LIBROS: ‘730 días’ la vida en suspenso, el alma en presente
Sergio Peris-Mencheta no ha escrito un libro más sobre la enfermedad, sino un testimonio que se funde con la carne misma del tiempo. 730 días. La enfermedad como espejo del tiempo, publicado por Editorial Planeta, es un viaje íntimo, despojado de eufemismos, donde el cuerpo y la conciencia colisionan frente a una palabra que lo cambia todo: leucemia.
Desde la primera página, el actor y director se sumerge en una narración que no pretende aleccionar ni embellecer, sino mostrar —con brutal sinceridad y una extraña serenidad— lo que significa mirar a la muerte a los ojos sin dejar de abrazar la vida. Peris-Mencheta convierte su tránsito clínico por hospitales, tratamientos, sueños rotos y piel erosionada en una bitácora poética de resistencia espiritual y redescubrimiento personal.
Dualidades vividas: Sergio vs Ser
Uno de los grandes aciertos narrativos del libro es la introducción de la figura del «Ser», una especie de conciencia superior que observa al «Serioshka» terrenal —nombre afectuoso que el autor adopta para sí mismo—, acorralado por el miedo, la incertidumbre y el dolor físico. Esta dicotomía entre el observador y el observado, el alma y el cuerpo, el que siente y el que trasciende, se convierte en hilo conductor y soporte filosófico del texto. No es un recurso literario, sino un acto de supervivencia emocional.
Un libro que respira en presente
Cada capítulo no solo relata etapas de la enfermedad o hitos médicos, sino que construye un universo afectivo en el que lo cotidiano —una conversación con la pareja, la mirada de un hijo, el sonido de un monitor cardíaco— cobra una dimensión mística. La escritura de Peris-Mencheta, cercana y precisa, bordea la crónica personal y la meditación existencial sin caer en lugares comunes.
Hay algo profundamente humano en este libro, y es la capacidad de preguntarse, incluso en el momento más oscuro: ¿qué es lo que realmente necesito, y qué es solo una ilusión fabricada por el miedo o el deseo? La enfermedad como reveladora de verdades internas, como espejo cruel pero clarificador, es el gran subtexto que atraviesa estas 288 páginas.
Entre bambalinas y células madre
Quien conoce la trayectoria profesional de Sergio —con su potente presencia en el teatro, su capacidad de dirección y su fuerza como actor— encontrará aquí al hombre detrás del telón. El relato de su tratamiento en Los Ángeles, acompañado por su familia y sostenido por una red de afectos que él mismo denomina “cómplices”, es también un homenaje a lo colectivo en tiempos de fragilidad.
El gesto de su hermano, donándole médula ósea desde Madrid, simboliza esa cuerda invisible que une los cuerpos cuando la esperanza parece aferrarse a un hilo. Peris-Mencheta no subraya el heroísmo: lo deja fluir, como todo en este libro, con la misma naturalidad con la que cruza los dedos bajo las sábanas esperando el día del trasplante.
Conclusión: un manifiesto involuntario de amor por la vida
730 días no es solo una obra literaria; es una llamada suave pero firme a detenernos. A escuchar. A entender que, incluso en los días más aciagos, hay espacio para la gratitud, el humor, el asombro. Y sobre todo, para el amor.
No hay moralejas. No hay promesas de curación milagrosa. Solo la palabra como salvavidas y la honestidad como brújula.
Peris-Mencheta ha hecho teatro del más íntimo: el de la carne que se transforma, el de la conciencia que despierta.
Imprescindible. No solo para quienes han conocido la enfermedad, sino para todos los que respiran.