CRÍTICA: ‘Juguetes rotos’, un soplo de aire libre ante una realidad enjaulada
Dicen los estudios que una persona empieza a ser consciente de su propio yo entre los 4 y los 6 años. Y que a partir de ahí, se dedica a reafirmar y conocer los detalles de su persona. Eso, sencillamente, es igual para todos… Pero en ocasiones, los detalles que uno sabe de uno mismo no se ajustan a lo que parecen ser los moldes de lo que es correcto y adecuado. Porque el hecho de nacer con cuerpo de hombre no quiere decir que todo lo que está establecido para estos casos deba aplicarse en ese concreto. Y cuando eso sucede, esa persona se enfrenta a un gran sufrimiento interior, viviendo el resto de su vida encerrado dentro de sí mismo, sin comprender qué le sucede, y sobre todo, pensando que ese algo, sea lo que sea, no es bueno. O tomar la decisión de vivir acorde con lo que uno siente, pero que el resto de la sociedad no lo apruebe.
Ambas decisiones son las que se esconden en este maravilloso guión de Carolina Román, quien también lo dirige. Una historia enmarcada en la España franquista en la que sus personajes deben lidiar con su realidad aunque ésta no encaje en la realidad de los demás.
Producido por Producciones Rokamboleskas, nos presentan una historia que no busca grandes aspavientos sino hablar desde dentro, y directo al corazón y a los sentimientos. Sencilla, natural, como debería ser el tema que trata, Juguetes Rotos se convierte así en algo altamente necesario.
Una escenografía que lo dice todo de un solo vistazo, inteligentemente diseñada por Alessio Meloni y unos actores magistrales son lo que redondean esta maravilla escénica.
Nacho Guerreros es Mario, un muchacho de pueblo que nunca se ha sentido encajar. Cuando toma la decisión de salir de allí, descubrirá un mundo diferente, que comprende mucho mejor y que le dará fuerzas para aceptarse a sí mismo. Un tema tan delicado de tratar, especialmente si se quiere conseguir transmitir lo que la autora pretende, necesita, de manera categórica, de un grande, de un monstruo escénico capaz de transmitir tanto con tan poco. Y sin lugar a dudas, esa persona es Nacho. Con una sensibilidad constantemente a flor de piel, con ciertos toques de humor natural y sobre todo con un total e innegable talento escénico, nos resulta absolutamente imposible no empatizar con Mario, no entender su dolor, su sencillez y su vida en general. No se puede quedar uno indiferente ante semejante trabajo, sólo podemos quitarnos el sombrero. ¡Bravo!
Y Kike Guaza es Dorín, una mujer que nació en un cuerpo de hombre, pero que ha decidido que eso no le va a frenar. Decidida, artística, deslumbrante, cambiará la manera de Mario de ver el mundo. En un mundo en el que todo lo que se sale de la norma es depravación y pecado, Dorín lidia a diario con la realidad que la rodea, pero intenta que cada golpe le haga más fuerte. Un personaje absolutamente bello, sensible, con un toque divertido, pero sobre todo, de gran verdad. Estamos absolutamente convencidos de que sería imposible encontrar una mejor Dorín que Kike. Un trabajo fabuloso que nivela de manera perfecta la parte más dicharachera del personaje con la más realista, dura y emotiva. Nosotros nos hemos enamorado de su trabajo, y creemos que es la mejor manera de lograr que un mensaje tan importante y necesario llegue a las mentes de los espectadores y cree un pequeño poso que todos nos llevamos a nuestras casas. ¡Enhorabuena!
Siempre es un verdadero placer descubrir joyas escénicas como esta, que se ve a la legua que están desarrolladas desde el amor al ser humano y desde la necesidad de cambiar algo, porque aunque uno solo no puede cambiar el mundo, sí puede cambiar el que tiene alrededor. Por eso confiamos en que Juguetes Rotos llegue muy lejos, llegue a mucha gente, para que cada una de esas personas que hemos disfrutado de ello, podamos aportar un poco a ese cambio. Las entradas están agotadas totalmente, pero esperamos y deseamos que haya muchas más oportunidades de disfrutar de esta maravilla.
Datos de interés
- Lugar: Sala Margarita Xirgú, Teatro Español (Calle del príncipe 25)
- Fechas: del 1 de Febrero al 4 de Marzo
- Horarios: De martes a Sábado a las 20:30 Domingos a las 19:30
- Entradas: Agotadas para todas las funciones