CRÍTICA: ‘Billy Elliot’, pequeños enormes artistas conquistan los escenarios

 

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Nadie que haya podido disfrutar de la película con el mismo título, puede negar el hecho de que se trata de un proyecto lleno de talento, y que necesariamente, para interpretar a sus personajes, se debe contar con artistas que dominen varias y complejas disciplinas. La versión musical llega a Madrid, generando mucha expectación, hace un año y medio supimos que varios niños empezaban la Escuela de Billy Elliot, recibiendo intensas y exigentes clases en varias disciplinas de baile, canto e interpretación.

Un proyecto adaptado originalmente por Lee Hall que forma un complejo y perfecto mecanismo al que ahora se le unen los recursos de la producción de SOM Produce. Bajo la dirección de David Serrano y con la dirección musical de Gaby Goldman, el equipo al completo de esta producción ha sido capaz de crear una verdadera obra de arte. Una escenografía espectacular para la que han necesitado reformar la caja escénica al completo, un gran trabajo de luces, regiduría, vestuario… Pero por supuesto un enorme talento encima del escenario como sólo pueden aportar estos grandes profesionales, con su trabajo y buen hacer.

Es imposible no destacar el maravilloso trabajo de los niños. Hoy solo podemos hablar de los que pudimos ver, ya que para cada personaje hay varios niños que van rotando. Valoramos lo que vimos pero estamos deseando tener la ocasión de ver a los demás.

 

Pau Gimeno fue nuestro Billy, un niño que vive en una convulsa Inglaterra, huérfano de madre, al que un afortunadísimo error le lleva a descubrir su amor por el baile. Consciente de lo que la sociedad, y sobre todo su familia, piensa de un chico que hace ballet, seguirá dando clases a escondidas y entendiendo cómo a través de la danza, consigue evadirse de lo que sucede a su alrededor. Un personaje que debe dominar el clásico, el claqué, el canto y la interpretación. Y sólo podemos decir ¡Bravo! Este chico es un artista de los pies a la cabeza, y le auguramos un futuro muy prometedor en esta profesión. Disciplinas muy exigentes que a su corta edad empieza a dominar con maestría, estamos deseando saber qué le depara este sector ahora y más adelante.

 

Natalia Millán es la Srta Wilkinson, una profesora de ballet de una pequeña escuela en un pequeño pueblo de Inglaterra. No se siente muy realizada con sus clases, hasta que Billy se cruza en su camino por accidente. Se propone formarlo a pesar de la negativa de su familia, y sobre todo, a hacer entender a Billy que la danza es algo que se le da bien. Ya conocíamos el trabajo de Natalia en varios montajes musicales, pero una vez más nos deja con la boca abierta. Una técnica fantástica, un control vocal al tiempo que ejecuta una coreografía realmente rápida y agotadora, y un registro interpretativo que cada vez tiene más matices. Sin duda, y como siempre, un trabajo impecable.

 

Carlos Hipólito es Jackie Elliot, el padre de Billy. Un hombre que debe convertirse en el pilar de su familia pero que en ocasiones se ve sobrepasado por la situación por la que están pasando. Quiere lo mejor para sus hijos, pero como hombre de su época, no puede permitir que su hijo pequeño esté bailando ballet. Sin duda un personaje que, pese a su rudeza en algunas ocasiones, nos sorprende generando ternura y logrando que empaticemos con él. Un precioso arco interpretativo en su personaje que consigue emocionarnos. Y nosotros nos preguntamos, ¿existe algo que éste hombre no pueda hacer? Sabemos de su talento interpretativo, descubrimos su voz cantada en Sonrisas y Lágrimas y siempre nos ha maravillado su buen hacer en distintos registros, pero acabamos de descubrir que… ¡también baila! Y además se defiende estupendamente. Un trabajo maravilloso como al que ya nos tiene acostumbrados, y del que siempre es una delicia disfrutar.

 

Adrián Lastra es Tony, hermano mayor de Billy y trabajador en las minas, como su padre. Es lo único que sabe hacer en la vida, y saber que pueden quedarse sin nada le lleva a unirse a sus compañeros en una huelga que, según pasa el tiempo, acaba por sacar lo peor de cada uno. Impulsivo y decidido, no dudará en hacer lo que sea para conseguir el objetivo de la huelga. Adrián es un actor que ha demostrado su buen hacer en múltiples ocasiones, tanto en los escenarios como en TV y cine, y en este montaje nos trae un personaje con mucha más miga de lo que pudiera parecer, haciendo ver, una vez más, el gran trabajo que hay detrás. ¡Enhorabuena!

 

Mamen García es la abuela de Billy. Es una mujer senil, o al menos eso parece. Ha vivido una vida dura pero se adapta a cualquier situación. Adora a su nieto y le apoyaría en cualquier cosa que supiera que le hace feliz. Como parece que nadie le hace caso, disfruta haciendo lo que le da la gana. Con una interpretación llena de verdad y fuerza, nos maravilla con su voz cantada. Sin lugar a dudas, un fantástico trabajo interpretativo que nos da un personaje divertido y tierno al mismo tiempo.

 

Juan Carlos Martín es George, profesor de boxeo, amigo y compañero de Jackie. Tiene un gran corazón y aunque disfruta haciéndose el duro con los chicos, siempre asoma su punto tierno. Con una vis cómica genial, nos trae un gran trabajo interpretativo por parte de un gran profesional del sector que ha demostrado serlo en múltiples ocasiones. Mucha naturalidad y buen hacer. ¡Felicidades!

 

Alberto Velasco es Braithwaite, el pianista de las clases de ballet. Pudiera parecer que su personaje queda en segundo plano, pero se trata de un hombre con mucha fuerza interior que se encarga de hacerse notar. Queremos destacar que este personaje en la piel de Alberto se convierte en un hombre con un toque dulce que le hace maravilloso y con una fuerza interpretativa que hace que en cuanto entra en escena, no puedas dejar de observarle. Conocíamos su talento para el baile pero tenemos que destacar y admirar su gran trabajo en la disciplina del claqué. ¡Maravilloso, sin duda!

 

Beltrán Remiro fue nuestro Michael, el mejor amigo de Billy de toda la vida. Es un niño que tiene tal confianza en sí mismo que sencillamente vive, sin importarle nada más. Un personaje que consideramos muy complejo y que sin embargo este chico lo hace a la perfección. Una vis cómica natural, pícara y deliciosa que transforma sus escenas en grandes momentos para recordar. Un personaje con un gran mensaje que gracias al buen trabajo de sus pequeños intérpretes, se transmite de la manera más bonita y sencilla posible. No tenemos ninguna duda, a este chico le esperan grandes cosas en los escenarios.

 

Ainara Cardoso fue nuestra Debbie, alumna de ballet e hija de la profesora. Descarada y curiosa, demuestra una gran presencia y fuerza en el escenario, además de una fantástica técnica de baile. ¡Bravo!

 

Cristian López y Bruno España completan los personajes masculinos infantiles, que con su arte y dulzura nos encandilaron

 

En cuanto al maravilloso cuerpo de baile de las niñas de la escuela, en esta ocasión disfrutamos de Cecilia Ontañón como Alison, Elisa Hipólito como la perfecta y ejemplar Sharon, Rocío García como Karen, África Sánchez como Tracey, Andrea Jiménez como la patosa Susan, Nerea González como Keeley y África Salas como Julia. Un talentosísimo grupo con una gran disciplina y profesionalidad que tenemos que destacar. No tenemos ninguna duda, ¡estas nuevas generaciones vienen pisando muy fuerte! 

 

Y no podemos dejar de mencionar y aplaudir el gran trabajo de los personajes del elenco. Formado por profesionales con una amplísima trayectoria artística, logran aportar un gran peso con sus personajes, enseñándonos con su interpretación, mucha más historia que la que podemos escuchar. Personajes con mucho mundo pactado entre ellos que traspasa la cuarta pared y nos genera la sensación de un trabajo mucho más que bien hecho, un trabajo perfecto. Así completan este gran equipo maravillosos actores como Noemí Gallego, Miriam Madrid, Axel Amores (impecable como Billy adulto), Manuel Ramos, Aránzazu Zárate, Lourdes Zamalloa, Patricia Clark, Carlos Salgado, Hugo Ruíz, Pepa Lucas, Alberto Sánchez, Santiago Cano, Gonzalo Larrazabal, Joaquín Fernández, Ángel Saavedra, Pitu Manubens, Víctor Genestar, Elsa Álvaro (maravillosa responsable de que los niños y adultos bailen claqué como lo hacen), Albert Bolea, Manolo Supertramp y Manu García.

 

Un incomparable equipo perfectamente seleccionado para formar la maquinaria ideal, el mecanismo preciso y delicioso que es Billy Elliot. Y la gran complejidad de su escenografía hace que solo pueda disfrutarse en Madrid, por lo que nadie debería pensárselo dos veces para venir a verlo. ¿Vas a esperar a que te lo cuenten?

 

 

 

 

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