RPLAY: El horror renace en Blu-ray con 28 semanas después
Seis meses después de los eventos apocalípticos narrados en 28 días después (2002), el director español Juan Carlos Fresnadillo toma las riendas de esta secuela no solo con la intención de expandir el universo creado por Danny Boyle, sino con el firme propósito de radicalizar su impacto emocional y político. El resultado es 28 semanas después (2007), una cinta que no solo respeta la crudeza del original, sino que la potencia hasta convertirla en una de las mejores secuelas del cine de terror moderno. Ahora, gracias a Divisa Films, podemos revivir esta pesadilla en su máxima expresión visual y sonora gracias a su esperado lanzamiento en formato Blu-ray, con materiales adicionales de gran valor.
La historia: el virus renace
La acción arranca con una secuencia inicial absolutamente electrizante: un grupo de sobrevivientes se oculta en una granja mientras el virus de la rabia aún devasta el Reino Unido. Lo que sigue es una brutal muestra de cómo la supervivencia puede anular los lazos humanos más profundos: una escena icónica de traición y horror que marca el tono de toda la película.
Meses después, con Londres declarado «seguro» por las fuerzas estadounidenses que ocupan la zona de reconstrucción, se permite el regreso de civiles a una zona conocida como Distrito 1. Entre ellos, dos hermanos que, sin saberlo, portan la clave para la reaparición del virus. Este delicado equilibrio entre la promesa de un nuevo comienzo y el regreso al caos total es donde 28 semanas después encuentra su fuerza narrativa: la reconstrucción de un país sobre los restos humeantes del trauma no puede funcionar si el trauma sigue vivo.
Un enfoque más humano y devastador
Fresnadillo no pretende repetir la fórmula de Boyle, sino reformularla con una sensibilidad más íntima y trágica. La atención aquí se desplaza del grupo de desconocidos forzados a cooperar a una célula familiar rota desde el principio. Robert Carlyle ofrece una de las interpretaciones más viscerales de su carrera, encarnando a un padre cuya cobardía inicial marcará el destino de todos. El foco emocional sobre sus hijos transforma la película en una odisea emocional cargada de culpa, responsabilidad y redención truncada.
La violencia es despiadada, sí, pero también profundamente simbólica. El virus sigue siendo una excusa para hablar de miedos contemporáneos: el control militar, la vigilancia masiva, la respuesta institucional a las catástrofes sanitarias y la deshumanización del otro bajo la excusa de la seguridad nacional. La cinta se estrenó en plena era post-11S y eso se nota en cada encuadre: la opresión, la paranoia y la vigilancia omnipresente son personajes más de esta historia.
Estética, ritmo y sonido: un espectáculo inmersivo
Rodada con una combinación de cámaras digitales de mano y lentes cinematográficas, la película tiene un aspecto crudo, urgente, casi documental. La dirección de fotografía de Enrique Chediak captura con maestría tanto la belleza desolada de una Londres vacía como la inmediatez de la violencia más cercana. El uso de la cámara subjetiva en momentos clave —como la persecución por túneles oscuros o el bombardeo desde helicópteros— coloca al espectador dentro de la catástrofe, sin concesiones.
La banda sonora, firmada por John Murphy, combina cuerdas minimalistas y guitarras distorsionadas para crear un ambiente inquietante, apocalíptico pero emocionalmente resonante. Su ya célebre tema “In the House – In a Heartbeat”, reutilizado de la primera película, se convierte aquí en un leitmotiv trágico de la desesperanza humana.
El nuevo lanzamiento de 28 semanas después en Blu-ray por parte de Divisa Films es un auténtico regalo para coleccionistas y cinéfilos. No solo recupera una obra fundamental del cine de terror postmoderno, sino que lo hace con un tratamiento técnico y editorial que roza la excelencia.
El máster HD presenta una imagen nítida, con grano controlado y una excelente reproducción de color, especialmente destacable en los tonos metálicos y verdes apagados que dominan la paleta cromática del film. Las escenas nocturnas mantienen buen detalle sin perder definición en sombras, algo fundamental para una película con tantas secuencias en penumbra.
En cuanto al sonido, se incluye pista en inglés DTS-HD Master Audio 5.1, que saca un provecho sobresaliente del diseño sonoro: explosiones, respiraciones agónicas, disparos, y los gritos desgarradores de los infectados encuentran aquí una espacialidad envolvente y perturbadora. Las pistas en castellano y alemán en DTS 5.1 ofrecen también una experiencia satisfactoria, pero para puristas, la versión original en HD es sin duda la más recomendable.
La edición de Divisa Films se luce también en la sección de contenidos adicionales, especialmente relevantes para quienes deseen comprender el proceso creativo tras la producción:
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Comentario de audio de Juan Carlos Fresnadillo y el productor Enrique López Lavigne, donde revelan claves del rodaje, decisiones narrativas y anécdotas de producción.
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Dos documentales de making-of, que exploran desde el diseño de producción hasta los efectos especiales.
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Escenas eliminadas y secciones dedicadas a los infectados, la acción y los tráilers, que permiten valorar la construcción del universo visual y temático de la película.
28 semanas después no es simplemente una secuela que cumple: es una obra con identidad propia, madura y emocionalmente compleja. Con un enfoque más humano que heroico, una puesta en escena estilizada y brutal, y un mensaje político tan vigente como entonces, la cinta se reafirma como una de las grandes películas de terror del siglo XXI.
La nueva edición en Blu-ray de Divisa Films no solo rescata este título esencial, sino que lo presenta con una calidad visual y sonora sobresaliente y valiosos materiales extra. Un imprescindible para todo amante del género y del buen cine.