CINE: ‘Los indeseados’ un thriller que atrapa entre la oscuridad y la psique humana

Erlingur Thoroddsen firma un inquietante relato nórdico que desafía las reglas del género

El cine escandinavo ha demostrado ser una de las principales canteras del thriller contemporáneo, y Los indeseados es una prueba fehaciente de ello. Dirigida por el islandés Erlingur Thoroddsen, esta película se adentra en las sombras del misterio y el terror psicológico con una elegancia que la distingue dentro del género. Inspirada en la novela homónima de Yrsa Sigurðardóttir, la cinta es una experiencia hipnótica y perturbadora que juega con las percepciones del espectador, desdibujando las líneas entre la realidad y la pesadilla.

Una historia que atrapa desde el primer momento

Desde sus primeras escenas, Los indeseados sumerge al espectador en una atmósfera tensa e inquietante. La historia sigue a Óðinn (interpretado con maestría por Jóhannes Haukur Jóhannesson), un hombre que, tras la repentina y misteriosa muerte de su exesposa, comienza a investigar un antiguo hogar infantil clausurado. Lo que inicialmente parece un caso administrativo rutinario pronto se convierte en una espiral de secretos oscuros, muertes inexplicables y un pasado que se niega a permanecer enterrado.

La narración está estructurada en dos líneas temporales que se entrelazan con una precisión quirúrgica. Mientras seguimos la investigación de Óðinn en el presente, la película nos transporta a 1984, a los inquietantes eventos ocurridos en el hogar infantil de Krókur. La tensión se construye de forma progresiva, alimentada por pequeños detalles que sugieren que algo más siniestro acecha en las sombras. A medida que avanzamos, la historia se torna cada vez más claustrofóbica y opresiva, con revelaciones que desafían las expectativas del público.

Interpretaciones que elevan el thriller

Uno de los mayores aciertos de la película es su reparto, que ofrece actuaciones de alto calibre. Jóhannes Haukur Jóhannesson (La gran mentira, Dónde estás, Bernadette) entrega una interpretación llena de matices como Óðinn, un personaje atormentado por la culpa y la incertidumbre. Su evolución a lo largo de la película es fascinante: pasa de ser un hombre escéptico y racional a alguien que comienza a cuestionar la naturaleza misma de su realidad. Su actuación es contenida pero intensa, transmitiendo el miedo y la confusión de alguien que se adentra en lo desconocido.

A su lado, Vala Kristin Eiriksdóttir (La mujer de la montaña, Prisioneras) encarna a Rún, la hija de Óðinn, con una sensibilidad excepcional. Su personaje se convierte en una pieza clave dentro de la trama, y Eiriksdóttir logra capturar la complejidad emocional de una joven que carga con su propio dolor y secretos.

Pero sin duda, una de las interpretaciones más memorables es la de Elin Hall, quien brilla con luz propia en su papel. Su personaje, anclado en la trama del pasado, es el alma de la historia y nos sumerge en una espiral de emociones que oscilan entre la vulnerabilidad y el horror. Hall transmite con precisión una angustia contenida, una desesperación silenciosa que se filtra en cada escena en la que aparece. Su capacidad para expresar tanto con la mirada como con pequeños gestos sutiles dota a su personaje de una profundidad que trasciende la pantalla.

Sara Dögg Ásgeirsdóttir (Un blanco, blanco día) también brilla en su papel, aportando una presencia inquietante en las escenas ambientadas en el pasado. Su actuación ayuda a reforzar la sensación de que algo siniestro siempre está al acecho, incluso en los momentos de aparente calma.

Una fotografía que construye una atmósfera hipnótica

Más allá de su sólido guion y sus magníficas interpretaciones, Los indeseados destaca por su impactante apartado visual. La fotografía es una obra de arte en sí misma, utilizando el impresionante paisaje islandés para reforzar la sensación de aislamiento y desolación. Los planos abiertos muestran extensiones de tierra árida y cielos interminables, subrayando la pequeñez de los personajes ante la inmensidad de su entorno.

En contraste, los espacios cerrados dentro del hogar infantil están filmados con una paleta de colores fríos y una iluminación tenue que potencia la claustrofobia y el desasosiego. La cámara se mueve con sutileza, generando una sensación de incomodidad constante. Las sombras juegan un papel crucial, insinuando presencias invisibles y reforzando la naturaleza ambigua de los horrores que acechan a los protagonistas.

El uso del sonido también es sobresaliente, con una banda sonora minimalista pero efectiva que potencia la tensión sin distraer de la historia. Los silencios se convierten en una herramienta narrativa poderosa, dejando espacio para que el espectador imagine lo que podría estar al acecho en la oscuridad.

Un thriller que subvierte expectativas

Erlingur Thoroddsen no solo entrega una película visualmente impactante, sino que también juega con los códigos del género para ofrecer algo fresco e inesperado. A diferencia de otros thrillers escandinavos, que a menudo siguen una estructura más convencional, Los indeseados se atreve a subvertir las expectativas del público.

El director construye la tensión con precisión quirúrgica, dosificando la información para mantener la intriga hasta el último momento. Cada revelación transforma nuestra comprensión de la historia, y la frontera entre lo paranormal y lo psicológico se vuelve cada vez más difusa. ¿Son los horrores que presenciamos el resultado de fuerzas sobrenaturales, o se trata de los demonios internos de los personajes manifestándose de formas aterradoras? La película nunca entrega respuestas fáciles, dejando espacio para la interpretación del espectador.

Con su estreno en cines el próximo 28 de febrero, Los indeseados se perfila como una de las grandes apuestas del año en el género del thriller psicológico. Su combinación de narrativa inteligente, actuaciones memorables y una fotografía impresionante la convierten en una obra imprescindible para los amantes del misterio y el suspense.

Erlingur Thoroddsen demuestra una vez más su talento para construir historias perturbadoras y emocionalmente impactantes. Los indeseados no es solo un thriller más dentro del ya consolidado cine nórdico: es una experiencia cinematográfica inmersiva, una exploración del miedo en sus múltiples formas y un recordatorio de que, a veces, los secretos más aterradores no provienen de lo sobrenatural, sino de la propia mente humana.

No cabe duda de que esta película dejará huella en el público, ofreciendo una historia que se queda en la memoria mucho después de que las luces de la sala de cine se enciendan.