CRÍTICA: ‘Clásicas Envidiosas’, como nunca imaginaste a Shakespeare

 Martelache se adentra en el universo de William Shakespeare con «Clásicas Envidiosas»

Por Scarlett Laliberte

 


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La loca visión de Martelache sobre los clásicos de la literatura, en especial de Shakespeare, se convierte en un universo atemporal en el que todo vale y en el que todos los espectadores se sienten cómodamente involucrados en cuanto estos artistas empiezan a entrar en materia.

 
Pese a citar obras y textos muy conocidos y versionados hasta la saciedad «Clásicas Envidiosas» consigue lo imposible: crear algo realmente diferente. La premisa se sostiene en las leyes de las obras de la época, manteniendo los personajes femeninos interpretados por hombres realmente bien escogidos.
 
Se nos presenta una Ofelia:  maravillosa y trabajada, la burla a este personaje es tierna y escandalosa a partes iguales y aunque en el inicio pueda parecer lo contrario no cae jamás en el exceso de lo grotesco y consigue perfilar un personaje entrañable y canalla. Sin duda es la apuesta más fuerte del reparto, la cómplice del público por excelencia y la interpretación que más brilla con notable diferencia sobre el resto.
 
Ella traslada todos los problemas que vienen teniendo las mujeres desde siglos atrás hasta nuestros tiempos con todo el sentido del humor posible, y ella nos sirve de guía para conocer los entresijos de Hamlet, Romeo y Julieta o la mismísima Lady Macbeth.
 
A lo largo de la obra nos podemos encontrar con sutiles guiños a la actualidad política o clásicos del cliché español perfectamente encajados en la trama, dotando la experiencia de un aura sin tiempo y creando lugar realmente especial, consiguiendo unos gags inteligentes y elaborados con una lectura que muchas veces va más allá del chiste fácil.
 
Pese a ello es una pieza bastante naif, fácilmente hace cómplice al público de sus constantes bromas sobre nuestra sociedad actual pero muy difícilmente conseguirá que alguien se sienta ofendido. La medida exacta tan difícil de conseguir.
 
Los personajes masculinos de «Clásicas Envidiosas» son pusilánimes hasta lo surrealista, lo que le da el contrapunto ideal para que se vean avasallados por todas esas heroínas improvisadas que se nos plantean y crea el escenario adecuado para las situaciones de comedia que nos harán disfrutar de un par de horas que se pasan en visto y no visto.
 
Los narradores, dos reporteros radiofónicos, no tienen a penas protagonismo y se podrían advertir como innecesarios, pero resulta una buena maniobra para situar a espectador y dar un respiro en el momento adecuado. No se abusa de esta figura y aporta una buena guía situacional, así que de nuevo mi enhorabuena por saber tomar la medida adecuada para conseguir el equilibrio narrativo que pide la historia.
 
Creando la carcajada casi sólo con pisar el escenario  es imprescindible mencionar Julieta, una Julieta única que probablemente no nos hubiéramos imaginado nunca de esta guisa y sólo con el shok que causa por la diferencia entre el personaje que guardamos en nuestra memoria y el que vemos sobre el escenario ya tendremos la sonrisa en la cara toda la noche. Todo un alarde de imaginación cortesía de Martelache.
 
Para pasar un buen rato, una noche diferente y reflexionar sobre lo que la literatura nos ha dejado en herencia es una excelente propuesta muy recomendable de la que disfrutar cualquier noche de verano.
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La obra se podrá disfrutar desde el 6 de julio al domingo 7 de agosto en el Pequeño Teatro Gran Vía.

La historia comienza en el acto tercero, escena primera de Hamlet, Príncipe de Dinamarca. Esta maravillosa escena lleva interpretándose cuatrocientos años, pero esta noche algo no va bien. Ofelia se rebela y rechaza la idea de suicidarse. La doncella está cansada de su papel pasivo de dama frágil y desequilibrada por lo que decide que quiere vivir y disfrutar de la vida. Ante esta nueva línea de acontecimientos, Hamlet se ve obligado a casarse con la dama y comenzar los festejos. A partir de aquí los acontecimientos y situaciones serán cada vez más locos y sorprendentes. La comedia está servida.

Martelache estrena esta desternillante parodia de ambientación shakesperiana que es Clásicas envidiosas con motivo del cuarto centenario de la muerte del bardo inglés (fallecido entre el 23 de abril y el 3 de mayo de 1616 en Stratford-upon-Avon, Warwickshire, Reino Unido). Esta parodia es uno de los textos más divertidos y elaborados de Chema Rodríguez-Calderón hasta la fecha. Se ha cuidado al máximo hasta el más mínimo detalle de la producción. La compañía cuenta en esta ocasión con un equipo artístico y técnico excepcional, de primer nivel. Uno de los grandes valores de esta producción es su director Juanma Cifuentes, un auténtico maestro de la comedia y gran experto tanto en el dibujo de imágenes escénicas como en la construcción del texto. Clásicas envidiosas pretende ser un producto cómico realizado con un exquisito rigor artístico. 

 

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Martelache es un grupo de artistas que, en lo que se refiere a la creación de espectáculos y obras de teatro, no deja de probar y trabajar para ampliar sus horizontes, no sólo en la creación sino en la distribución de sus trabajos. Martelache ha estrenado dieciocho producciones propias y siete coproducciones. En sus proyectos siempre ha trabajado para que sus obras y espectáculos tengan cada vez una mayor difusión. La compañía acumula ya seis giras nacionales, y realizó su primera gira internacional latinoamericana en la primavera de 2005 por cuatro ciudades de Salvador, Honduras y Nicaragua y ha participado en más de veinte muestras de teatro dentro y fuera de España. En cada uno de sus estrenos Martelache ha dado un paso más en el marco de la producción y distribución: Idioteces profundas contadas por Imbéciles inteligentes, (2001-2002) superó las 170 funciones, los 13.000 espectadores y giró durante más de cinco años, El arte del delirio (2003) fue estrenado en la Muestra de Teatro del Festival Internacional de Benicàssim / FIB 2003, Hombres ineptos que caminan hacia nadie, (2004) fue galardonado con el Premio 2003 Mejor Dramaturgia Original FUNDACIÓN CNC & FUNDACIÓN AUTOR. Sus últimos montajes siguen acumulando éxitos para la compañía: Noches locas de cabaret, mentiras y pecados superó las 220 funciones y los 10.000 espectadores, Comedia idiota con título absurdo (2006) es uno de sus montajes con mayor éxito de crítica siendo galardonado con varios premios en el X Certamen de Comedias de la Palma en 2008 incluyendo Mejor Actor (Chema Rodríguez) y Mejor Actriz (Sara Párbole). Mamá!! ¿Qué es el Breakdance? surgió el deseo de comenzar una línea de teatro para niñ@s. Dentro de esta línea, uno de los mayores éxitos que ha generado la compañía es el teatro para bebés, ya son cuatro obras en repertorio para niñ@s de 0-3 años. I Love You, la primera obra de esta serie ha superado ya las 300 funciones y los 11.000 espectadores. Martelache también colabora con compañías cuyo trabajo artístico merece distinción. La compañía llevó La Hostería de la Posta a Almagro 2013 asumiendo la labor de producción ejecutiva. Ahora Venezia Teatro se ha convertido en una de las compañías emergentes en teatro clásico y vuela en solitario. También ha colaborado en montajes como Mariua… el musical (Premio del Público Escena Simulacro 2014). En todos sus estrenos y colaboraciones la línea de trabajo siempre ha sido fiel a su objetivo primordial: experimentar sobre las posibilidades escénicas de la comedia. Después de ver los resultados, Martelache continúa trabajando en mejorar su nivel de realización y creación.

 

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