CRÍTICA: «La madre que me parió» o como diría el refrán…de tal palo, tal astilla

Por Ana Rodríguez

 

¿De cuántos cotilleos crees que te puedes enterar en el baño de una boda? Si quieres saber  la respuesta a esta pregunta no te puedes perder la quinta temporada de “La madre que  me parió” en el teatro Lara de Madrid. Con la dramaturgia de Ana Rivas y la dirección a  mano de Gabriel Olivares nos adentramos en las profundidades del baño de una boda un  tanto atípica por el que van pasando los personajes de la obra como si de un consultorio  se tratase a contarse sus respectivos problemas y, cómo no, opinar sobre las vidas de  quienes los tienen. 

Bajo el sustento de la comedia, se nos presenta una boda, donde las tres amigas de la  novia vienen acompañadas de sus respectivas madres, las cuales están representadas  como los arquetipos de una madre fiestera y pasota, otra severa y tajante y la última,  sobreprotectora y cotilla. Durante la celebración, la novia se arrepiente de la unión y pide  ayuda desesperada a sus amigas, las cuales a lo largo de la obra van poniendo de  manifiesto sus propios problemas y se desvelan las curiosas relaciones que tiene cada una  con su madre, así como la cantidad de parecidos que desconocían tener con ellas.  

A nivel actoral hay que hacer especial mención a las madres, encarnadas por las veteranas  Marisol Ayuso, Aurora Sánchez y Juana Cordero, quienes sin quererlo están tan radiantes  que eclipsan al resto de personajes. Logran sostener algo tan complejo como es el ritmo  de la comedia, manteniendo en todo momento una impecable presencia escénica, así  como demostrando el despliegue de habilidades y tablas que disponen. Por otro lado, el  resto de las actrices más jóvenes, también nos aportan increíbles momentos y situaciones,  además de mostrar con la línea de pensamiento de sus personajes cómo se van dando  cuenta de lo que se parecen a sus respectivas madres. Por último, el único hombre de toda  la obra, interpretado por Diego Paris, aporta la frescura y el toque final para hacer una  obra con la que el espectador no podrá dejar de reír.  

En referencia a la puesta de escena, me gustaría destacar la brillantez de la dirección a la  hora de jugar con el espacio y las puertas de los baños, generando movimientos  perfectamente coreografiados que hacen que la misma puesta de escena ofrezca al  espectador tanto juego que no se cansa en ningún momento de ella. 

Sin lugar a duda se trata de una obra con la que no podrás dejar de reír donde la frase “de  tal palo tal astilla” cobra vida en los personajes de la obra. Si quieres salir del teatro con  una sonrisa, esta es tu obra. 

 

 

Datos de interés

  • Lugar: Teatro Lara – Sala Cándido Lara (Corredera Baja de San Pablo 15, Madrid)
  • Horario: Martes a viernes, 20:00 h; Sábados, 18:00 y 20:00 h.; Domingos, 18:00 h.
  • Venta de entradas: Web teatro Lara y taquilla