LIBROS: Un puente entre dos almas y el amor que transforma

Hay novelas que se leen con los ojos y otras que se sienten directamente con el corazón. Un puente entre dos almas, de Lidia Fernández Galiana, pertenece sin lugar a dudas a ese segundo grupo. Con una sensibilidad honesta y una prosa cargada de ternura, Lidia nos entrega una historia que trasciende los clichés del romance juvenil para adentrarse en territorios mucho más íntimos: el autoconocimiento, el deseo de pertenecer, y la necesidad de amar —y amarse— sin miedo.

La historia de Byeon Siu y Enzo Luna está tejida con hilos de contradicción y belleza. Siu es metódico, contenido, obediente; un joven que lleva sobre los hombros las expectativas ajenas y una vida construida al milímetro. Enzo, en cambio, irradia esa energía libre que desconcierta y atrae, pero que esconde un mundo interior más frágil de lo que muestra. Cuando sus caminos se cruzan —de forma inesperada y casi a regañadientes—, comienza entre ellos una danza emocional tan sincera como inevitable.

Lidia Fernández Galiana, ya consolidada como una de las voces más cercanas y versátiles del panorama literario juvenil en español, demuestra aquí un dominio exquisito del ritmo narrativo. Cada escena está impregnada de una humanidad palpable. No hay artificios: hay silencios, dudas, gestos que dicen más que mil palabras. La relación entre Siu y Enzo no solo conmueve, también interpela; nos recuerda lo difícil que puede ser vivir fieles a lo que somos, y lo transformador que es cuando alguien, de pronto, nos ve tal y como somos.

La influencia de la cultura coreana —tan presente en el universo creativo de Lidia— aparece aquí no como ornamento, sino como atmósfera. Desde los matices en la construcción de los personajes hasta los ecos de los K-dramas y la estética del K-pop, todo está integrado con respeto, autenticidad y cariño. La historia respira esa fusión entre lo cotidiano y lo poético que define la sensibilidad asiática, pero manteniendo siempre una voz propia, genuina y profundamente contemporánea.

Mención especial merece la portada, ilustrada por @9jedit, que capta a la perfección la esencia de la novela: dos jóvenes abrazados en un paisaje onírico de colores cálidos, con un cielo que parece prometer esperanza. Es una imagen que, como la novela, transmite ternura, conexión y promesas susurradas.

Un puente entre dos almas es mucho más que una historia de amor. Es una oda a la vulnerabilidad, a los sueños que se esconden detrás de cada decisión y a la magia de encontrar, por fin, a alguien que nos sostenga cuando el mundo se tambalea. Es un regalo literario hecho con mimo, con emoción, y con una honestidad que se agradece en cada página.

Una lectura imprescindible para quienes creen en el poder de las historias que sanan.