ENTREVISTA: José Vicente Moirón “Alerta siempre, sin bajar la guardia”

Se acerca el 6 de Marzo y desde Citeyoco queremos prepararnos para el estreno de la obra “El Otro” de Miguel de Unamuno, adaptada por Alberto Conejero para el Teatro Fernán Gómez de Madrid. El montaje está realizado por la compañía extremeña ‘El Desván’ (en una coproducción hispano-mexicana), dirigida por Mauricio García Lozano y con un gran reparto. Nos reunimos con José Vicente Moirón, actor de “El Otro”, para que nos cuente más sobre éste y otros proyectos.

 

 

 

¿Quién es José Vicente Moirón contado por José Vicente?
Es difícil hablar de uno mismo. Creo que las personas estamos siempre en continuo desarrollo, pero sí que existen unos rasgos que definen a un ser humano en términos generales. Me considero una persona muy emocional, impulsiva, apasionada de mi profesión, con un carácter impetuoso y también muy frágil; emocionalmente hoy puedo estar alcanzando el cielo y mañana tocando fondo. Soy actor y lucho por no dejar de serlo, es decir, no quiero dejar de subirme a un escenario y eso no depende solo de uno. Esa presión define también mi personalidad: alerta siempre, sin bajar la guardia.
 
 
¿Sobre qué habla la obra de “El otro” de Unamuno?
Trata, como otros dramas suyos, de la representación escénica del conocido dilema de personalidad entre conciencia e imaginación. Su obsesión por la otredad, por la duplicidad de la personalidad. Habla de la bondad y la maldad, de cómo nos sentimos y de cómo somos realmente, cómo nos vemos y cómo nos ven los demás.
 
 
A partir del día 6 de Marzo podremos verte en “El Otro”. ¿Qué puedes contarnos sobre tu personaje?
El personaje de “El Otro” es de una profundidad extraordinaria, alguien que vive una experiencia sobrenatural muy lejos de la comprensión humana, y eso a ojos de los demás lo convierte en un loco; pero… ¿es un loco porque ha perdido la cordura o porque razona demasiado? En esas profundidades se mueve el personaje. He llegado casi a la obsesión con Cosme y Damián, por no traicionar al personaje; me he puesto como actor a su servicio y he intentado rehusar caer en el artificio. Esa ha sido mi intención.
 
 
¿Qué te atrajo de este proyecto para incorporarte a él?
Muchas razones. Se trataba de una coproducción con México, es decir se aunaban profesionales de ese país y de España. El Director de escena, Mauricio García Lozano, es un director muy reconocido, con grandes trabajos que lo avalan. Joven, a la par que muy sabio, fue todo un reto ponerme en sus manos. También me sedujo mucho que la obra fuera de Unamuno, conocía al autor por su narrativa pero no por su teatro y resultó ser un gran descubrimiento, no solo por su obra sino por su apasionante personalidad. Otra de las razones es la persona que pergeña el proyecto, Domingo Cruz y su compañía El Desván, una compañía de largo recorrido y con proyectos muy serios.
 
 
¿Qué pensaste cuando leíste esta versión de Alberto Conejero?
Alberto Conejero ha añadido un sesgo histórico de profunda raíz hispana. Las referencias al conflicto civil, ya desde el primer cuadro, son numerosas; desde esa radio que transmite noticias del bando vencedor, hasta las profundas metáforas universales sobre enfrentamientos fratricidas. En mi opinión es una visión muy fresca y más cercana al espectador del siglo XXI. La obra original es de una profundidad filosófica que alcanza cotas muy altas, y necesitaban una revisión para el receptor, el público actual, que no es el mismo que el del siglo pasado. Concentra con mucha maestría el misterio, el conflicto que se da en “El Otro” y que mostramos en apenas una hora y diez minutos que dura el espectáculo.
 
 
Eres un actor con gran recorrido, en Citeyoco no podemos olvidarnos de tu trabajo en televisión (“Aída”,” Los hombres de Paco”, “El internado”…) sabemos que el ritmo es más vertiginoso que en el teatro ¿Cómo trabajas estos personajes?
Depende mucho también del personaje y por supuesto del guión. Hace tiempo que no hago TV y las dinámicas han cambiado. En televisión los personajes fluyen con mucha rapidez, una vez que grabas se te olvidan los diálogos, no permanecen en tu memoria. Abordo estos papeles de la misma manera que en el teatro, pero sabiendo que van dirigidos a la cámara, al primer plano; es decir que hay que minimizar el gesto, la expresión, la voz: el ejercicio contrario al teatro. Aún así, analizo la situación del mismo modo, con mucho menos tiempo (se cuentan con muchos menos ensayos que en el teatro) por lo tanto, al menos en mi caso, con menos profundidad. Eso no significa que no estén cargados de emoción o que sean menos creíbles.
 

 
También has trabajado en cine “Un franco, 14 pesetas” y en “El mal del arriero” que te valió la candidatura al Goya a “Mejor Actor Protagonista”, ¿Cómo viviste esta experiencia?
En “Un franco, 14 pesetas” solo tenía un par de secuencias y en “El mal del arriero” ¡aparecía en todas! Era un protagonista absoluto. Fue un viaje maravilloso y durísimo.
Creo que disfruté y sufrí a partes iguales. Me encantó descubrir cómo crecía el personaje día tras día, adaptarme al anacronismo del plan de rodaje: inicié el rodaje grabando la última secuencia de la película. Tienes que tener una memoria sensorial de elefante para recordar el estado emocional en que dejas al personaje tras rodar una secuencia y grabar la que le sigue días o semanas después. Fue más de un mes de rodaje donde no hubo un solo día en el que no estuviera presente. Madrugaba mucho y acabábamos muy tarde. La gran familia que se crea en el cine es tu mayor apoyo, porque la soledad se adueña de ti en muchos momentos.
 
 
Además sabemos que tienes compañía propia; “Teatro del Noctámbulo” que atesora un gran recorrido. ¿Qué proyectos tenéis ahora mismo en cartel?
En estos momentos nos encontramos de gira con dos espectáculos, “Tito Andrónico” de William Shakespeare en versión de Nando López y “Contra la democracia” de Esteve Soler. El primero es una coproducción con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida que se estrenó en la pasada edición y con el que tenemos una gira extraordinaria y vertiginosa. Arrancamos el próximo día 2 de mayo en el Palacio de Festivales de Santander y pasaremos por gran parte de la geografía nacional.
El segundo se trata de uno de los textos contemporáneos más inteligentes con los que me he encontrado en mi trayectoria y más necesarios y mejor traídos al momento social global en el que nos encontramos. Volveremos con “Contra la democracia” por el País Vasco y otras plazas. También por Extremadura.
 
 
¿Qué diferencias hay entre la preparación de un personaje como Tito Andrónico y más contemporáneo como el que interpretas en “Contra la democracia” o encarnando a Cosme en “El Otro”?
En líneas generales ninguna. La preparación del personaje siempre es la misma. Da igual que sea un personaje contemporáneo o clásico. Debes analizarlo pasándolo por el filtro de personalidad, a través de la verdad, contextualizando el momento y las circunstancias. Sí es verdad que en “Tito Andrónico”, los personajes hablan de manera diferente a cualquiera de los de “Contra la democracia” y estos diferentes al personaje de Cosme. Los separan mucho tiempo. En ese sentido tienes que acompañar al personaje con una sonoridad apropiada al lirismo de los clásicos o a la forma de hablar propia de cada época.
 
 
¿Cómo abordas un personaje con tanta fuerza y tragedia como Tito Andrónico, (representado en el Festival de Teatro Clásico de Mérida este pasado verano y nominado a los premios Ercilla 2020)?
Con un enorme respeto y con muchas ganas. Yo debuté profesionalmente con esta obra de Shakespeare a los 21 años. Interpretaba a Quirón, uno de los príncipes godos. Esta vez hago de Tito. “Tito Andrónico” no es una obra inofensiva, es la historia de una venganza muy cruel, muy sanguinaria. Es el primer drama de Shakespeare, aunque no su primera obra. Me fascinó siempre. Tito es de una fortaleza impresionante. Trabajé mucho el militar que regresa laureado, victorioso, ufano y conocedor de la empatía y admiración que provocaba en el pueblo, hasta llegar al declive del mismo. Ese arco del personaje fue la columna vertebral de mi interpretación. Pasar del todo a la nada. Y la locura a la que llega el personaje, la medida, la mesura.
 
 
Ya vemos que no paras, tu agenda debe estar repleta, pero… ¿Tienes nuevos proyectos tienes en mente?
Siempre tengo proyectos, algunos que se que no se pueden materializar a corto plazo y otros que están en la bandeja de salida de los que es muy prematuro desvelar nada.
 
 
Ya para despedirnos, ¿Por qué nos recomendarías ir a ver “El Otro”?
Podría decir porque es una propuesta extraordinaria desde el punto de vista de la puesta en escena, por la magnífica dirección, por la brillante escenografía, por la poética iluminación, por las sublimes interpretaciones…; así es, desde luego, sin duda alguna. Pero hay una razón primordial: porque Unamuno lo merece. Rara vez se podrá ver una obra suya en el teatro, al menos de momento.
 
 
¿Qué fechas tenéis cerradas?
Estaremos en el Teatro Fernán Gómez desde el 6 de marzo al 11 de abril, después de esta temporada estaremos en el Auditorio de Colmenar Viejo el 18 del mismo mes y podrá verse en el Gran Teatro de Cáceres el 9 de octubre.

 

 

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