ESPECIAL: GOIKO abre en Sol y convierte la hamburguesa en experiencia gourmet

Cada 28 de mayo, el mundo celebra a una de las grandes: la hamburguesa. Pero este año, Madrid tiene un motivo extra para brindar con kétchup y patatas fritas. GOIKO, uno de los nombres más queridos del panorama foodie nacional, ha estrenado su buque insignia en el lugar más icónico de la capital: la Puerta del Sol. Y no exageramos si decimos que es el nuevo templo del chorreo gourmet.

GOIKO ha llevado su filosofía —calidad sin tonterías, buen rollo sin artificios— a un edificio histórico donde antes vivió la artista Olga Ramos. Hoy, ese mismo espacio late con energía nueva: la de los fogones, las conversaciones entre amigos, el sonido de la carne en la plancha y una estética que fusiona lo clásico con lo urbano.

El interior es un espectáculo: mármol, roble, molduras hechas por artistas de Bellas Artes, cerámica artesanal y guiños modernos como cristales retroiluminados. Un equilibrio entre elegancia y calle que consigue que te sientas en casa… o en una película de Wes Anderson versión castiza.

Pero si hay algo que marca la diferencia —además de la comida— es el ambiente. Desde el momento en que entras, el lugar vibra con una energía positiva, acogedora y algo traviesa. Música bien elegida, iluminación cálida y ese murmullo de fondo que indica que aquí se viene a disfrutar.

Mención especial para el equipo de sala, que no solo domina la carta al dedillo, sino que transmite una calidez sincera y cercana. Desde recomendaciones personalizadas hasta el ritmo ágil del servicio (incluso con el local lleno), todo fluye con naturalidad. Es el tipo de atención que no se entromete, pero siempre está cuando la necesitas. Y eso, en un local nuevo y concurrido, es un lujo.

Nosotros fuimos a probar lo que promete ser el nuevo place to be en el centro de Madrid. Y lo que encontramos fue un festín.

Entrante: Teque Vinci

Una vuelta de tuerca sabrosa a los clásicos teques. Esta versión “italiana” viene rellena de queso fundido con orégano, albahaca y tomate, y se acompaña de una salsa casera que nos hizo mojar hasta la última esquina. Crujientes, aromáticos y adictivos. Spoiler: vas a querer repetir.

Burger 1: Kevin Costner

Partimos de un básico de la casa, el Kevin Bacon, pero lo llevamos al siguiente nivel con costilla desmenuzada y salsa barbacoa. El resultado: jugosa, ahumada y equilibrada. El crujiente de la cebolla y el bacon bits juega perfecto con la suavidad de la carne y el dulzor de la salsa. Un clásico reinventado con personalidad.

Burger 2: Bomba Sexy 2.0

El nombre lo dice todo. Una burger descomunal, con queso Monterey Jack empanado, huevo frito, bacon y una sorprendente salsa de albahaca que refresca cada mordisco. Lo mejor es cómo se balancean los sabores sin que nada opaque al resto. Es una bomba… pero de esas que explotan en el paladar, no en el estómago.

Para beber: Goiko Ice Tea

Nada mejor para acompañar esta fiesta que el té frío casero de melocotón. Ligero, refrescante y sin azúcares excesivos. Un acierto si quieres huir de los refrescos habituales.

Más allá del menú, el GOIKO de Sol es una experiencia completa: arquitectura con alma, atención impecable y comida que se disfruta con los cinco sentidos. Un lugar donde puedes venir a celebrar, a desconectar, a encontrarte con amigos o simplemente a recordar por qué nos gusta tanto una buena hamburguesa.

Este nuevo GOIKO no solo eleva la hamburguesa al rango de icono cultural, también convierte el acto de comerla en una experiencia envolvente. Y en un mundo donde muchas aperturas pecan de pretenciosas, aquí hay algo que se mantiene intacto: autenticidad.