«El baile de las marionetas», los recuerdos que nunca sueltan sus hilos

Todo comenzó con un simple objeto: una perla de ámbar, tibia y luminosa, encontrada en el lugar más inesperado, en medio de la devastación de Kabul. Para la doctora Edith Lombard, ese pequeño hallazgo no solo trae consigo la imagen borrosa de un robo lejano o la memoria dolorosa de una madre perdida, sino que levanta la cortina de una historia mucho más vasta, tejida durante décadas de guerras, exilios y silencios.

En El baile de las marionetas, Mercedes Guerrero nos propone una travesía apasionante a través de tiempos cruzados y geografías heridas, donde los destinos individuales se ven arrastrados por las grandes mareas de la Historia. La novela, cuidadosamente trenzada entre el Afganistán de principios del siglo XXI y la España desgarrada de 1937, nos descubre una parte poco conocida de nuestro pasado: la odisea de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética para huir de la Guerra Civil.

Guerrero demuestra un extraordinario dominio de los registros emocionales: su relato es capaz de transitar de la ternura al horror, de la nostalgia a la esperanza, sin perder nunca su tono íntimo, su voz cercana. Cada personaje —desde los niños que cruzan los mares, hasta los adultos que arrastran sus cicatrices— es retratado con un cuidado que traspasa la página. Aquí no hay héroes impecables ni villanos caricaturescos; solo seres humanos tratando de sobrevivir, de comprender, de recordar quiénes son.

Uno de los mayores logros de esta novela es cómo maneja el juego del tiempo. El presente y el pasado no se suceden de manera lineal, sino que se entrelazan en un ritmo casi musical, revelando poco a poco los secretos guardados, los errores cometidos y los amores imposibles. La autora logra que cada escena histórica esté viva, palpitante, gracias a un trabajo de documentación meticuloso y una sensibilidad narrativa que evita caer en el didactismo.

La metáfora del «baile de las marionetas» impregna toda la obra con una melancolía sutil: hombres y mujeres cuyos destinos son manejados por manos invisibles, por regímenes y guerras, pero que aún se resisten a perder su humanidad. Esa tensión entre el control externo y la voluntad interna da profundidad a la historia y a sus protagonistas, recordándonos que incluso en los escenarios más oscuros hay espacio para el amor, la amistad y la memoria.

El baile de las marionetas no es solo una novela para leer; es una novela para sentir. A través de su ritmo envolvente, sus saltos temporales magistrales y la autenticidad de su voz, Mercedes Guerrero nos entrega un relato de supervivencia, de vínculos rotos y reencontrados, y de la fuerza inmensa de la memoria.

Una obra que invita a no olvidar, a no dar nunca por cerradas las historias que nos dieron forma, y que consigue, página tras página, dejarnos suspendidos en el hilo invisible que une el ayer con el ahora.

Una lectura que emociona, ilumina y, sobre todo, perdura.