IMPRO: ‘La Consulta’ crea adicción

¿Tienes una dolencia? ¿Un problema vital sin resolver? Doctores de la impro abren La Consulta para buscar la solución en Teatros Luchana.

El tratamiento se presenta en forma de espectáculo de improvisación teatral. Pertenece al grupo de medicamentos para el buen humor y se administra en el teatro. Para los problemas de sus pacientes, los doctores recetarán diferentes dosis de impro para encontrar una posible solución. Resultados inmediatos. Crea adicción en absolutamente todos los pacientes.

QUÉ ES

• Se presenta en forma de improvisación teatral.
• Pertenece al grupo de medicamentos para el buen humor y se administra en teatros.
• Está indicado para hacer reír y relativizar los problemas del día a día.
• Cada envase contiene 80 minutos de improterapia a cargo de 4 actores.
  La compañía se conforma de 5 elementos pero se administra en sesiones de 4.

CÓMO TOMAR ESTE MEDICAMENTO

• Debe informar a su médico (por escrito) de cuál es su problema.
• Los doctores elegirán al azar una de las dolencias recogidas y recetarán una dosis de impro ficcionando una posible solución.
• Dicho tratamiento se aplicará varias veces, analizando los dolores con diversos prismas cómicos.

EFECTOS ADVERSOS

• Crea adicción en absolutamente todos los pacientes.

En este momento que vivimos en el que parece que hay siempre más problemas que soluciones, siempre nos quedará el teatro. Ese lugar donde poder reír,  llorar y terminar bien un mal día.  Los “Doctores de la Impro” han actuado, desde 2010, en diferentes salas de Madrid, sus espectáculos también han viajado a lugares como Ciudad Real o Sevilla. Ahora los encontramos en los Teatros Luchana todos los sábados en “La Consulta”.

Un médico que llevaba una píldora gigante debajo del brazo me pidió que escribieran uno de mis problemas en un papel nada más entrar en el teatro. Sí,  lo confieso, deje volar mi imaginación y no fui del todo sincera. Era una oportunidad para poner a prueba a los “doctores de la impro” y ahí comenzó la diversión,  ahí comenzó La Consulta. 

Los papeles que el público había rellenado estaban llenos de problemas disparatados y a ellos se enfrentó el equipo de actores con una gran creatividad, dispuestos a todo. Durante una hora y media se combinaron en el mismo espacio la improvisación, las carcajadas y alguna que otra sorpresa. 

He de reconocer que en los espectáculos de impro no sólo me sorprende la creatividad de los actores, también la imaginación desbordante del  público. Salí de La Consulta con esa sensación tan agradable que produce la risa. La verdad es que no solucionaron mi problema, pero pienso volver porque de todos modos no era tan grave.