ENTREVISTA: Mar Abascal «Espero que se acaben los estereotipos y las etiquetas»

Tras su reciente incorporación al musical «La llamada» en el papel de Sor Bernarda, hace tan solo unos días que la actriz Mar Abascal ha vuelto a formar parte de «Burundanga», ahora en el Teatro Maravillas. Una confluencia marcada por el éxito de los dos proyectos teatrales.

 

 

 

  1. Actualmente podemos verte en Burundanga y La Llamada, ¿Cómo compaginas tantos proyectos a la vez?
    Empiezo justo esta semana a compaginar ambas funciones. (Ríe) Pregúntame dentro de un mes cómo lo llevo.

 

  1. Eres una actriz muy polivalente, ¿De qué manera te has cultivado para poder hacer frente a tantos géneros diferentes?
    Soy muy autodidacta,  soy una esponja. Aparte de mi formación musical en el conservatorio y algunos talleres que he dado con grandes directores, creo que soy muy observadora y además pienso que la interpretación requiere sobre todo de sentido común y saber muy bien lo que estás diciendo, qué le está pasando en ese momento a tu personaje y qué está ocurriendo  en la escena y en la obra en general.

 

  1. La vis cómica ¿Se educa?
    Yo no creo que a un actor/actriz que haga drama normalmente nadie le pare por la calle para decirle: “Hay que ver, que triste es usted. A mi mujer le encanta porque es usted un triste” Eso no se le ocurre a nadie. No veo por qué a un actor que hace comedia se le dice que es GRACIOSO/A. Yo no soy graciosa. Yo hago mi trabajo y lo que   el guion exige. Pero en este país te cuelgan la etiqueta y no se les ocurre pensar que si eres capaz de hacer  reír eres muy capaz también de hacer llorar o de hacer de asesino o de malo malísimo. Es una pena que los que más imaginación deberían  tener en esta profesión sean precisamente los que son incapaces de verte en otros personajes. Todos conocemos a grandes actores que han hecho comedia y a los que les ha costado muchísimo que les dejaran hacer otra cosa y viceversa.  Hay una lista infinita.  De malos siempre malos, tontos siempre tontos, cómicos siempre cómicos y tristes siempre tristes. Los actores tenemos herramientas para ser lo que queramos y lo que nos pidan.

 

  1. ¿Cuáles son las claves a las que se enfrenta cada actriz que debe prepararse  el personaje de Sor Bernarda en La llamada?
    Yo tuve una reunión con Javi Calvo y Javier Ambrossi, me explicaron quién era Bernarda y me dieron licencia para hacerla a mi manera.  Yo  veo una mujer de buen corazón y costumbres rectas que seguramente le han inculcado a ella y piensa que hace lo mejor por las niñas en el campamento. Se rige por normas  con las que seguramente no esté del todo de acuerdo, pero posiblemente no conozca otras. Hasta que al final de la obra descubre que no estaba tan equivocada en el fondo de su corazón.

 

  1. Entendiendo «La llamada» como un despertar, ¿Alguna vez has sentido tu propia «llamada»?
    Por supuesto, Los japoneses lo llaman “satori” llevo despertando a muchas cosas toda mi vida. Me interesa mucho el mundo interior.

 

  1. ¿Cómo son lo ensayos en una obra donde varía tanto el reparto?
    Los “Javis” han estado conmigo en todo momento y desde el minuto cero han confiado en mí. Cuando empezamos a ensayar no coincidía nada de mi texto con lo que se decía en la función y me decían :No…es que…aquí decimos esto y ésta dice lo otro.. Cuando una función lleva tanto tiempo haciéndose corre el riesgo de que cada actor incorpore sus “cositas” , “morcillas” etc. Yo no soy morcillera y respeto profundamente el texto y a los compañeros les dije, después de leer el texto, que me parecía una obra maestra y que quería decir lo que allí ponía si no les importaba y ellos aprovecharon la ocasión para volver a la esencia de La Llamada. Hicimos una reunión con todos y les dijeron que yo quería volver al texto original porque por lo visto ya no se decía nada ni siquiera parecido. (Ríe) Es una obra muy bien escrita que merece decirse tal cual.

 

  1. ¿Y si Dios fuera mujer…?
    No creo que dios sea hombre o mujer, creo que dios  es todos y lo mejor que cada uno guarda en su interior.

 

  1. Has vuelto a Burundanga que acaba de reestrenarse en el teatro Maravillas, ¿Has sentido algún cambio en tu manera de vivir el personaje con respecto a la última vez que lo interpretaste?
    Te digo exactamente lo mismo que antes. Yo dejé la función en 2015 y la he encontrado muy desfigurada y me daba mucha pena. Y he hecho todo lo posible por hacerla como siempre y era mi condición con el director volver a Burundanga si se hacía Burundanga. Una comedia no se debe dejar prostituir por unas risas de más a destiempo. Tiene que conservar su esencia y la historia que cuenta, sin florituras de más que son innecesarias.

 

  1. Generalmente, para las actrices, los treinta marcan un punto de inflexión, sin embargo a ti no te faltan proyectos, ¿Cómo definirías tu trayectoria?
    Afortunadamente me gusta el camino y lo disfruto. Las cosas van llegando. Y según van llegando se van haciendo.  Hace mucho que escribo y ahora me lo estoy tomando más en serio. He hecho una  adaptación teatral de una película francesa que está por estrenar y guiones, monólogos… No paro de hacer cosas.  No sé por dónde irá la cosa.

 

  1. ¿Se puede vivir del teatro?
    Depende. Depende del tipo de teatro del tiempo que esté en cartelera y de muchas cosas más.

 

  1. ¿Hay alguna pregunta que siempre hayas querido responder?
    Me gustaría que como en todos los trabajos hubiera menos hipocresía. Espero  que el Goya a Jesús Vidal no se quede en una simple anécdota y que se impliquen de verdad y se incluya a muchas personas que viven en este país y forman parte de nuestra sociedad y de nuestro día a día.  Y se acaben los estereotipos de una vez y las etiquetas y que un actor mexicano (por ejemplo)  deje de ser narcotraficante en todas las películas (como dijo en una entrevista el gran Ricardo Darín)