LIBROS: «El misterio Hannah Larson», cuando la oscuridad no se archiva
Nueva York siempre ha sido escenario de secretos, pero pocas veces esos secretos han sido tan bien encajados en el género negro como en El misterio Hannah Larson, la segunda novela de Alexandre Escrivà. Con apenas 29 años, el autor valenciano confirma lo que ya apuntaba en su debut: estamos ante una de las voces más interesantes del thriller en lengua española.
La premisa es tan cinematográfica como brutal: Patrick Howard, periodista estrella de true crime, se suicida en directo en el programa con más audiencia del país. Lo que parece un acto desesperado pronto se convierte en el primer caso de la inspectora Alison Hess, una novata marcada por el síndrome del impostor y las sombras de su pasado. En su investigación, Alison descubre que Howard trabajaba en un libro sobre el asesinato sin resolver de Hannah Larson, una joven de diecisiete años cuyo cuerpo apareció a orillas del Hudson en 1993. El manuscrito ha desaparecido. Y con él, la posibilidad de cerrar una herida que lleva décadas supurando en los despachos de la élite neoyorquina.
Lo que hace de esta novela un thriller notable no es solo la tensión —dosificada con el pulso de un autor que ha entendido las reglas del género y sabe cuándo romperlas—, sino su inteligente estructura narrativa. La historia se despliega en tres líneas temporales: la investigación actual de Hess, los capítulos del manuscrito perdido y fragmentos del pasado de Patrick Howard. Escrivà entrelaza estos hilos con una habilidad que recuerda, por momentos, a Joël Dicker y su La verdad sobre el caso Harry Quebert, pero con un toque personal más introspectivo, más herido.
La ciudad de Nueva York no es solo un decorado: es un personaje más. Desde los majestuosos edificios de Manhattan hasta la crudeza del Bronx, pasando por la melancolía lluviosa del parque Fort Washington —donde Hannah fue asesinada—, la ciudad palpita con el ritmo narrativo. Escrivà demuestra un conocimiento del paisaje urbano que no es solo documental: sabe cómo usar los espacios para construir atmósfera y presión psicológica.
Alison Hess, la detective protagonista, es otro de los grandes aciertos. Vulnerable, metódica, herida, obsesiva, humana. En un género a menudo dominado por arquetipos masculinos, Hess aporta una mirada fresca sin caer en la caricatura de la heroína de manual. Su evolución es sutil pero potente, y su relación con el caso Hannah —una joven a la que ni conoció, pero con la que establece un vínculo silencioso— añade una profundidad emocional que eleva el conjunto.
La novela también plantea una reflexión incómoda sobre el sensacionalismo, la memoria colectiva y los límites del periodismo de investigación. ¿Puede una verdad demasiado incómoda justificar su ocultamiento? ¿Quién decide qué merece ser contado y qué no?
Con El misterio Hannah Larson, Alexandre Escrivà entrega un thriller de alta factura, repleto de giros inesperados, personajes bien perfilados y una mirada crítica al poder, la moral y la verdad. Un rompecabezas que se disfruta pieza a pieza, incluso cuando el lector empieza a sospechar que la imagen final quizá no sea tan tranquilizadora como querría.
Un autor a seguir. Una novela a no olvidar.