CRÍTICA: Vuelve la comedia de enredo en estado puro

 

 

 

Hoy en día, es estilo de la comedia teatral ha evolucionado hasta convertirse, como debe ser, en algo cercano al espectador actual. Sin embargo, sigue contando con una estructura de base en la que el enredo se convierte en el ingrediente principal. Un enredo que viene causado, de manera voluntaria o involuntaria, por una sucesión de mentiras que revolucionan las vidas de sus personajes. Y de éste híbrido nace La comedia de las mentiras, una comedia totalmente efectiva para el público actual y que además respeta por completo la estructura clásica.

Pep Antón Gómez y Sergi Pompermayer firman este texto, dirigido también por Pep Antón, en el cual ese desencadenante de los enredos, la mentira, se convierte en una constante en la trama y en cada uno de los personajes. Y es que si la comedia se acerca a nosotros, debe contener elementos que no nos resulten extraños. Y, por mucho que consideremos que mentir es algo malo, lo hacemos muy a menudo, con diferentes motivos y objetivos.

Una obra sobre el amor, sobre los pactos comunes e individuales que el ser humano hace constantemente en pro de su propia felicidad, de esas concesiones que, aunque sabemos que no son ciertas, decidimos fingir que lo son porque nos resulta más conveniente y provechoso. Una obra sobre las mentiras, que en ocasiones resultan casi necesarias, y sobre todo, una obra con 7 grandes y fantásticos actores al frente que nos ponen delante una gran experiencia teatral.

 

Pepón Nieto es Calidoro, esclavo de una familia ateniense, un buenazo empedernido al que siempre meten en líos, de los cuales intentará salir airoso mentira tras mentira. “Actriz frustrada”, conoce fragmentos de monólogos de los grandes personajes clásicos femeninos y hará lo que sea necesario para proteger a todos, aunque especialmente a sí mismo. Un delicioso y maravilloso trabajo al que el actor nos tiene acostumbrados. Con su indiscutible y particular vis cómica, nos trae un personaje vertiginoso del que es imposible no terminar maravillado. ¡Bravo!

 

María Barranco es Cántara, hermana del cabeza de familia, soltera por decisión propia y amargada. Después de un gran desengaño amoroso asegura que el amor es una pérdida de tiempo, aunque quizá sólo se trate de una mentira cómoda que ha decidido creer para ser más feliz. Trae de cabeza a los que la rodean, pero ella prefiere seguir con su opinión del amor en general. Genial trabajo escénico, con un personaje lleno de fuerza y de divertida contradicción constante.

 

Paco Tous es Degollus, un general temible que ha comprado a una prostituta como esclava y la quiere recuperar. De carácter bruto, nos ha encantado el trabajo del actor para conseguir darle la vuelta y convertirlo, a lo largo de la trama, en un personaje algo canalla pero de buen corazón. Sin lugar a dudas, un gran trabajo por parte de un actor al que hemos podido ver en diferentes estilos y siempre nos sorprende.

 

Angy Fernández es Hipólita, caprichosa hija del cabeza de familia. Tiene un carácter fuerte y cuando se entera de que su padre quiere casarla con un hombre muy mayor a pesar de que está enamorada de otra persona, decide trazar un plan para fugarse. Muy impulsiva y dispuesta a conseguir lo que quiere cueste lo que cueste, la actriz nos trae un personaje complejo, que en ocasiones lucha consigo misma y que está lleno de matices. Un reto escénico que ha superado con creces, ¡enhorabuena!

 

José Troncoso es Tíndaro, un joven de Mileto que lleva años buscando a su padre, y en ese viaje ha conocido a Hipólita, enamorándose locamente de ella. Es un chico sencillo, por no decir simple, al que los planes de su chica acaban enredándole de manera irremediable y sin que sepa qué hacer para cambiar la situación. Con una preciosa energía que nos hace sentir aprecio por su personaje, realiza un gran trabajo con un personaje que, por su definición, corre el riesgo de convertirse en algo exagerado y estereotipado, y que sin embargo José nivela a la perfección. Y además nos ha encantado su voz cantada ¡Felicidades!

 

Raúl Jiménez es Leónidas, hermano de Hipólita e igual de malcriado que ella. Se ha enamorado de una prostituta y, como no acostumbra a pensar en las consecuencias de las cosas, traza un absurdo plan que incluso puede ponerle en peligro. Compite absurdamente con su hermana generando un personaje que más pareciera un adolescente. Con una fuerza escénica genial y unas decisiones impulsivas, crea un personaje muy cómico que nos ha sorprendido.

 

Y Marta Guerras es Gimnasia, una prostituta que acaba de ser comprada como esclava por un militar. Físicamente pudiera parecer una muñeca hueca, con sus movimientos exagerados y su actitud, pero todo lo que dice, denota que se trata de una mujer inteligente, que no necesita la ayuda de un hombre a no ser que se trate de una estrategia aceptada por ella. Una mujer emprendedora y feminista que nos ha maravillado. Además, esa dualidad tan genial entre el texto y el movimiento y trabajo corporal hace que Gimnasia se convierta en un personaje fantástico, puesto en pie de la mano de una gran actriz a la que esperamos seguir viendo durante mucho tiempo en los escenarios. ¡Bravo!

 

Una obra que recupera la estructura de los clásicos de la comedia, que habla de la mentira y de hasta qué punto nosotros estamos de acuerdo con ella. Y es que la verdad es algo sobrevalorado, que como el propio Calidoro nos dice, “(la verdad) …no existe, porque ¿cómo va a existir algo que cambia según el prisma con el que se mire?” Desde luego, la comedia de las mentiras resulta un trabajo que merece la pena analizar desde esos distintos primas, pero sobre todo, que nadie se puede perder.

 

Datos de interés

  • Lugar: Teatro La latina (Plaza de la Cebada, 2, Madrid)
  •  Fecha: del 14 de marzo al 6 de Mayo
  •  Horarios: Miércoles a Viernes: 20h, Sábados 19:30h Domingos 19h
  • Venta de entradas: Web, atrápalo y taquilla