LIBROS: “Adiós a la inflamación”, de Sandra Moñino, cuando la nutrición se convierte en revolución

En un panorama saturado de libros de salud y bienestar, Sandra Moñino logra algo poco frecuente: escribir un manual que, sin dejar de ser accesible, se convierte en herramienta de cambio real. Su obra, Adiós a la inflamación, editada por HarperCollins, no es simplemente otro libro sobre “comer mejor” o “sentirse bien”. Es una llamada lúcida y documentada a repensar la raíz silenciosa de muchas enfermedades contemporáneas: la inflamación crónica.

Lo primero que sorprende es la claridad con la que Moñino nos lleva de la mano por un territorio que podría ser excesivamente técnico. No lo es. Su tono directo y empático —casi como el de una amiga que ya ha transitado ese camino— permite que conceptos complejos como la inflamación celular, el estrés oxidativo o la resistencia a la insulina se entiendan sin dificultad. Esta virtud pedagógica es uno de los grandes aciertos del libro.

La autora, nutricionista integrativa con más de cinco mil casos tratados desde su plataforma Nutriciónate, articula su propuesta en torno a una premisa poderosa: la nutrición no solo previene, también revierte. Esta afirmación, lejos de ser una promesa vacía, se sustenta en ejemplos reales, herramientas prácticas y un arsenal de recetas funcionales que convierten la teoría en acción. Porque sí, este libro también se cocina.

Cada capítulo está construido con una estructura que invita al lector a parar, pensar y actuar. Hay momentos para la reflexión —cuando se aborda el vínculo entre emociones y alimentación— y otros para la acción —como el atractivo “Reto 3 días” incluido en el volumen—. Aquí no se trata de dietas milagro ni de restricciones extremas, sino de reconexión. Con la comida, con el cuerpo y con el bienestar como experiencia integral.

Especial atención merece su enfoque sobre el estado de ánimo y el estrés como factores inflamatorios. En tiempos donde el cortisol y la ansiedad se han convertido en huéspedes cotidianos, Moñino pone sobre la mesa una verdad incómoda pero necesaria: comer bien no basta si vivimos mal. Así, su propuesta se amplía más allá del plato, y toca aspectos como el descanso, la gestión emocional y la relación con nuestro entorno.

Visualmente, el libro también destaca. La edición es limpia, clara, con una diagramación amable que invita a subrayar, tomar notas y volver una y otra vez a sus páginas. Incluso en eso se percibe el cuidado: no es solo lo que se dice, sino cómo se presenta. Y en ese “cómo” también está el valor de Moñino como comunicadora —una virtud que ya demuestra con solvencia en sus redes sociales, donde cuenta con una comunidad de más de un millón de seguidores—.

Por último, Adiós a la inflamación no pretende tener la última palabra, sino abrir un diálogo. Es una invitación a tomar las riendas de la salud personal sin dogmas, con evidencia y desde un lugar profundamente humano. Es un libro que se puede leer desde el sofá, desde la cocina o desde la sala de espera del médico. Y en cualquiera de esos escenarios tendrá sentido.

En definitiva, este no es solo un libro para quienes quieren perder peso o mejorar su digestión. Es para quienes buscan entender qué le está diciendo su cuerpo, y responderle con conciencia. Para quienes se cansaron de tratar síntomas sin mirar causas. Para quienes, como dice la autora, están dispuestos a “abrir la mente hacia este cambio”.

Un título imprescindible, de lectura sencilla pero de impacto profundo. Porque en estos tiempos, desinflamarse no es una moda. Es un acto de resistencia.