LIBROS: El intenso romance de dos artistas incomparables
¿Es Miles en París un cómic sobre jazz?
¿Es una obra que trata sobre aquellos momentos en los que algo inesperado cambia la dirección de nuestras vidas?
¿Es una novela gráfica romántica sobre lo mucho que nos puede marcar un amor fugaz? ¿Es un tebeo histórico en el que se nos describe la primera experiencia europea de uno de los músicos de jazz más importantes e influyentes de todos los tiempos? ¿Es incluso un cómic que nos cuenta qué se esconde tras la música que aflora desde lo más profundo del corazón de un artista? Bien, pues
la única respuesta posible a tantas preguntas es que Miles en París es todo ello al mismo tiempo.
Publicada en francés (Miles et Juliette) y español al mismo tiempo gracias a la —una vez más— estrecha colaboración entre Éditions Delcourt y Norma Editorial, Miles en París es un cómic fantástico, de una potencia visual apabullante y de una carga emocional devastadora, resultado del trabajo conjunto de dos de los grandes talentos de la viñeta española, de quienes hablaremos un poco más adelante. Antes subrayaremos los inmensos logros de esta obra conjunta centrada en la fugaz historia de amor que el trompetista Miles Davis(1926-1991), uno de los más carismáticos instrumentistas y compositores de la historia del jazz, y la actriz y cantante francesa Juliette Gréco vivieron durante unos pocos días del mes de mayode 1949.
Miles Davis cruzaba el Atlántico por primera vez en su vida para enfrentarse a un mundo totalmente distinto al que estaba acostumbrado en Estados Unidos. Acababa de grabar dos discos que pretendían ser revolucionarios y lo fueron, aunque su repercusión llegó casi una década más tarde junto a un noneto creado especialmente para la ocasión. Ambos obtuvieron una tibia recepción entre crítica y público especializado, con lo que en una suerte de breve huida hacia adelante Davis aceptó la invitación de tocar en el Festival Internacional de Jazz de París. Tenía solamente veintidós años de edad. En su viaje a la capital francesa, descubrió que algunos de sus sueños podían hacerse realidad. En París todo el mundo le veneraba por su inmenso talento musical, nadie le juzgaba por el color de su piel y un mundo de posibilidades y aventuras se abría frente a él a miles de kilómetros de su hogar, allí donde seguía viviendo su familia. París despertaba de nuevo tras dejar atrás la II Guerra Mundial y Davis estaba allí para moverse entre los grandes artistas e intelectuales del momento. Allí conocería a la actriz y cantante Juliette Gréco, con quien mantendría una relación sentimental de una intensidad inimaginable. En apenas unos pocos días, ambos se entregaron sin barreras el uno al otro. La llama ardió brillante y sin control, hasta que Davis supo que aquello debía terminar. Aunque dejemos que sean los propios lectores quienes descubran los secretos, la carga emocional y el final de la historia de amor entre Miles y Juliette sumergiéndose en las páginas de Miles en París. Desde aquí lo que haremos será recordarles el incalculable valor del trabajo conjunto de Salva Rubio y Sagar.
Salva Rubio se ha convertido en unos pocos años en un nombre fundamental para el cómic español. Novelista, ensayista, guionista de cine y obviamente de cómic, suyos son los guiones de Monet (2017, junto a Ricard Efa), El fotógrafo de Mauthausen (2018, junto a Pedro J. Colombo y Aintzane Landa) y Max. Los años veinte (2019, junto a Rubén del Rincón). Por su parte, Sagar Forniés cuenta con una trayectoria que va de la animación a la dirección artística de diversos espectáculos, pasando por el dibujo de una larga lista de cómics indispensables, entre ellos Bajo la piel (2014) y Cuentas pendientes (2016), junto a Sergi Álvarez, y Barcelona. Los vagabundos de la chatarra (2015) y Gótico (2018), junto a Jorge Carrión. Juntos, Rubio y Sagar nos brindan un cómic fabuloso y algunas páginas que se cuentan ya entre lo mejor de sus autores.
Ante la falta de literatura al respecto de la relación entre Davis y Gréco, Rubio deja volar su imaginación para describir un amor de una intensidad abrumadora. Sus personajes parecen de carne y hueso, sus sentimientos atraviesan nuestra piel para clavarse en algún lugar de nuestros corazones y todo ello sin olvidarse en ningún momento de reflejar el tiempo y el lugar en el que ocurre la historia que nos está contando. A todo ello contribuye el genial dibujo de un Sagar, que se supera y que crea algunas secuencias de viñetas francamente increíbles. Juntos consiguen la inmersión de los lectores en un París vivaz y con ansias de comerse el mundo, de un París por el que transitan no solamente algunos de los músicos de jazz más importantes de la historia, sino una larga lista de filósofos, escritores, dramaturgos, etcétera. Buscarlos en las trabajadísimas páginas de Miles en París se convierte casi en un juego, en un quién es quién cultural de lo más entretenido y enriquecedor.
Como complemento a la obra gráfica, Salva Rubio firma un amplio dossier en el que, además de revelarnos algunos datos sobre la creación de la obra, repasa el momento histórico en el que se desarrolla Miles en París. Lo hace con todo lujo de detalles y ayudándonos a comprender también el porqué de la relevancia del Davis músico de jazz y de su gran influencia en la evolución del género.
Aunque ahí no queda la cosa. Como suculentos extras nos encontraremos con una guía bibliográfica para profundizar en el tema, diversos bocetos, sketches y portadas alternativas, y sobre todo con una completísima playlist. Tanto si estamos familiarizados con el mundo del jazz y la evolución que se describe en las páginas de Miles en París como si no es así, no podemos dejar de recomendar la atenta escucha de esa selección musical de un total de sesenta y cuatro piezas. Por el camino descubriremos momentos fascinantes e interpretaciones que forman parte de la historia del género en toda su diversidad (desde Charlie Parker a Chet Baker), incluyendo varias tomas en estudio y en directo –registradas en París– del propio Miles Davis, e incluso de la mismísima Juliette Gréco. Una playlist que deviene el colofón ideal para llegar a la contraportada de esta fantástica obra y cerrar así un volumen cuya sensibilidad resonará durante una larga temporada en cada una de las personas que se haya dejado conquistar por sus páginas.