LIBROS: “El eco que nadie quiere oír: Jordan Tannahill y la inquietante búsqueda de sentido en Los que oyen”

Con Los que oyen, el canadiense Jordan Tannahill confirma que la literatura contemporánea aún puede ser tan incómoda como hipnótica. El autor —conocido por su audacia teatral y su exploración de los límites del cuerpo y la percepción— entrega una novela que se mueve entre el thriller psicológico, el realismo especulativo y la crítica social, construyendo un retrato inquietante sobre la fragilidad de la verdad en tiempos de ruido y desconfianza.
La protagonista, Claire Devon, es una profesora de secundaria que un día comienza a percibir un zumbido constante, un sonido grave e inexplicable que solo ella parece oír. Lo que al principio parece una rareza fisiológica se transforma en un viaje al borde del delirio, una experiencia que la aisla de su entorno y la empuja a cuestionar su propia cordura. En su desesperación por hallar respuestas, Claire descubre a otras personas que aseguran escuchar lo mismo. A partir de ese punto, la historia se abre como una grieta que deja escapar preguntas más amplias: ¿hasta qué punto nuestras creencias son una defensa frente al abandono? ¿Qué sucede cuando lo invisible toma cuerpo y exige ser escuchado?
Inspirada en el real “zumbido de Windsor”, un fenómeno acústico que desconcertó a comunidades de Canadá y otros lugares del mundo, la novela trasciende el misterio científico para convertirse en un estudio minucioso sobre la necesidad de pertenecer, el deseo de validación y las formas sutiles del fanatismo cotidiano. Tannahill —que se mueve entre la literatura, la performance y la dirección escénica— escribe con una precisión que roza lo cinematográfico. Cada capítulo palpita con tensión y vulnerabilidad, mostrando cómo una experiencia sensorial puede desbordar la razón y convertirse en un acto de fe.
La adaptación televisiva por la BBC, estrenada en Filmin con Rebecca Hall como protagonista, confirma la potencia visual y emocional del relato. Pero donde el formato audiovisual indaga en la atmósfera del misterio, la novela se adentra en la anatomía del miedo y la soledad, explorando la grieta que separa lo real de lo percibido.
Con Los que oyen, Tannahill plantea un espejo de nuestra época: un mundo saturado de información pero hambriento de significado. Es una lectura que no busca respuestas, sino que nos obliga a escuchar —quizás por primera vez— el zumbido de nuestras propias certezas.