LIBROS: La historia del anime a través de sus carteles

En un mundo saturado de estímulos visuales, hay imágenes que no solo se imprimen en nuestra retina, sino que dejan una marca indeleble en nuestra memoria emocional. “Carteles de anime. De Akira a El viaje de Chihiro”, la más reciente obra de Álvaro López Martín, publicada por la imprescindible Diábolo Ediciones, es una oda ilustrada a esos portales gráficos que nos han invitado, durante décadas, a sumergirnos en realidades paralelas hechas de tinta, celuloide y sueños.

Este libro no es un simple compendio de pósters. Es un recorrido visual, histórico y profundamente narrativo por la evolución del cine de animación japonés a través de sus carteles promocionales. Desde los primeros experimentos de la Toei Animation en los años 60 —cuando Japón comenzó a mirar de tú a tú a Disney— hasta los sofisticados códigos visuales que acompañan a fenómenos contemporáneos como Your Name. o Guardianes de la Noche, López Martín traza una línea clara entre lo estético y lo simbólico.

Lo que distingue a los carteles de anime, y que el autor analiza con precisión y sensibilidad, es su capacidad para condensar el alma de una película en una sola imagen. ¿Cómo olvidar a Kaneda caminando con determinación hacia su motocicleta roja en Akira? ¿O el instante congelado de Chihiro frente a una manada de cerdos en El viaje de Chihiro? En esos encuadres, cada color, cada composición y cada gesto están cargados de significado, y el libro se encarga de desentrañar esa semiótica con agudeza.

El autor, ya conocido por títulos esenciales como Mi vecino Miyazaki o Makoto Shinkai. A través del tiempo, el espacio y la distancia, vuelve a demostrar su dominio de la materia. Su estilo es accesible, pero nunca superficial; culto, pero nunca elitista. Tiene el don de escribir como quien conversa con un viejo amigo que sabe mucho, muchísimo, pero jamás presume.

López Martín no se limita a describir los carteles. Los sitúa dentro de un contexto más amplio: el del auge y transformación del anime a lo largo de más de seis décadas. Desde los visionarios como Osamu Tezuka y Katsuhiro Otomo, pasando por la visión filosófica y futurista de Mamoru Oshii, hasta llegar al universo lírico y ecológico de Hayao Miyazaki, cada cartel sirve como punto de entrada a una época, a una sensibilidad y a una estética concreta.

Especial mención merece el espacio dedicado al Studio Ghibli, cuyos afiches —ya sea con la silueta flotante de Totoro, los paisajes de La princesa Mononoke o la poética melancolía de El chico y la garza— han redefinido lo que puede ser un cartel de cine: no solo un llamado a la taquilla, sino una obra de arte autónoma.

Carteles de anime es, en definitiva, mucho más que un libro bonito (que lo es). Es una guía emocional e intelectual para todos aquellos que han sentido, aunque sea una vez, que una película de anime les hablaba de algo más profundo que una simple historia. Es también una celebración del arte gráfico como lenguaje universal, capaz de atravesar generaciones y geografías.

La cuidada edición de Diábolo Ediciones pone la guinda final a este viaje: gran formato, impresión impecable y una selección visual tan rica como cautivadora.

Si alguna vez te dejaste seducir por una imagen que anunciaba un mundo por descubrir; si alguna vez un cartel te prometió magia y cumplió; este libro es para ti. Y si no, prepárate para empezar a mirar los pósters de anime con otros ojos. Quizás descubras que, como los buenos espejos, reflejan algo de ti.