CRÍTICA: ‘Madagascar’, una loca aventura musical
¿Quién no conoce al famoso cuarteto formado por un león, una cebra, una hipopótamo y una jirafa que pasan de vivir en un zoo a ser devueltos a su hábitat natural? ¿Y quién no ha bailado y coreado al ritmo de su mítica canción “Queremos marcha, marcha”? Pues esa y otras fantásticas canciones han llegado a Madrid, al Teatro de la luz Philips, en forma de musical pensado para toda la familia.
Se trata de una apuesta que viene de fuera, de la productora italiana MAS, en colaboración con Dreamworks y All Entertainment. Una propuesta llamativa y cuidada, que ha conseguido una difícil tarea: traer a unos personajes tan peculiares y característicos de la animación a un escenario, con actores de carne y hueso.
Dirigido por Matteo Gastaldo, Madagascar el musical es una fabulosa propuesta de ocio para toda la familia, ya que los más pequeños disfrutarán de lo lindo y los no tan pequeños, lo harán también recordando la película, estrenada en 2005. Con una impresionante escenografía, absolutamente fiel al estilo que la animación conlleva, el musical nos lleva del zoo a la estación central, y de ahí a Madagascar. Destacablemente colorido también el vestuario, ambos diseño de Matteo Piedi.
Y por supuesto, un brillante elenco que, en nuestra opinión, no es sencillo elegir de una manera tan fantástica.
Adrián Salcedo es Alex, el león. Está muy bien como está, con sus cuidados, siendo la estrella del zoo. Con una maravillosa voz cantada, que ya hemos tenido ocasión de escuchar, y un fantástico trabajo corporal que respeta ese código que la animación marca. Sin lugar a dudas, ¡un trabajo espectacular!
Armando Valenzuela es Marty, una cebra con un problema de identidad. No es infeliz, pero cree que puede ser más feliz si tiene la oportunidad de conocer eso que llaman “el mundo salvaje” Maravilloso estilo, tanto interpretativo como vocal, nos ha encantado y desde aquí le deseamos el mayor de los éxitos.
Pablo Serna es Melman, una jirafa hipocondríaca que pasa más tiempo entre doctores que en ninguna otra parte. Así que salir de su zoo, donde están sus especialistas, no parece una buena idea. Tenemos que destacar el fantástico control corporal en lo que nos parece un vestuario bastante complejo. Además de un genial trabajo de personaje, aportándole matices con la voz que lo enriquecen y que es imposible que no nos recuerden al personaje animado. ¡Bravo!
Amynata Sow es Gloria, una sexi hipopótamo que en ocasiones se convierte en la única razonable del grupo. Segura de sí misma se deja llevar por las cosas nuevas que le depara la aventura en la que se han embarcado. Fantástico su trabajo constante dentro de personaje y su voz potente. ¡Enhorabuena!
Pedro Castro es el Rey Julian, un excéntrico autoproclamado rey de los lémures, tiende a aprovecharse de las ideas de otros para cubrir sus desastres. Sabe sacar ventaja de todo y no tiene ningún tipo de complejo. Si hay un personaje complicado de pasar de animación a carne y hueso, sin duda es éste. Y Pedro hace un trabajo absolutamente maravilloso. Vocal, corporal e interpretativamente hablando, podemos asegurar que el Rey Julian de la película ha cobrado vida en el escenario. Impecable, ¡felicidades!
Falco Cabo es Maurice, mano derecha del rey Julian. Conoce su manera de ser y tiene una paciencia infinita. Un trabajo al detalle, con la vis cómica perféctamente medida que le da al personaje un aire afable, lleno de matices y la comicidad que le aporta su trabajo expresivo. Un gran trabajo, sin ninguna duda.
Jonathan Varo, Álvaro de Vega, Elena González y Lucía Castro son, respectivamente, Skipper, Kovalsky, Soldado y Rico, cuatro pingüinos que están deseando largarse del zoo y viajar al que sería su hábitat natural. Estrategas y con un punto de mafiosos, buscan constantemente maneras de cumplir su objetivo. Un gran trabajo de equipo por parte de los cuatro, creando la sensación de que se tratase de un único personaje. Fantástico trabajo además cuando alguno de ellos se transforma en temible Fossa, demostrando que, además de geniales actores, también son excelentes bailarines.
Y Laura Salvador, Giada D’Auria, Miriam Camino y Sergio Wolbers completan este elenco como cuerpo de baile, pasando de guardias del zoo o viejecitas con bolsos temperamentales a simpáticos lémures. Gran trabajo coral, interpretativo y corporal.
Una propuesta de calidad que nadie se puede perder.
Datos de interés
- Lugar: Teatro de la luz Philips (Gran Vía, 66, 28013 Madrid)
- Fechas: Del 8 de febrero al 13 de mayo de 2018
- Horarios: Miércoles a viernes 20:30 h. Sábados 17:00 y 20:30 h. Domingos 16:00 y 19:00 horas.
- Venta de entradas: Web, El corte Inglés, Entradas.com y taquilla.