ENTREVISTA: Yolanda García Serrano “Escribir ‘Halma’ ha sido para mí un reto fascinante”

Halma, con texto y dirección de Yolanda García Serrano, recuerda la vida de Mª Francisca Clar Margarit, que escribió con el pseudónimo de Halma Angélico. García Serrano recuerda así a Halma Angélico: Preocupada por el papel de la mujer en la sociedad, creadora incansable, se enfrentó a un muro de odio que no pudo derribar. Quizá ha llegado la hora de hacer lo que ella no pudo. Del 19 de febrero al 3 de marzo en el Teatro Valle-Inclán – Sala El Mirlo Blanco

 

 

¿Cómo será el acercamiento de tu obra a la figura de la escritora Halma Angélico?
Me ha costado muchísimo decidir cómo plantear la obra sobre Halma Angélico. He tenido muchas dudas. En algún momento pensé en recorrer su biografía, más tarde en preparar algo a partir de sus obras y artículos. Me planteé incluso hacer una obra en forma de correspondencia. Le he dado muchas vueltas hasta decidir que el tema central para mí, el que más me impactó cuando empecé a conocerla, era la forma en que abandonó la literatura, se separó de la vida pública y murió en el olvido y la ruina. No entendía cómo una mujer tan activa, tan prolífica y tan batalladora pudo romper con todo, dejar de escribir y acabar desaparecida. Antes de la guerra fue una intelectual muy conocida y respetada. Escribía en los mejores periódicos. Se ganaba la vida con sus escritos y fue la única mujer que estrenó una obra de teatro en plena Guerra Civil. Sin embargo, yo misma, que me dedico al teatro, nunca había oído hablar de ella ni de sus obras. He tenido que estudiar y documentarme. ¿Por qué no siguió escribiendo? ¿Por qué como hicieron otros intelectuales no fue al exilio? Este tema es el que me conmovió de su vida y es el que me ha servido para plantear la obra. De manera que parto de ese momento de inflexión en su vida que supusieron las reacciones al estreno de su obra Ak y la humanidad.

¿Qué pasó con esa obra?
Halma Angélico escribió cuatro obras de teatro. La última, de carácter político, fue Ak y la humanidad, estrenada el año 1938, en plena Guerra Civil. La obra es la adaptación de un cuento del autor ruso Jefim Sosulia. El cuento plantea una distopía en la que el Gobierno divide a las personas en superfluas o no superfluas e insta a las primeras a suicidarse en el plazo de 24 horas. De no hacerlo el Gobierno procede a su eliminación. Halma adaptó el cuento para teatro con algunas modificaciones en la parte final en la que introduce el personaje de La Madre, muy interesante. La obra tuvo una aceptación estupenda por parte del público, pero fue especialmente criticada por los miembros del sindicato CNT. Halma se había afiliado a este sindicato un tiempo antes. La CNT era el sindicato de los actores, y aunque no era obligatorio que los autores pertenecieran a él, Halma se sumó a sus filas. La CNT arremetió contra la obra pero también contra la persona de Angélico. Reprocharon que una burguesa, como la llamaron, hiciera semejantes críticas a la lucha armada. La acusaron de plagio, a pesar de que la obra se planteó públicamente como una adaptación. El escándalo mediático que levantó su estreno fue muy duro contra la autora. Hay fuentes que dicen que la representación se prohibió por orden gubernativa y otras que fue ella misma la que decidió retirarla de la cartelera. La consecuencia es que Angélico se dio de baja en la CNT y escribió una carta, que por cierto he encontrado hace poco, defendiéndose de las difamaciones y manifestando su sorpresa ante las acusaciones de fascista, cuando incluso tenía un hijo luchando en el frente, en el lado del Gobierno.

 

¿Por qué crees que el sindicato CNT arremetió de tal forma contra ella, una luchadora por los derechos de la mujer y por la igualdad?
Efectivamente Halma defendía posiciones feministas muy claras y tenía opiniones muy actuales. Escribió por ejemplo sobre el derecho de las mujeres a ser madres sin tener esposo. Ella misma ella se casó muy joven, tuvo dos hijos y se divorció muy pronto. Demostró no necesitar a un hombre para ganarse la vida, mantuvo a su familia con su trabajo de escritora.

Tengo la sensación de que la CNT se vio atacada, se sintió criticada en esta obra. Pensaron que estaba hablando de ellos y del momento histórico del país. Varios estudiosos de su obra coinciden en que si se hubiese estrenado en otro momento, habría tenido mucho éxito y no habría sufrido tan duros ataques. La traición de la CNT, de los que ella consideraba sus compañeros, creo que le dolió mucho. Ella misma decidió convertirse en una superflua y como en su obra, se autoeliminó y dejó de escribir.
 

Este es el momento del que hablabas antes al referirte a la escritura de tu obra, pero ¿de qué manera lo has planteado?
He planteado una conversación entre Halma y el director y actor protagonista de Ak y la Humanidad. La obra comienza con una conversación entre ellos en la que ella le dice que no quiere saber más, que va a retirar la obra y va a dejar de escribir. Él intenta convencerla de lo contrario pero no lo consigue. La conversación entre ellos nos permitirá conocer a Halma Angélico. Ellos dos serán los únicos personajes.

Resulta curioso que no recurriera a sus amigas del Lyceum, intelectuales como ella o a sus amigos, como Indalecio Prieto, a quien por cierto dedica Ak y la Humanidad.
Creo que la masacraron de tal forma que ella misma se quitó del mapa. Ella tenía recursos para haber pedido ayuda y para haber seguido escribiendo sin ningún problema; con pseudónimo o fuera de España, como hicieron tantos otros. Es cierto que estuvo unos meses en la cárcel, pero la liberaron sin cargos. Sorprende mucho que no salieran mujeres en su defensa. Ni hombres ni mujeres, nadie escribió una sola línea para apoyarla o animarla a seguir escribiendo. Efectivamente eran años de guerra y podemos imaginarnos el miedo, el terror que se vivía, pero aun así me hubiera gustado oír voces en su defensa, pero no hay constancia de que nadie escribiera a favor de ella y me imagino que esto debió dolerle. Si era una persona sensible, y cualquiera que escribe lo es, quedaría muy dolida. También es verdad que acabada la Guerra, las mujeres en general se silenciaron. Supongo que habrá muchas mujeres como Halma que no conocemos.

Aprovechando que también eres la directora de la obra, ¿podrías adelantarnos, siendo conscientes de que quedan muchos meses para el estreno, alguna idea sobre la puesta en escena?
No sé si llegará a concretarse, pero a mí me gustaría mucho que hubiera música en directo y me gustaría que fuera interpretada por una mujer. Creo que se lo dedicaría a Halma; serviría para hacerle un homenaje y decirle que, aunque desapareciera, ha servido de inspiración para muchas mujeres, años después.

Me gustaría una escenografía sencilla, siempre trabajo con puestas muy simples. Quisiera que hubiera mucho libro y papel porque ella escribió y leyó mucho. Me gustaría que apareciera rodeada de libros. Crean un ambiente muy acogedor y nunca los he usado en escena.
 

Hay algo más que quieras añadir sobre tu obra, Yolanda.
Escribir esta obra ha sido para mí un reto fascinante. No conocía a Halma y he tenido que estudiar mucho. Hoy en día sigo leyendo sobre ella y eso me empapa del personaje. Las obras no se terminan de escribir nunca, cambiará cuando los actores comiencen a interpretarla. He llegado a sentir una enorme simpatía por Halma Angélico, una mujer importante y respetada en su época que escribió en las mejores revistas. También publicó novelas, ensayos, obras de teatro, de las que estrenó dos, pero murió sola, olvidada y arruinada. Espero que esta obra sirva para recuperar su espíritu y demostrar que nunca fue superflua.