OCIO: La magia de Harry Potter con orquesta en directo
Es indudable que la famosa saga del niño mago escrita por J.K.Rowling se ha convertido en un producto que no deja de sorprendernos. Un mundo creado con tanto detalle que ha generado que otros proyectos paralelos mantengan cada vez más viva la magia que lo rodea.
Es el caso de esta fantástica propuesta, de la mano de Proactiv, en la que además de disfrutar de las conocidas películas en una pantalla gigante, la música que conforma su banda sonora, compuesta por John Williams, traspasa la pantalla gracias a una gran orquesta sinfónica dirigida con maestría por Jeffrey Schindler.
Una auténtica experiencia fan, puesto que cualquier novedad que tenga que ver con la saga, se convierte en un evento imperdible para todos aquellos que disfrutan con las aventuras de Harry Potter. Una forma maravillosa de valorar el trabajo que se realiza para completar una película, y cómo la música es un elemento principal en las escenas. Una ejecución tan perfecta que en ocasiones, nos olvidamos de que están ahí. Y un coro compuesto por mujeres que nos hacen descubrir que lo que escuchamos en la película no solo son instrumentos.
Pero si existe algo terríblemente destacable en esta experiencia, es sin duda la magia que rodea todo el evento. Fans de muchas partes de España que llegan con sus mejores galas, homenajeando a sus personajes favoritos. Ovaciones cuando en la gran pantalla aparecen sus actores (mencionable el emotivo aplauso que surgió ante la primera secuencia de la película en la que podíamos ver a Alan Rickman, actor que encarnó al Profesor Severus Snape, recientemente fallecido), abucheos a “los malos” y en definitiva, una gran sensación de grupo, a pesar de tratarse de miles de personas.
Un director que se arrancó con unas palabras en español nos introduce ya en ese ambiente preguntando por las casas de la famosa escuela, animando también a que expresemos lo que pensamos de los personajes. Y un grandísimo aplauso de 5 minutos a la orquesta al finalizar, dejando una agradable sensación de que todo el público supo valorar el gran trabajo que acababan de hacer.
Una experiencia que esta vez se hizo en torno a la segunda película de la saga, Harry Potter y la cámara secreta, pero en cuyas puertas ya se escuchaba a personas asegurar que “al año que viene toca la tercera, no me lo pierdo”.
Acogido por el WiZink Center (Palacio de los deportes de Madrid) y el Palau Sant Jordi (en Barcelona) nos ha traído una noche inolvidable que esperamos poder repetir con el resto de la saga.