LIBROS: Un legado escrito con alma: crónica de un amor valiente

 

«Te encontré en Bisáu» no es solo una historia de amor, es una carta de vida, un testimonio íntimo y vibrante de lo que significa amar más allá de las fronteras físicas, culturales y sociales. Es, sobre todo, un acto de memoria. La memoria de Sonia Cámara.

Desde la primera página, el lector queda envuelto en la voz auténtica y luminosa de Sonia, una enfermera que parte rumbo a Guinea-Bisáu en abril de 2018 para colaborar en una misión humanitaria. No tarda en dejar claro que esta experiencia será más que una simple aventura profesional. Lo que Sonia encontró en aquel rincón del mundo fue mucho más profundo: una comunidad, una causa, una identidad renovada y, sobre todo, el amor de su vida, Du.

Sonia Cámara —más conocida como @mamaderizos en redes sociales— narra en primera persona con una mezcla de ternura, honestidad descarnada y humor cotidiano. No estamos ante una escritura impostada ni elaborada para el efecto literario: es una voz real, sin filtros, que transmite la urgencia vital de compartir una historia que, como ella misma dice, “merecía ser contada”. Esa urgencia la hace aún más poderosa, considerando que la enfermedad impidió que pudiera concluirla. Es Du, su pareja, quien asume la promesa de completarla, regalándonos una obra atravesada por la emoción pero también por la dignidad.

Aunque uno de los ejes temáticos del libro es el “amor prohibido”, no debemos reducirlo a esa etiqueta. Sonia reflexiona desde la experiencia sobre lo que implica sostener una relación interracial en contextos de desigualdad, prejuicios e incomprensiones, pero lo hace sin victimismo. Nos muestra con valentía los retos, sí, pero también los aprendizajes, las transformaciones y la belleza de lo que construyó junto a Mamadu. Te encontré en Bisáu es una denuncia silenciosa y, a la vez, una afirmación rotunda del poder del amor como acto político.

Cámara no escatima en detalles para situar al lector en el entorno de las misiones humanitarias. Desde la precariedad del día a día hasta las conversaciones con otros expatriados, la historia nos sumerge en una Guinea-Bisáu viva, contradictoria, hospitalaria y a veces hostil. Es también una exploración de las dinámicas internas del mundo de la cooperación internacional, que rara vez se retrata desde dentro con tanta honestidad y mirada crítica.

Quizá uno de los aspectos más conmovedores de esta obra es que es póstuma. Cada palabra resuena con el eco de una voz que ya no está, pero cuya luz se percibe en cada frase. La participación de Mamadu en la conclusión de la historia no solo le otorga un cierre emocional sino también un valor testimonial enorme. Du no solo termina un libro, termina una vida compartida con dignidad, con amor y con la certeza de que esa historia ya no es solo suya: ahora es también nuestra.

Porque no es una novela romántica al uso. Es una historia de vida. Es una lectura que te confronta con preguntas incómodas, pero necesarias: ¿Vivimos lo suficiente? ¿Amamos lo suficiente? ¿Aprovechamos nuestras pequeñas vidas para transformar algo —aunque sea a una sola persona—? Sonia lo hizo. Y Du, con este libro, también lo hace.

«Te encontré en Bisáu» es una obra profundamente humana, un legado en forma de libro que emociona, inspira y transforma. Una historia que, como Sonia soñaba, se ha vuelto eterna.