LIBROS: El deseo y la herencia del silencio: Yael van der Wouden sacude la novela europea

En su deslumbrante primera novela, La guardiana, la escritora neerlandesa-israelí Yael van der Wouden ofrece una experiencia literaria tan contenida como incandescente. Galardonada con el Women’s Prize for Fiction 2025 y finalista del Booker Prize 2024, esta obra se erige como una de las ficciones más perturbadoras y elegantes del panorama actual.

Ambientada en la Holanda rural de los años sesenta, La guardiana nos conduce a una casa de campo donde el tiempo parece suspendido. Isabel, su protagonista, vive anclada a un pasado moldeado por la guerra y el aislamiento, hasta que la llegada de Eva —la pareja de su hermano— irrumpe en su frágil equilibrio doméstico. Lo que comienza como una convivencia forzada se convierte en un duelo íntimo entre dos mujeres que encarnan pulsiones opuestas: el control y la libertad, la represión y el deseo.

Van der Wouden traza este vínculo con una precisión psicológica admirable, logrando que el calor sofocante del verano se convierta en un personaje más. La atmósfera —densa, magnética, cargada de presagios— encierra una tensión que va más allá del argumento: la novela se despliega como un estudio sobre los límites del deseo, la memoria histórica y la herencia emocional del trauma.

La autora convierte la casa, escenario central del relato, en un espejo del alma: un espacio habitado por los ecos del pasado y los fantasmas de una Europa que intenta recomponerse tras la guerra. Su escritura —limpia, sensual y profundamente simbólica— recuerda por momentos la precisión de Patricia Highsmith o la crudeza de Ottessa Moshfegh, pero conserva una voz inconfundiblemente propia: audaz, poética y moderna.

Más que una historia sobre la posguerra o la identidad, La guardiana es una novela sobre la necesidad —y el peligro— de mirar de frente los deseos que nos definen. Van der Wouden, con una madurez literaria insólita para un debut, consigue que el silencio pese tanto como las palabras. Su obra no sólo interpela la conciencia histórica europea, sino también las sombras íntimas que todos arrastramos.

Con La guardiana, Yael van der Wouden confirma que el futuro de la narrativa contemporánea no teme a la incomodidad, ni a la belleza que nace del conflicto. Una lectura imprescindible para quienes buscan en la literatura algo más que consuelo: una verdad que arde.