TEATRO: Ana Rujas y su obra maestra La otra bestia
Ana Rujas es mucho más que una actriz: es una fuerza de la naturaleza, una creadora polifacética y un alma inquieta que parece habitar en un constante estado de exploración artística. Modelo, actriz, escritora, directora y dramaturga, su trayectoria es el reflejo de una artista que no teme mirar de frente a sus demonios para convertirlos en materia prima de su obra. En La otra bestia, estrenada en la Nave 10 Matadero, Ana Rujas no solo se pone al frente del escenario, sino que desnuda su alma con una intensidad que deja al público sin aliento. Esta obra, que podrá disfrutarse en la Sala Max Aub del 9 de enero al 2 de febrero, es un tributo a su capacidad para trascender lo personal y convertirlo en universal.
Ana Rujas es un animal de escena. Su presencia magnética hace imposible imaginar a otra actriz interpretando el papel de Sara, un personaje que no solo se nutre de la escritura poética de Ana, sino también de su esencia más íntima. Sobre el escenario, Ana Rujas no actúa, vive. Cada palabra que pronuncia y cada movimiento que realiza están cargados de una verdad descarnada que atraviesa al espectador. En Sara, vemos a una mujer desgarrada por la contradicción, atrapada entre la desesperación y el deseo de renacer. Pero también vemos a Ana Rujas, entregándose sin reservas, dispuesta a abrir las puertas de su interior para mostrar las sombras y las luces que la habitan.
En cada mirada, en cada silencio, Ana Rujas demuestra que el arte no necesita adornos para conmover. Su interpretación es un testimonio de valentía y vulnerabilidad, una danza feroz entre el dolor y la esperanza. La fuerza que despliega no solo sostiene la obra, sino que la eleva, llevándonos a lugares donde el teatro se convierte en un acto de redención. Ana Rujas no es solo la protagonista de La otra bestia; es su corazón palpitante.
Pero La otra bestia no sería lo que es sin la complicidad de Joan Solé y Teo Planell, quienes completan el triángulo amoroso que da vida a la obra. Joan, como el marido, aporta una presencia firme y contenida que contrasta con la turbulencia emocional de Sara, mientras que Teo encarna al amante, un reflejo de los deseos incontrolables y la búsqueda de algo que parece siempre escaparse. Ambos actores ofrecen interpretaciones que enriquecen la narrativa y dotan de profundidad a las dinámicas entre los personajes, permitiendo que el universo de Ana Rujas se expanda y cobre vida.
La experiencia se completa con la visión audiovisual de Alicia Aguirre, cuya cámara en directo transforma cada escena en una obra de arte viva. Sus proyecciones en blanco y negro, superpuestas al color del teatro, generan un diálogo visual que resalta los matices de las actuaciones. Las imágenes capturan primeros planos cargados de emociones que el ojo desnudo difícilmente podría alcanzar, añadiendo una dimensión íntima y casi cinematográfica que potencia la fuerza poética de la obra.
Bajo la dirección impecable de José Martret y Pedro Ayose, La otra bestia se convierte en un espectáculo multidisciplinar que desafía los límites del teatro tradicional. Sin embargo, es Ana Rujas quien lo convierte en una experiencia irrepetible, en un evento donde el arte y la vida se funden.
Del 9 de enero al 2 de febrero, La otra bestia habitará en la Nave 10 Matadero como un testimonio del poder transformador del teatro.
Ana, gracias por regalarnos esta bestia que habita en ti. Por ser un faro de verdad en un mundo lleno de artificios. Por recordarnos que el arte, cuando es auténtico, tiene el poder de tocarnos en lo más profundo y hacernos sentir vivos. Que nunca se apague la llama que te mueve y que tantas veces nos ilumina a todos. Hacía mucho que no veíamos una obra que nos tocara tanto el corazón como La otra bestia, un abrazo a nuestras propias contradicciones, un reflejo de las sombras y luces que nos habitan, y un recordatorio de lo que significa ser realmente humanos.