LIBROS: ‘Los niños de altamar’ una historia de destino, tragedia y búsqueda
En la literatura contemporánea, hay historias que sacuden al lector, que lo sumergen en un torbellino de emociones y preguntas sin respuesta. Los niños de altamar, el primer libro de Virginia Tangvald, es una de ellas. Este relato autobiográfico mezcla la investigación familiar con la crónica de un destino trágico marcado por el mar. Inspirado en su propia vida, el libro nos introduce en una odisea personal que parte de la desaparición de su hermano Thomas y la figura legendaria de su padre, el navegante Peter Tangvald.
Tangvald no solo se sumerge en el pasado de su familia, sino que también intenta desentrañar el peso de la herencia emocional y la manera en que los secretos pueden moldear generaciones. Con un estilo que oscila entre la crudeza de la verdad y una prosa poética que atrapa al lector, su relato se convierte en un viaje de autodescubrimiento tan doloroso como necesario.
Un destino atado al mar
«Esta historia es una búsqueda familiar», explica Tangvald en una entrevista exclusiva con Citeyoco. «Intento entender cuál es ese destino trágico que parece perpetuarse en mi familia». Su padre, un marinero que dio varias veces la vuelta al mundo en un barco construido por él mismo, se casó siete veces. Su madre, Florence, fue la séptima esposa. Dos de las anteriores murieron en extrañas circunstancias. Peter Tangvald falleció en un naufragio junto a su hija Carmen cuando Virginia tenía apenas cinco años. Años después, su hermano Thomas también desapareció en el mar, como si fuera imposible escapar de una maldición acuática.
Nacida en alta mar, la autora reconoce que su relación con la idea de hogar ha sido siempre compleja: «Es un concepto bello, pero también difícil. Me siento como si viniera de ninguna parte, siempre errante, como un fantasma más que como una persona». La contradicción entre la libertad absoluta y la sensación de desarraigo es una constante en su vida y, por ende, en su narrativa.
Un padre legendario, una verdad incompleta
Peter Tangvald ha sido descrito como un navegante legendario, pero también como un hombre envuelto en tragedias. Para su hija, conocerlo significaba reconstruir su historia, rellenar los huecos de un relato que él mismo había moldeado a su antojo. «No necesariamente mintió, pero decidió incluir y excluir ciertas cosas de su vida», confiesa Virginia. «Para él, la libertad era más importante que cualquier otra cosa, incluso que la muerte». Este descubrimiento fue clave para comprender la esencia de un hombre que marcó su destino sin siquiera estar presente en su infancia.
El libro está impregnado de esa reconstrucción fragmentaria de la memoria. Tangvald, con una meticulosidad casi detectivesca, combina documentos, testimonios y sus propios recuerdos para dar forma a un retrato complejo y profundamente humano de su padre. Pero también es un acto de liberación, una manera de desafiar el peso de una historia que parecía escrita desde antes de su nacimiento.
Una obra impactante y conmovedora
Los niños de altamar no es solo un testimonio personal; es también una obra literaria que navega entre géneros. Con una prosa intensa y una estructura que combina el relato de naufragio, la crónica familiar y la introspección, Tangvald logra construir un testimonio vibrante sobre la memoria, la identidad y la necesidad de enfrentarse a un pasado marcado por la pérdida. Su capacidad para mezclar la investigación documental con una narración conmovedora convierte su debut en una lectura absorbente y profundamente conmovedora.
La autora se adentra en los silencios familiares, en los vacíos de la historia, para intentar comprender no solo el destino de los suyos, sino también su propio lugar en el mundo. Cada página está impregnada de un anhelo de respuestas, de una lucha por dar sentido a una vida marcada por la ausencia y el mar como testigo perpetuo.
Con una sensibilidad que recuerda a autoras como Delphine de Vigan o Vanessa Springora, Tangvald no solo expone su historia, sino que también invita al lector a reflexionar sobre el peso del linaje, la herencia emocional y la posibilidad de escribir un destino distinto. Los niños de altamar es una historia de sombras y revelaciones, de amor y pérdida, de un destino que, por primera vez, alguien intenta esquivar. Un debut literario que deja una huella profunda y que confirma a Virginia Tangvald como una voz potente y necesaria dentro de la narrativa contemporánea.