RPLAY: Fin de fiesta brilla en su llegada al DVD

“Fin de fiesta”: secretos, silencios y una edición en DVD que merece ser celebrada

«Fin de fiesta», la ópera prima de Elena Manrique, es una de esas películas que llegan con sigilo y terminan dejando una huella indeleble. Tras su paso por festivales de prestigio como Toronto (TIFF), Seminci o el Festival de Cine Europeo de Sevilla, y después de haber recibido reconocimientos como el Premio Pilar Miró a la Mejor Dirección Española y el Premio a la Mejor Actriz para Sonia Barba en FICAL, esta atípica comedia dramática ve la luz en formato DVD de la mano de A Contracorriente Films, en una edición sobria pero esencial para coleccionistas y amantes del cine con voz propia.

Un cuento moderno en clave de farsa

En apariencia, la historia de Fin de fiesta es sencilla, incluso teatral: un emigrante africano se esconde en el cobertizo de una casa señorial andaluza, desde donde observa la extraña convivencia entre una señora aristocrática, excéntrica y caprichosa, y su joven asistenta, una mujer contenida pero profundamente observadora. Cuando el intruso es descubierto —primero por la señora, luego por la criada—, ninguna de las dos comparte el secreto con la otra. El espectador, cómplice involuntario, asiste así a un juego de apariencias, tensiones silenciosas y pequeños gestos que lo dicen todo.

Lo brillante de la propuesta de Manrique no es lo que cuenta, sino cómo lo cuenta: con una dirección contenida, repleta de sutilezas y de una ironía elegante. Se palpa su experiencia como productora en obras como Celda 211 o El laberinto del fauno, pero aquí aflora algo más íntimo y personal. Manrique construye una narrativa que bebe del teatro, del absurdo, del retrato social y de la comedia negra, sin decantarse del todo por ninguno. Es justamente en ese desequilibrio donde encuentra su tono propio.

Un trío protagonista que sostiene la tensión

El reparto, en su mayoría debutante, es uno de los grandes aciertos. Sonia Barba, premiada por este papel, ofrece una interpretación contenida, poderosa desde el silencio. Edith Martínez-Val, como la señora de la casa, se desliza entre lo grotesco y lo vulnerable con una soltura inesperada. Beatriz Arjona, Frank Feys y Carlos Bernardino completan un elenco que da vida a un microcosmos atrapado en sus propias rutinas y reglas no escritas.

Una edición en DVD cuidada y accesible

La apuesta de A Contracorriente Films por editar Fin de fiesta en DVD habla del respeto por las películas que no responden a fórmulas comerciales pero poseen una visión clara y distinta. El lanzamiento, con un PVP de 16,95 €, incluye contenidos adicionales que aportan contexto y valor: el tráiler oficial, un spot para televisión, escenas eliminadas y completas fichas técnica y artística.

Además, se trata de una edición altamente accesible:

  • Audio en versión original (castellano)

  • Audiodescripción para personas con discapacidad visual

  • Subtítulos en inglés y en castellano para personas con discapacidad auditiva

En un mercado donde la accesibilidad sigue siendo un desafío, esta edición demuestra un compromiso real con todos los públicos.

El formato físico como acto de resistencia cultural

Lejos de la volatilidad de las plataformas de streaming, el formato físico sigue siendo el refugio de quienes quieren conservar, estudiar y compartir cine desde el objeto tangible. Esta edición de Fin de fiesta es más que un soporte: es un homenaje silencioso a una película que trabaja con el silencio como forma de expresión.

A Contracorriente Films continúa así consolidándose como una de las distribuidoras que mejor entiende el valor del formato físico en la era digital. No se trata solo de vender discos, sino de defender el cine como una obra completa, con materiales que la rodean, la amplifican y la preservan.

Fin de fiesta es una película pequeña en apariencia, pero inmensa en matices. Una comedia dramática que retrata la desigualdad, la alienación y el absurdo de lo cotidiano con una frescura y una inteligencia que escasean. Su llegada al DVD no solo celebra su recorrido festivalero, sino que la convierte en una obra disponible, analizable y, sobre todo, revisitable.

En un panorama saturado de estrenos fugaces y olvidables, tener en las manos una edición física de una película como esta no es solo un gesto cinéfilo: es un acto de memoria cultural.