CINE: Fernando Colomo reinventa la comedia familiar con una propuesta innovadora
Con más de treinta años de trayectoria en el cine español, Fernando Colomo vuelve a sorprender con Las delicias del jardín, una comedia íntima que combina su habitual sentido del humor con una apuesta técnica poco convencional: la película fue rodada íntegramente con un teléfono móvil. Esta decisión no solo evidencia un espíritu experimental, sino que también aporta a la obra una frescura visual y una cercanía que refuerzan la autenticidad de la historia.
El filme se centra en la compleja relación entre un pintor veterano y su hijo, también artista, quienes tras verse forzados a compartir espacio y vida, enfrentan sus profundas diferencias tanto en lo profesional como en lo personal. La convivencia tensa y a la vez cómica entre ambas generaciones genera situaciones que oscilan entre el desencuentro y la complicidad, explorando con humor y sensibilidad temas como el paso del tiempo, la creatividad y los vínculos familiares.
Colomo, que además de dirigir protagoniza la película, ha contado con un reparto que suma fuerza y carisma, entre los que destacan Carmen Machi y Antonio Resines, actores que aportan peso y equilibrio a la trama sin perder la naturalidad que caracteriza al film. La presencia de Pablo Colomo, hijo del director y coguionista, introduce una perspectiva fresca y generacional que enriquece el relato, alejándolo de cualquier cliché.
El uso del teléfono móvil como herramienta de rodaje supone un desafío y una innovación en un panorama cinematográfico cada vez más abierto a nuevas formas de creación. Esta elección facilita un rodaje ágil y dinámico, con una cámara que se adapta a los espacios reales en los que transcurre la historia, principalmente vinculados al mundo del arte contemporáneo. La estética resultante se aleja de la frialdad de producciones más pulidas, invitando al espectador a una experiencia más cercana e inmediata.
La dirección de fotografía, a cargo del prestigioso José Luis Alcaine, combina su sensibilidad habitual con esta técnica innovadora para lograr un equilibrio entre lo artesanal y lo espontáneo. La banda sonora, compuesta por Fernando Furones, acompaña con sutileza una narrativa que no pretende grandes alardes, sino contar una historia honesta y entrañable.
Las delicias del jardín es, en definitiva, una muestra clara de cómo el cine puede adaptarse a los nuevos tiempos sin perder la esencia de contar historias humanas. Colomo demuestra que, con ingenio y oficio, es posible reinventar formatos y estilos para crear una obra que se siente contemporánea y profundamente personal. Una comedia que invita a reflexionar sobre el arte, la familia y las segundas oportunidades, mientras se disfruta de una mirada fresca y cercana al mundo del cine.