RPLAY: Una serie que reza, grita y llora ‘La Mesías’
Hay series que se miran. Otras se disfrutan. Y unas pocas se sienten como una cicatriz que arde bajo la piel. La Mesías, la colosal creación de Javier Ambrossi y Javier Calvo, pertenece a esta última categoría. Desde su estreno original, esta ficción ha sido calificada como una de las apuestas más radicales de la televisión española reciente. Ahora, con su llegada en formato doméstico a través de Divisa Films, vuelve a cobrar fuerza la conversación sobre una obra que no se conforma con narrar el trauma: lo hace cuerpo, lo hace música, lo hace herida colectiva.
Una historia de fe, trauma y hermandad
En el centro de La Mesías se encuentra Enric, un hombre con el alma fragmentada por los recuerdos de una infancia enclaustrada bajo el fanatismo religioso. El detonante de la historia es tan contemporáneo como revelador: un vídeo viral. En él, un grupo de jóvenes —hermanas, como en un eco grotesco de ABBA o de las Flos Mariae— entona cánticos cristianos en clave pop. La imagen es inquietante, pero para Enric, es una llave que abre una puerta cerrada con sangre y miedo.
Desde ese momento, comienza un viaje hacia las raíces de su dolor: su madre, interpretada con una ferocidad hipnótica por Lola Dueñas, una mujer que se cree enviada por Dios y convierte la maternidad en un espacio de represión, culpa y control absoluto. La serie transita entre el pasado y el presente, entre la infancia aterradora de Enric e Irene —su hermana, que intenta sanar como puede— y la investigación sobre la identidad de esas chicas que podrían estar reviviendo, décadas después, la misma prisión espiritual.
La dirección de los Javis no solo dirige actores; dirige emociones, memoria, atmósferas. La puesta en escena mezcla lo litúrgico con lo cotidiano, lo camp con lo siniestro, en una fórmula que recuerda a Pasolini y a Almodóvar, pero con un sello propio e inconfundible.
El tiempo como estructura narrativa
Uno de los grandes logros de La Mesías es su forma de estructurar el relato. Con una duración total de 520 minutos repartidos en varios episodios, la serie respira, se detiene, observa. No tiene prisa por cerrar heridas. A lo largo de sus capítulos, el espectador asiste no solo al desarrollo de una historia familiar, sino a una especie de exorcismo narrativo, donde la imagen se convierte en un acto de fe invertido: una búsqueda desesperada de verdad, no de salvación.
En este sentido, cabe destacar el uso simbólico del lenguaje audiovisual. La música, compuesta ad hoc para la serie, no es solo acompañamiento: es parte del relato, es personaje, es liturgia. Los vídeos musicales del grupo pop cristiano tienen un tono al mismo tiempo cómico, perturbador y poético, y actúan como cápsulas de contenido con peso emocional propio.
Interpretaciones que entran en la carne
Roger Casamajor firma aquí una de las interpretaciones más demoledoras de su carrera. Su Enric es un hombre contenido, marcado por la culpa, por la impotencia, por la imposibilidad de nombrar. Le acompaña una sólida Macarena García, que dota de ternura y resistencia a una Irene que se niega a repetir los errores del pasado. El elenco joven que encarna las distintas etapas de la infancia aporta una intensidad que no decae nunca, sosteniendo con madurez escenas profundamente complejas.
Pero hay tres nombres femeninos que brillan con fuerza propia en La Mesías: Lola Dueñas, Carmen Machi y Ana Rujas.
Lola Dueñas está absolutamente descomunal como la madre fanática, un personaje que atraviesa toda la serie como una figura bíblica deformada por el dolor, la fe mal entendida y el poder materno convertido en yugo. Su interpretación no busca el exceso, aunque su personaje lo pide: es medida, inquietante, profundamente humana y a la vez aterradora. De esas que dejan huella.
Carmen Machi, por su parte, entrega una actuación que se cuela por las grietas emocionales del relato. Su personaje, más sutil en su construcción, aporta una energía contenida y a la vez explosiva, como si todo lo que dice escondiera otra historia detrás. Machi logra algo que solo grandes actrices pueden: habitar una escena sin necesidad de protagonizarla, y aun así dominarla. Su sola mirada en algunos momentos basta para levantar capas de significado en el relato.
Y Ana Rujas, que en los últimos años ha consolidado una carrera valiente y versátil, se convierte aquí en una de las revelaciones más memorables de la serie. Su interpretación respira desde la vulnerabilidad, desde el gesto mínimo, desde el dolor silencioso. Lejos del arquetipo o la dramatización, Rujas compone a un personaje frágil pero potente, una presencia que conmueve sin pedir protagonismo, pero que se impone con naturalidad por la profundidad emocional que transmite.
Con este trío de actrices en estado de gracia, La Mesías se sostiene como una obra coral donde cada personaje suma capas a un mosaico profundamente humano. No hay papeles menores: hay actores entregados, personajes complejos y una dirección que sabe mirar desde la empatía, incluso cuando la historia duele.
Una edición física impecable
La llegada de La Mesías en formato Blu-ray, distribuido por Divisa Films, no es solo una buena noticia para los coleccionistas: es una oportunidad de revisitar esta obra compleja desde la calma y con la mejor calidad técnica posible. La edición se presenta en un estuche de tres discos, que contiene la serie completa y un jugoso apartado de extras.
A nivel técnico, la imagen en formato 1.85:1 mantiene toda la riqueza visual de la serie original: colores saturados, contrastes oníricos y textura cinematográfica. El audio, con pistas en castellano DTS-HD Master Audio 5.1 y 2.0, permite apreciar tanto los momentos más íntimos como las composiciones musicales, verdaderos himnos religiosos-pop. También se incluye pista para invidentes y subtítulos en inglés y en castellano para sordos.
Extras que completan el universo
La edición incluye contenidos adicionales como Amada madre, Cristo por ti existo, Jesucristo, ¿dónde estás?, La casa huele a Gloria o Villancico, pequeñas piezas que amplían el mundo de la serie y lo dotan de nuevas capas de interpretación. Estos extras no son meros añadidos: son piezas narrativas que dialogan con el conjunto y enriquecen la experiencia emocional.
A ello se suma la promo de la serie, una galería de imágenes y otros elementos que ayudan a construir ese universo simbólico que tan bien manejan Ambrossi y Calvo.
Un lanzamiento que respeta la obra
El Blu-ray de La Mesías, editado por Divisa Films, no es solo una publicación de archivo: es un acto de respeto hacia una de las creaciones más osadas, complejas y emocionalmente devastadoras del audiovisual español reciente. Con un precio de 34,99 €, esta edición no solo garantiza calidad, sino permanencia. Una apuesta por lo físico frente a la volatilidad de lo digital. Por conservar. Por volver.
La Mesías es más que una serie. Es una experiencia transformadora, incómoda, poética y necesaria. Ahora, gracias a esta cuidada edición en Blu-ray, el espectador tiene la oportunidad de adentrarse (o reincidir) en este viaje al corazón de la fe, el arte y el trauma. Una joya audiovisual que merecía ser tratada con este nivel de dedicación técnica y editorial. Imprescindible.