LIBROS: Gatsby en el centenario: el fulgor y la herida de una época que nunca murió

Cien años después de su publicación, El gran Gatsby no solo resiste el paso del tiempo: lo observa con la ceja arqueada y la sonrisa ladeada de quien siempre supo que los sueños, como los fuegos artificiales, están hechos para deslumbrar y desvanecerse.

Plataforma Editorial celebra el centenario de esta obra magna con una edición que reabre las puertas del West Egg con el respeto y la elegancia que merece un clásico. Esta versión, cuidada en su presentación (formato de 140 x 220 mm, encuadernación en rústica y disponible también en e-book), llega al lector contemporáneo sin barnices innecesarios, permitiendo que sea la prosa de Fitzgerald la que vuelva a brillar con luz propia.

El gran Gatsby es, en apariencia, una historia sobre ambición, amores perdidos y fiestas interminables. Pero esa lectura apenas roza la superficie del espejo. Narrada por el inquisitivo Nick Carraway, recién instalado en Long Island tras la Gran Guerra, la novela nos introduce en la vida de Jay Gatsby, millonario de origen turbio, símbolo de una esperanza obstinada, casi infantil, por reescribir el pasado.

La voz de Nick —contenida, melancólica, lúcida— se convierte en nuestra brújula moral en un mundo sumido en la extravagancia y el vacío. A través de su mirada, Fitzgerald pinta con pinceladas precisas una sociedad que se ahoga en el champán y se disuelve en su propia farsa. Daisy Buchanan, la mujer amada por Gatsby, es tanto una persona como un concepto: la promesa inalcanzable de plenitud, la ilusión de que todo podría haber sido diferente.

Lo más inquietante de El gran Gatsby, sin embargo, no es su crítica al materialismo rampante ni su lúgubre final. Es su actualidad. En pleno 2025, en una cultura obsesionada con la imagen, la inmediatez y el brillo superficial, la historia de Gatsby nos habla con una voz escalofriantemente vigente. ¿Cuántos de nosotros seguimos, aún hoy, mirando al pasado con esperanza y autonegación, esperando que la luz verde, allá al fondo del embarcadero, todavía signifique algo?

Fitzgerald —integrante esencial de la generación perdida— logra con esta novela algo que muy pocos escritores alcanzan: capturar el alma de una época y, sin quererlo, envasar también la nuestra. En apenas 232 páginas, nos entrega una tragedia disfrazada de cuento de hadas, un himno a la ilusión y su inevitable naufragio.

La edición de Plataforma Editorial, publicada el 9 de abril de 2025, llega no solo como homenaje, sino como invitación a releer esta joya desde una nueva conciencia. En tiempos donde la apariencia sigue pesando más que la esencia, El gran Gatsby no es un eco del pasado: es una advertencia.

Quizá, al cerrar el libro, volvamos los ojos al horizonte. Y descubramos que todos, de un modo u otro, llevamos un poco de Gatsby en el pecho.