Entre las opciones gastronómicas de X-Madrid, Ditaly sigue siendo ese lugar al que uno vuelve, y no por casualidad. Aquí, entre hornos encendidos y aromas familiares, la cocina italiana se celebra como debe ser: con mimo, con autenticidad y, sobre todo, con sabor.

Nuestra visita comenzó con un brindis especial: el Bergamotto Rosé, una copa fresca y aromática que mezcla el dulzor del pomelo con el delicado amargor del licor de bergamota y el chispeante prosecco. Ligero, vibrante y perfecto para abrir el apetito.

La entrada fue todo un acierto: las Crocchetta di Risotto alla ‘Nduja e Stracciatella, doradas al horno, ofrecían un equilibrio perfecto entre el picante de la ‘nduja y la cremosidad aterciopelada de la stracciatella. Un bocado potente y reconfortante.

Las Albóndigas di la Nonna Francesca nos devolvieron a la cocina de las abuelas italianas: albóndigas jugosas, bañadas en una salsa de tomate al vino rosso de sabor profundo, con el toque justo de albahaca y Grana Padano. Un plato sencillo, sí, pero llevado a la excelencia.

De la sección de pastas, los Ravioloni Gratinati al Ragù fueron un absoluto descubrimiento: rellenos de carne de ciervo y gratinados bajo un ragú de carrillera sedoso y fragante, acompañados de nata y quesos italianos de primera calidad. Una oda a la tradición, versionada con personalidad.

La pizza, como manda en Ditaly, no podía faltar. La Pizza Rustica al Formaggio di Capra conquistó desde el primer mordisco: masa napolitana perfecta, dulzura de cebolla caramelizada, la intensidad del queso de cabra y el frescor de la espinaca baby. Todo sobre una base de tomate San Marzano que aportaba equilibrio y acidez justa.

De postre, la Torta al Cioccolato Fondente con helado de vainilla y physalis fue pura indulgencia: textura fundente, chocolate en su máxima expresión y el contrapunto refrescante de la fruta.

No podemos dejar de destacar la profesionalidad y cercanía de Génesis y José de Ditaly X-Madrid, quienes nos guiaron con pasión y conocimiento durante toda la velada, haciendo que la experiencia fuera aún más especial.

La carta de Ditaly se renueva, invitando a descubrir rincones de la gastronomía italiana menos conocidos pero igual de deliciosos. Aunque en esta visita no los probamos, no podemos dejar de mencionar platos que prometen sorprender:

• Sangría di Prosseco: Vermut blanco, prossecco, fanta naranja, limón y naranja.

• Focaccia La Strada: rellena de albóndigas de la nonna Francesca, bechamel y Grana Padano D.O.P.

• Provolone al Forno ‘Valentino’: provolone fundido con ragú de carrillera, crema de boniato, champiñón portobello y rúcula.

• Pizza Bianca Tartufatta Toscana: Mozzarella Fior Di Latte, champiñón portobello, queso de cabra, crema tartufatta, Grana Padano D.O.P., miel, pimienta negra y AOVE

• Ensalada Panzanella: Ensalada típica fiorentina elaborada a base de picatostes de pan focaccia, variado de tomates, espinaca baby, salsa pesto, oliva negra, queso de cabra, cebolla morada y AOVE.

• Crocchetta di Risotto ai Boletus e Guanciale: otra interpretación irresistible de las croquetas de risotto, esta vez con setas y guanciale.

Además, para los que amamos los quesos, no podemos irnos sin recomendar una vez más uno de nuestros imprescindibles en cada visita: el Tagliere con Formaggi Italiani. Una tabla generosa que reúne joyas como el pecorino romano, el tomino, la scamorza ahumada, el Grana Padano D.O.P. y el gorgonzola, acompañados de taralli, uvas y grissini. Un clásico de Ditaly que nunca falla.

Ditaly X-Madrid sigue creciendo sin perder su esencia: cocina italiana auténtica, hornos siempre encendidos y un equipo que pone el alma en cada plato. Entre clásicos que reconfortan y novedades que sorprenden, cada visita es un pequeño viaje al corazón de Italia. Y ya estamos deseando volver.