LIBROS: Pedro Piqueras y el arte de saber irse: una mirada lúcida y necesaria en ‘Cuando ya nada es urgente’

En un panorama mediático marcado por la aceleración, la fragmentación informativa y la banalización del relato, Pedro Piqueras propone una pausa. Cuando ya nada es urgente (HarperCollins, 2025) no es simplemente el primer libro de uno de los rostros más emblemáticos del periodismo español, sino una intervención madura y profundamente reflexiva sobre el oficio, el paso del tiempo y la relevancia de la honestidad, tanto personal como profesional.

Piqueras no escribe desde el afán de construir un legado monumental ni desde la necesidad de ajustar cuentas con el pasado. Lejos del formato de memorias tradicional, este volumen se estructura como un testimonio en primera persona que combina observación crítica, sensibilidad narrativa y una notable conciencia ética. El autor rehúye la grandilocuencia y opta por una prosa limpia, directa, cargada de intención, que deja espacio para lo emocional sin renunciar al rigor.

En sus páginas, el periodista albaceteño recorre con lucidez su trayectoria vital, desde los orígenes en la prensa local hasta su consolidación como una de las figuras más respetadas del informativo televisivo nacional. Pero Cuando ya nada es urgente es también, y sobre todo, una indagación en temas de gran actualidad: el impacto de la desinformación, el desgaste de la verdad en la esfera pública, la fragilidad del presente y la necesidad de replantearse los ritmos con los que vivimos.

El valor del libro reside, precisamente, en su equilibrio: hay reflexión crítica sin cinismo, memoria sin idealización, y una sensibilidad profunda por los vínculos personales —la familia, la amistad, los compañeros de profesión— que atraviesa el texto con elegancia y humanidad. El lector no solo accede a las bambalinas del informativo, sino también a la construcción de un pensamiento periodístico comprometido con la precisión, la sobriedad y la responsabilidad pública.

En un momento en que el periodismo lucha por redefinirse frente a la velocidad, la espectacularización y la pérdida de confianza, la voz de Piqueras emerge como un recordatorio de aquello que no puede perderse: la capacidad de observar con atención, de transmitir con verdad y de despedirse con integridad.

Cuando ya nada es urgente no es únicamente uno de los títulos de no ficción más esperados del año. Es, también, un documento valioso sobre una forma de ejercer el periodismo que ha sido faro en la profesión, y una invitación a pensar qué lugar queremos ocupar —como periodistas y como ciudadanos— en el relato de nuestro tiempo.