RESEÑA: Grease, El Musical: Una Fiesta de Interpretaciones y Coreografías
La nueva producción de Grease, El Musical destaca no solo por celebrar el 50º aniversario de este fenómeno cultural, sino por la energía arrolladora de su elenco, la impecable puesta en escena y la fidelidad al espíritu rebelde del rock and roll de los años 50. Bajo la dirección de David Serrano, esta versión se presenta como un homenaje al musical original, con coreografías acrobáticas de Toni Espinosa y una banda sonora que sigue emocionando al público de todas las edades.
El elenco brilla en conjunto, pero destacan las interpretaciones de Mia Lardner como Sandy Olsson y Quique Niza en el papel de Danny Zuko. Lardner da vida a una Sandy encantadora y dulce, que a lo largo de la obra evoluciona hacia una mujer más fuerte y decidida. Su interpretación de «Sigo enamorada de ti» conmueve por su delicadeza vocal y profundidad emocional. Por su parte, Niza encarna a un Danny carismático, cuyos momentos de arrogancia se equilibran con una vulnerabilidad latente, especialmente en canciones como «Sandy» y «Noches de amor», donde su rango vocal y energía en escena se destacan.
Isabel Pera, como Rizzo, aporta una fuerza interpretativa arrolladora. Su «Lo peor que puedo hacer» es uno de los momentos más memorables del espectáculo, no solo por su potente interpretación vocal, sino por la intensidad con la que muestra las inseguridades y contradicciones del personaje. A su lado, Marc Ribalta, en el papel de Kenickie, complementa con su rudeza encantadora, aportando una energía desenfadada en «Greased Lightnin’» que contagia a todo el público.
El resto del elenco brilla en números grupales como «Estamos juntos», donde el dinamismo de los T-Birds y las Pink Ladies inunda el escenario. Miguel Millán como Doody, Paula Domínguez como Jan, Laura Miguel como Marty y Sònia Vallverdú en el papel de Frenchy aportan un toque de humor y frescura que equilibra los momentos más intensos de la trama. Todos ellos logran transmitir la camaradería y el espíritu juvenil de la historia, destacando en los diálogos rápidos y las coreografías sincronizadas.
Rocío Serrato, como Patty, y Christian Velert, como Eugene, añaden momentos de comedia ligera que sirven de contrapunto a las tramas principales, mientras que Adrián Lastra, en el papel de Vince Fontaine, aporta su presencia magnética como maestro de ceremonias del baile de promoción.
Pau Gimeno como Roger, Aleix María como Sonny, y con todo el elenco maravilloso: Pau Zeiss, Alba Samitier, Carmen Bravo, Diego de Domingo, Fernando Rois, Arturo Fajardo, Silvia Cordero, Daniel Mena Mujica, Amanda Palomino, Nerea González, Alicia Santos, Sergi Boix, Pablo Bravo y Carlos Solano (estos cinco últimos como swing)
A nivel técnico, la producción sorprende con una escenografía detallada y un vestuario que evoca de manera precisa la estética de los años 50, acompañado de un diseño de luces que realza cada momento clave, creando una atmósfera inmersiva. La música, dirigida por Joan Miquel Pérez, mantiene el ritmo vertiginoso del espectáculo, logrando que el público no pueda evitar tararear los éxitos inmortales como «Tu serás para mi» y «Noches de amor».
Grease, El Musical es una celebración coral donde cada miembro del elenco tiene su momento para brillar. Desde la ternura de Sandy hasta la rebeldía de Rizzo, pasando por el carisma de Danny y la alegría de los personajes secundarios, esta producción es una experiencia vibrante y nostálgica que consigue, una vez más, hacer que el público se levante de sus asientos para aplaudir. Un musical atemporal que, sin duda, sigue siendo el “feeling good” por excelencia.