CINE: ‘Los Radley’ Una Explosiva Mezcla de Humor, Vampiros y Drama Familiar

 

Los Radley es una comedia negra de vampiros que aterriza en los cines españoles el 11 de octubre, dirigida por Euros Lyn y basada en la exitosa novela homónima de Matt Haig. La película nos transporta a un tranquilo pueblo costero inglés donde una familia aparentemente normal esconde un secreto inquietante: son vampiros abstemios. La trama gira en torno a cómo los Radley, padres y adolescentes, enfrentan sus instintos reprimidos cuando el control sobre su verdadera naturaleza empieza a desmoronarse.

Los protagonistas de esta peculiar historia son Peter y Helen Radley (interpretados por Damian Lewis y Kelly Macdonald), quienes, tras años de abstinencia vampírica, han creado una vida respetable en las afueras. Sin embargo, sus hijos adolescentes, Clara y Rowan, desconocen el oscuro pasado de sus padres hasta que un evento desata el caos en sus vidas, obligándolos a confrontar su verdadera naturaleza. La película es una mezcla intrigante de humor negro, crítica social y un análisis sobre los deseos ocultos, todo ello envuelto en la clásica atmósfera gótica del cine de vampiros.

Las actuaciones son clave para el éxito de Los Radley, y el reparto principal ofrece interpretaciones que capturan tanto el lado oscuro como el humor de la historia. Damian Lewis se luce al interpretar dos papeles completamente opuestos: Peter, el padre vampiro moderado y ético, y su gemelo Will, el pariente hedonista y descontrolado que irrumpe en la vida de la familia. La versatilidad de Lewis se manifiesta en la forma en que equilibra a ambos personajes, mostrando el conflicto moral y la represión en Peter, mientras que su versión como Will es la personificación del caos y la libertad sin restricciones. Esta dualidad agrega una capa de tensión y dinamismo a la película, ya que la presencia de Will desata una espiral de eventos incontrolables.

Kelly Macdonald, por su parte, brilla como Helen, la madre que lucha por mantener una fachada de normalidad mientras se enfrenta a sus propios deseos reprimidos. Macdonald combina con maestría el sufrimiento interno de Helen con momentos de comedia, logrando que el personaje se sienta real y cercano, incluso en una situación tan surrealista como ser una vampira que renuncia a su naturaleza. Su habilidad para moverse entre la tragedia y la comedia aporta profundidad emocional, convirtiendo a Helen en el corazón de la familia Radley.

Los hijos adolescentes, interpretados por Harry Baxendale (Rowan) y Bo Bragason (Clara), también destacan en sus roles. Rowan es un joven introvertido y reflexivo que lucha no solo con su recién descubierta identidad vampírica, sino también con su sexualidad, un aspecto que la película trata con sensibilidad. Baxendale transmite la vulnerabilidad de un adolescente que se siente diferente en más de un sentido, aportando una dimensión humana a la trama. Clara, en cambio, es un torbellino de energía que desencadena los eventos principales de la película cuando cede a sus instintos vampíricos. Bo Bragason logra hacer de Clara un personaje feroz pero entrañable, cuyas acciones impulsivas empujan a la familia al borde del abismo.

Además del núcleo familiar, Jay Lycurgo, en el papel de Evan, el amigo de Clara y el interés amoroso de Rowan, aporta una subtrama romántica y emocional que equilibra la comedia con el drama, dándole un toque de ternura a la historia.

Aunque Los Radley es una comedia negra con momentos de humor absurdo, también explora temas profundos como la adicción, el deseo reprimido y el precio de conformarse a las expectativas sociales. El vampirismo se utiliza aquí como una metáfora de los conflictos internos que enfrentan los personajes, desde la lucha por reprimir sus impulsos hasta la búsqueda de autenticidad en un mundo que exige conformidad. La película, sin duda, le da un giro al género vampírico tradicional, alejándose del clásico terror gótico para adentrarse en una sátira sobre la vida de clase media.

Los paisajes sombríos del pueblo costero inglés y la paleta de colores apagados en la vestimenta de los personajes vampiros contrastan con el pastel de sus vecinos ignorantes, acentuando la dicotomía entre la civilización y los instintos primarios. El director Euros Lyn emplea esta atmósfera visual para realzar los momentos de tensión y para destacar los cambios emocionales en los personajes, utilizando el rojo como símbolo de adicción y transgresión.

Los Radley ofrece una combinación refrescante de comedia, crítica social y drama vampírico, con un reparto estelar que consigue hacer de esta historia una reflexión divertida y emotiva sobre la familia, la represión y el deseo. La película no solo busca entretener, sino que también invita al público a cuestionar qué significa ser fiel a uno mismo en un mundo lleno de expectativas. Con una narrativa que oscila entre lo absurdo y lo conmovedor, Los Radley promete ser una experiencia cinematográfica original que mezcla terror y humor de manera brillante.

Sin duda, es una película que hará reír, estremecerse y reflexionar, dejando al espectador con un mensaje claro: a veces, ser diferente es lo que nos hace verdaderamente humanos.