LIBROS: ‘Magia antigua en Grecia y Roma’, un viaje fascinante al corazón de lo sobrenatural clásico
En el mundo antiguo, lo visible y lo invisible bailaban una danza inseparable. En ese escenario donde los dioses podían caer y los humanos podían elevarse, se inscribe el nuevo libro “Magia antigua en Grecia y Roma”, publicado por la siempre rigurosa y exquisita Editorial Blume. Una obra tan hechizante como instructiva, escrita con la elegancia del historiador Philip Matyszak, que nos invita a cruzar el umbral del tiempo y sumergirnos en las aguas profundas y encantadas del mundo grecorromano.
Este libro no es una mera compilación de anécdotas misteriosas ni un ensayo académico frío y distante. Es, más bien, un conjuro de páginas que combina erudición con una narrativa viva, que resuena tanto en el lector avezado como en el neófito. Matyszak, doctor en Historia Romana por Oxford, despliega aquí no solo su vasto conocimiento, sino también una notable capacidad para contar historias con ritmo, ironía y un sentido del asombro que despierta la magia dormida en nuestra propia imaginación.
El recorrido que propone el autor es a la vez cronológico, temático y sensorial. Desde las sombras del Hades hasta los susurros en una esquina polvorienta del mercado, Matyszak nos lleva a hablar con los muertos, a conocer las recetas de amor y veneno de las hechiceras, a interpretar augurios entre vísceras y nubes, y a descifrar la función práctica y espiritual de la magia en la vida cotidiana. ¿Qué puede enseñarnos una tablilla de maldición? ¿Qué protección ofrecía una amuleto contra el mal de ojo? ¿Por qué la frontera entre medicina, religión y brujería era tan permeable en aquella época?
El libro está dividido en seis capítulos que se leen como las estaciones de una ruta iniciática. La estructura es clara, pero nunca rígida; cada sección se abre como un grimorio, con ilustraciones deliciosas y un diseño que facilita la lectura sin traicionar la profundidad del contenido. En un momento, estamos con las Furias dictando una maldición con furia bíblica; al siguiente, seguimos los pasos de un joven enamorado que acude a una sacerdotisa para recuperar el corazón perdido. Todo ello contado con un tono que respeta tanto el rigor histórico como el misterio inherente a estos relatos.
Uno de los grandes méritos del libro es su accesibilidad sin concesiones a la superficialidad. El lector encontrará aquí fuentes de primera mano —tablillas, papiros, tragedias, inscripciones funerarias— interpretadas con un ojo experto y un espíritu narrativo. Pero no se trata solo de una arqueología del sortilegio: Matyszak entiende que la magia, en el mundo antiguo, era una forma de conocimiento, una herramienta para comprender y negociar con los poderes que escapaban a la lógica ordinaria. Una ciencia de lo invisible, a menudo más presente en la vida cotidiana que las leyes de los hombres.
La edición de Blume es, como nos tiene acostumbrados, de una calidad impecable. Compacto, bellamente encuadernado, y visualmente estimulante, este volumen se convierte no solo en una lectura, sino en un objeto de culto para los amantes de la historia, la mitología y el pensamiento mágico.
En una época como la nuestra, que coquetea con la lógica y la superstición en partes iguales, “Magia antigua en Grecia y Roma” nos recuerda que la humanidad siempre ha necesitado hechizos para explicar sus miedos, rituales para controlar lo incontrolable, y palabras —bien dispuestas y con intención— para cambiar la realidad.
Este libro es, en sí mismo, un hechizo: uno que nos transporta, nos transforma, y nos deja con la agradable inquietud de que, tal vez, todavía haya magia en el mundo.
Una lectura imprescindible para todo lector de Citeyoco que quiera asomarse al abismo luminoso de lo sobrenatural con inteligencia, belleza y curiosidad.