LIBROS: ‘El espía’ de Jorge Díaz, cuando el pasado se convierte en una amenaza

El espía, la más reciente novela de Jorge Díaz —reconocido por formar parte del fenómeno literario Carmen Mola—, es mucho más que un thriller histórico ambientado en una España marcada por los ecos de la guerra. Es una inmersión magistral en las sombras de la identidad, el poder y la memoria colectiva de un siglo desgarrado.

La novela arranca con una escena tan brutal como simbólica: el cuerpo destrozado de un hombre aparece en una playa de Mojácar, Almería, en plena década de los 50. A partir de este hallazgo se despliega una investigación que va más allá del crimen y que pone en jaque las certezas del joven cabo Javier Bermejo, un protagonista con la frescura del novato y la profundidad del héroe clásico.

Díaz propone un relato donde nada es lo que parece. El hombre asesinado —¿víctima, verdugo, traidor o mártir?— es un enigma tan espeso como la propia historia europea del siglo XX. Con una estructura narrativa que alterna tiempos y escenarios, la novela transita desde la Barcelona convulsa de 1917 hasta una España rural de posguerra, plagada de silencios, secretos y alianzas peligrosas.

Uno de los mayores logros de El espía es su ambición documental. El autor ha hecho un trabajo de orfebrería histórica, incorporando personajes reales que se entrelazan con la ficción sin perder verosimilitud. La figura del misterioso Barón —el supuesto espía— se convierte en el hilo conductor de una reflexión más amplia: ¿cuánto puede sobrevivir un hombre que ha pactado con todos los bandos posibles, desde el nazismo hasta el sionismo?

La novela está atravesada por temas poderosos: la ambigüedad moral, la traición, la seducción como forma de poder, y la violencia como lenguaje de la época. Díaz, con su experiencia como guionista, construye escenas cargadas de tensión cinematográfica, que mantienen al lector atrapado hasta el desenlace, sin recurrir a efectismos ni lugares comunes.

A destacar también, el retrato que hace de la España de los años 50: opaca, rígida, desconfiada. Un país aún tambaleante tras la Guerra Civil, donde la figura del espía no solo encarna un peligro, sino también un espejo en el que nadie quiere mirarse.

Para los seguidores de Carmen Mola, esta obra tiene ecos familiares: ritmo sostenido, personajes complejos y un gusto por lo escabroso que nunca cae en lo gratuito. Pero El espía brilla con luz propia. Jorge Díaz demuestra, una vez más, su destreza como narrador en solitario, capaz de unir historia y ficción con una soltura que pocos autores consiguen.

En definitiva, El espía es una lectura imprescindible para quienes buscan algo más que una novela de intriga: es un viaje a las tinieblas de un siglo, contado con inteligencia, emoción y una elegancia implacable.