CRÍTICA: La receta magistral de Shakespeare aderezada con mucho arte

 

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Es ya algo habitual en la cartelera teatral encontrar versiones actualizadas de grandes clásicos. Lenguaje modernizado, versiones novedosas y textos revisados pensados para ser acercados al público más actual. Pero hoy nos encontramos con algo diferente: un clásico de William Shakespeare donde los personajes conservan sus ropajes de época, hablan con el mismo y enrevesado entretejido de palabras y mantienen su historia tal y como ha sido siempre. Y sin embargo sigue transmitiendo la sensación de encontrarse con algo recién escrito, con un texto perfectamente comprensible y en el que queremos adentrarnos, para disfrutar, sufrir y alegrarnos con las pericias de esos hombres y mujeres que, por algún capricho del destino, parecen estar abocados al enredo.

Dos gemelos, separados al nacer y  viviendo en dos ciudades enemigas, se encuentran por primera vez en un mismo lugar, claro que no al mismo tiempo, lo que ocasionará que el resto de personajes se lleven a confusión, originando un cúmulo de equivocaciones y reacciones divertidas, y en ambos gemelos, que su vida dé un giro inesperado de un momento a otro.

Con un texto adaptado por Carlota Perez-Reverte Mañas y dirigido por Alberto Castrillo-Ferrer, vuelve a ponerse en pié este gran ejemplo que serviría en su momento como antecedente a lo que estaría por venir de la mano de Shakespeare. De la mano de un impresionante elenco de grandes actores, una escenografía sencilla pero increíblemente resolutiva y un maravilloso uso de los espacios, nos encontramos con una verdadera obra de arte, en la que la comedia sorprende por nacer del propio texto clásico y resultar tan actual al mismo tiempo. Además, queremos destacar el movimiento escénico, que en ocasiones llega a la coreografía, creando un lenguaje que complementa al propio texto haciendo que resulte aún más cómico. ¡Fantástico!

 

Rafa Blanca es Antífolo de Éfeso, hombre rico que tiene una apacible vida junto a su esposa Adriana y su cuñada, con un criado llamado Dromio con el que ha compartido toda su vida. Su vida tranquila recibirá un gran revés cuando de repente, a su alrededor, empiecen a pasar cosas extrañas, se le culpe de cosas de las que no tiene ni idea y parezca que quienes tiene cerca digan locuras todo el tiempo. Rafa Blanca también se pone en la piel de Letrado 1, un simpático hombre que se queda al margen de la historia, sin intervenir en ella, para que todo suceda como debe. Genial el trabajo interpretativo del actor.

 

J.J.Sanchez es Antífolo de Siracusa, un aventurero que ha decidio viajar con su amigo Dromio en busca de nuevas experiencias. Cuando pone un pié en Éfeso, todo parece volverse del revés, sin que él entienda porqué. Incluso su amigo parece estar tomándole el pelo. Eso sí, ésta circunstancia no le impedirá seguir viviendo aventuras mientras sigue el hilo del enredo. Sin duda un gran trabajo, tanto interpretativo como físico, y una vis cómica realmente natural.

 

Julián Ortega es Dromio. Aunque en la función que hemos podido disfrutar, quien realizaba ese papel ha sido Héctor Carballo, y aunque estamos seguras de que el trabajo de Julián es fantástico, por el momento solo podemos opinar acerca de lo que hemos visto. Eso sí, está claro que tendremos que volver para disfrutar también de su trabajo. Dromio es un criado dicharachero y dispuesto a echar siempre una mano a Antífolo. Y Dromio, el otro, también, solo que además está casado y tiene 14 hijos. Son dos personas diferentes, pero lo cierto es que si en esta historia hay alguien que salga malparado, siempre es Dromio, los dos, el que recibe los golpes. Literalmente. Con un fantástico trabajo en el ámbito cómico, Hector nos regala dos grandes personajes que, por alguna razón, nunca vemos juntos… o puede que sí.

 

Silvia de Pe es Adriana, esposa de Antífolo de Éfeso. Mujer de temperamento y dada a los celos, es la primera en acusar los extraños acontecimientos provocados por la presencia de los dos gemelos en el mismo lugar. Convencida de que su esposo le engaña, removerá cielo y tierra para averiguar qué está pasando. Pero además, Silvia es también Letrado 2, una mujer que, junto con el Letrado 1, se mantiene al margen de la historia, pero eso sí, nos hace el gran favor de hacernos un pequeño resumen explicativo, que con tanto gemelo, lo único que tenemos claro es que hay dos Dromios… Lo demás, claramente, hay que explicarlo. Maravillosa vis cómica que ya conocíamos por otros trabajos y que nos sigue fascinando.

 

Antonia Paso es la duquesa de Éfeso, mujer entregada a su marido cuyo único objetivo es preparar la fiesta sorpresa de cumpleaños para su marido. Aunque la presencia de los dos Antífolos no le va a ayudar mucho, causando, por supuesto, algún que otro enredo más. Pendiente de no arruinar esa sorpresa, causa sospechas en Adriana y suspicacias en los demás personajes, además de la confusión en los dos Antífolos. Fantástico el trabajo interpretativo, y maravilloso el cambio tan grande al interpretar también a una ordinaria mejillonera del puerto.

 

Javier Ortíz es uno de esos casos en los que el desdoblamiento de personajes es tal que provoca que admiremos de manera particular su trabajo. Duque de Éfeso, Kerem, Mercader, Guardia y Abadesa. Sí, con “-esa”. Y cada uno de ellos tiene un acento diferente. Un trabajo interpretativo digno de mención por la complejidad que tiene meterse en la piel de 5 personajes que cambian varias veces a lo largo de menos de dos horas. Una enorme enhorabuena por un trabajo tan impecable y divertido.

 

Irene Aguilar es Luciana, hermana de Adriana. Soltera y joven, se permite el lujo de dar consejos a su hermana sobre lo que es el matrimonio. También se verá afectada por el enredo de los gemelos cuando el que piensa que es su cuñado se le declara. No obstante, fiel a su hermana, intentará ayudarla a resolver lo que puede estar pasando. Una interpretación dulce pero con fuerza y un gran trabajo físico, resultando realmente convincente en sus pequeños bailes.

 

Y Ángelo Crotti es Egeón, padre de los gemelos, Pinch, un místico personaje al que evidentemente le falta un tornillo, y Ángelo, joyero que, para mantener su honor y sus deudas a raya, será causa, como no puede ser de otra manera en esta obra, de aún más enredos. Sin lugar a dudas, un gran actor con una maravillosa vis cómica. ¡Bravo!

 

Claramente una obra con mucho arte en el escenario, un gran texto y una genial gestión del mismo, creando algo que nadie debería perderse. ¡No lo dejes pasar!

 

 

 

 

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