente su actitud. En el fondo le molesta y le enfada todo lo que hace, y aunque intentará respetar la amistad al principio, irá expresando por fin las cosas que ha tenido guardadas desde hace tiempo. Hiriente y crítico, acaba dejando a un lado el cuadro para hablar de lo que realmente piensa. Una interpretación enérgica y trepidante redondean a este personaje con tantas cosas que decir. Un fantástico trabajo a cargo de un fantástico actor.

Y Jorge Usón es Ivan. Se puede decir que es el amigo que está en medio. Conciliador en todo momento, busca evitar el enfrentamiento entre sus dos amigos, aunque por supuesto él también tiene una opinión acerca de lo que está pasando. Durante los años que ha durado esa amistad, se ha sabido diana de las bromas de sus amigos, pero algo le empuja a sostenerlos a pesar de todo. A punto de casarse, debería estar pensando en sus propias batallas, pero el tema del cuadro está rompiendo algo que podría no solucionarse, así que tiene que asumir su papel. Un personaje que muestra carácter desde el principio, sin dejar de intentar suavizar las cosas, que genera la ternura del que es consciente de lo que le hacen pero tiene que ayudar a solucionar el problema. Muy destacable su tremendo, acelerado y gestual monólogo con el que Jorge nos deleita, haciéndole merecedor de un gran aplauso del público. Un trabajo perfecto y una calidad interpretativa digna de mención.

Unos ingredientes magníficos que se mezclan en esta receta magistral de Yasmina Reza, inteligentemente trabajados bajo la mirada de Miguel del Arco componen una verdadera obra maestra. Una de estas piezas que ningún amante del teatro debe perderse.

 

 

Datos de interés:

  • Lugar: El Pavón Teatro Kamikaze (Calle de Embajadores, 9, 28012 Madrid)
  • Fechas: Del 1 de Junio al 30 de Julio
  • Horarios: Jueves 1 junio, 20:30 horas (estreno); De miércoles a viernes, 20:30 horas; Sábados, 19 y 21 horas; Domingos, 19 horas[Día del espectador: Miércoles]
  • Venta de entradas: Web , taquilla.com y taquilla (Calle de Embajadores, 9, 28012 Madrid)