CINE: «María Callas» Una vida inmortal a través del arte

Hay momentos en el cine que trascienden la pantalla y se quedan tatuados en el alma del espectador. La nueva película de Pablo Larraín, «María Callas«, es uno de esos momentos. En una fusión magistral de interpretación, dirección y homenaje histórico, esta obra nos lleva a los últimos días de la legendaria soprano, interpretada con una sensibilidad y fuerza inigualables por Angelina Jolie.

Distribuida por Diamond Films, «María Callas» se estrenará el 7 de febrero exclusivamente en cines.

Desde el primer plano, Larraín nos sumerge en la soledad y el mundo interior de María Callas. El director, conocido por su enfoque introspectivo en «Jackie» y «Spencer», logra aquí un equilibrio perfecto entre la vulnerabilidad de una mujer que lucha con sus demonios y la majestuosidad de una diva que sigue cautivando corazones. “Esta película trata sobre alguien que está buscando su propia voz e intentando entender su identidad”, afirmó Larraín, y su visión se traduce en cada escena con una precisión desgarradora.

El alma de esta historia es Angelina Jolie, quien logra una transformación digna de las mayores divas del cine. Jolie no solo interpreta a María Callas; se convierte en ella. La actriz confesó que este papel fue un desafío tanto técnico como emocional: “Fui a clases de canto durante seis o siete meses… Tenía que entender a María Callas y ser capaz de interpretar al personaje. La música era su vida”. Su entrega absoluta al rol queda patente en cada gesto, en cada mirada, y en su voz, que se mezcla con la de la propia Callas en un delicado juego de capas sonoras. Este detalle, cuidadosamente orquestado, permite al espectador experimentar a Callas y Jolie como una sola entidad.

La película también explora cómo la vida de Callas reflejaba las tragedias de las óperas que interpretó. Larraín subraya esta conexión al incorporar piezas musicales que dialogan con los momentos clave de la trama. Como el director explicó: “La ópera es una forma de trascendencia, una forma de expresar emociones que no puedes expresar con palabras”. Esto se refleja de manera brillante en las escenas donde Jolie, rodeada de una orquesta completa, expresa el dolor y la pasión de Callas en actuaciones que cortan la respiración.

El diseño de producción también merece un reconocimiento especial. Desde el apartamento en París hasta los trajes meticulosamente recreados por Massimo Cantini Parrini, cada detalle transporta al espectador a la década de 1970, evocando la elegancia y el drama de la época. Como dijo el diseñador: “Recreé todo su vestuario con extrema pasión, tratando de imaginar qué le habría gustado a María”.

Pero más allá de su impresionante factura técnica, «María Callas» es una exploración de la humanidad y la fragilidad de una mujer cuya voz cambió el mundo. A pesar de su éxito, Callas también fue una figura incomprendida y criticada, especialmente en una época en la que ser una mujer fuerte no era tolerado. Jolie refleja esta dualidad con una interpretación profundamente empática: “María fue empujada al canto desde joven, y cuando fue capaz de darlo todo, transmitía algo a las personas que era transformador… Pero con el tiempo, la misma gente que la veneraba también la castigaba”.

En definitiva, «María Callas» es mucho más que una biografía. Es una carta de amor a una mujer que dedicó su vida al arte, a pesar de las adversidades. Es también un tributo a las mujeres que, como Callas y Jolie, tienen el coraje de alzar la voz y ser ellas mismas. Una película que emociona, que inspira y que, como la música de María Callas, perdurará como un eco eterno en el corazón de quienes la vivan.