PASTELERÍA: De Mallorca a Madrid en forma de ensaimada

 

Hoy os presentamos una pastelería madrileña, empresa familiar, dónde puedes encontrar las mejores ensaimadas entre otros productos deliciosos. Puedes visitar cualquier de sus dos locales que tienen abiertos en Madrid: Uno en la Calle Hermosilla, 81 ; y el otro en la Calle Santa Engracia, 62. También puedes pedir para que te lo lleven a domicilio en el mismo día.

Todos conocemos las ensaimadas, pero estas son muy especiales ya que la receta es original de Mallorca. Entre sus sabores más solicitados se encuentran: la ensaimada de cabello de ángel (esa particularmente la probamos nosotros y nos hizo transladarnos a Mallorca directamente), ensaimada de nata, ensaimada de crema tostada, ensaimada de chocolate (por arriba), ensaimada de sobrasada (que nos parece super peculiar y deliciosa) y la clásica sin relleno. Se pueden encontrar en diferentes tamaños: de 400g, 600g, 750g y 1.000g. En formato individual pueds disfrutar de la ensaimada sin relleno, ensaimada de nata, ensaimada de crema tostada, ensaimada de chocolate, ensaimada de sobrasada y ensaimada de trufa.

Además, lanzaron el mes pasado un concurso para elegir un nuevo sabor de ensaimada, y la semana pasada salió la receta ganadora, con la que coincidieron tres participantes con la misma propuesta original: Morcilla de cebolla y manzana. Sin duda una receta que adelantamos que estará deliciosa!

Entre su bollería también puedes encontrar otros productos como tortel de cabello, financier, croissant, croissant de chocolate, napolitana de crema, palmera de chocolate, cremadillo, pinka y coca de patata.

La repostería de Formentor también es uno de los puntos claves para visitarles. Empezamos mencionando la banda de frutas, que disponen en diferentes tamaños y de la que hemos podido probar y sólo diremos que es una de las mejores que hemos probado. También disponen de banda de manzana, tarta de chocolate, tarta vienesa, tarta sacher, tarta san marcos, tarta de limón, tarta de manzana caramelizada, tarta cremoso chocolate, selva negra, tejas, pastas y pasteles variados.

Pasando por lo salado nos encontramos también: quiche salados (de puerro y bacon o de jamón y queso), cocarroi, festín de espinacas, empanada de ternera, aguja de bonito, festín de roquefort, empanada de cordero y aguja de ternera.

Y para terminar, como buena pastelería mallorquina, dispone de productos de su tierra como: sobrasada, licor de hierbas, palo mallorquín, ron amazonas, Gin Xoringer, Quely integral, Quely con pipas, Quely natural, Quely tapas, Café natural rico, café colombiano rico, café desayuno rico y  café descafeinado rico.

Como novedad y por las fechas en las que estamos, disponen de buñuelos de diferentes sabores y huesos de santo.

En su página web también ofrecen pack de desayunos y desayunos de regalo y cajas de miniensaimadas o minibollería.

Sin duda, si no conocéis Formentor, no esperéis mucho más en conocerles.

 

Consulta toda la info en su página web y haz tu pedido: https://formentorensaimadas.com/

 

Historia de la pastelería Formentor contada por ellos mismos

A mediados del siglo pasado nuestros padres emprendieron la aventura de abrir en Madrid un genuino “forn mallorquín”, trasladando el buen hacer de su padre, Antonio Forteza Piña, dueño y artesano del Forn de Santa Eulalia en Palma de Mallorca, a la capital. A este horno le antecedían el Forn de Santo Cristo, el Forn de ses Llevres y otros más que se pierden en el tiempo y la memoria.

 Sin apenas recursos económicos consiguen abrir Formentor en el año 1956, en el Barrio de Salamanca. La cálida acogida por parte de los madrileños y el éxito de las ensaimadas no se hizo esperar. En poco tiempo se hicieron famosas.

 Pero la suerte no es del todo fortuita, nuestro padre -fallecido en 1987- era un gran especialista levaduro, ensaimadero y había convencido a varios maestros de las islas para trabajar a su lado. De esa forma, se aseguró de que ese saber hacer permaneciera intacto y llegara a manos de nuestro equipo actual, que es el encargado de  custodiarlo con mimo para generaciones futuras.

 La meticulosa elección de materias primas continúa siendo pieza clave en la elaboración artesana de las ensaimadas y de otros productos, el vehículo que nos permite ofrecer, precisamente, lo mejor de nosotros.

Todo esto sin descuidar la innovación, que nos exige estar en constante formación, junto a algunos de los mejores reposteros españoles (no podemos dejar de citar a la familia Pomar, a Francesc Pomar y Ca’n Pomar, referencia ineludible en Mallorca), y dar cabida a jóvenes, cuya energía y talento nos hacen mejorar a todos introduciendo nuevas líneas de productos.

Una curiosidad: aunque no motivó la adopción del nombre, fue un pariente nuestro el ingeniero que construyó la carretera que lleva al faro de Formentor, en Pollença, una vía bellísima que se retuerce sin cesar sobre sí misma, que se enrosca vertiginosamente a la montaña. Parece que tal vez sea una característica familiar el hecho de darle vueltas a las cosas. Como una ensaimada…

Pero falta una parte esencial de la historia: nuestro más cariñoso, íntimo homenaje y enorme agradecimiento a nuestra madre, Josefa Ramos, incansable luchadora, que abandonó una o más bien varias prometedoras carreras (licenciada profesora mercantil, estudios de solfeo, violín, de idiomas, y ¡sorpresa!: extraordinaria actriz de teatro, como muestran las críticas periodísticas de la época) para, junto a su marido, conseguir colmar sus ilusiones y las de muchos otros: ayudar a conservar, con todo su cariño, una de las mejores tradiciones gastronómica y culturales de Mallorca, todo un símbolo de su tierra, en Madrid .