LIBROS: ‘La protegida’, un retrato vibrante de la Barcelona industrial

Con La protegida (Espasa, 2025), Rafael Tarradas Bultó confirma su lugar entre los narradores históricos más sólidos del panorama literario actual. Tras títulos tan celebrados como El heredero o La voz de los valientes, el autor barcelonés da un paso más en su exploración de los grandes conflictos humanos, situando la acción en un tiempo de profundas transformaciones: la Barcelona de 1880, cuando el auge de la industria textil redefinía la ciudad, sus jerarquías y sus heridas sociales.

La novela se abre con la figura de Sara, una joven que, desde su posición de protegida dentro de una poderosa familia burguesa, se abre camino en un mundo hostil gracias a su talento como diseñadora. En torno a ella, Tarradas despliega un mosaico de tensiones: el esplendor de los Bofarull, dueños de una colonia fabril que simboliza tanto progreso como desigualdad, y las sombras de un conflicto larvado en el que las clases trabajadoras empiezan a reclamar dignidad frente al lujo casi feudal de la élite catalana.

El asesinato de un obrero y los sabotajes en la colonia funcionan como detonante de una trama que combina misterio, lucha de poder y venganza personal. Porque la aparente ascensión de Sara está marcada por una herida íntima: la muerte de su padre a manos de la represión obrera en otra fábrica. Esa herida impulsa una búsqueda de justicia que la acerca peligrosamente a los secretos de los Bofarull, y que la enfrenta de manera directa con Lourdes, la propietaria de la colonia. El duelo entre ambas mujeres se convierte en el eje narrativo de la novela, un juego de tensiones donde inteligencia, ambición y emociones ocultas se entrelazan con una precisión casi teatral.

Uno de los grandes aciertos de Tarradas es su habilidad para retratar a personajes poliédricos. Nadie es del todo víctima ni del todo villano; todos se mueven en la ambigüedad de sus pasiones y resentimientos. Esa construcción dota a la obra de una verosimilitud que trasciende lo histórico y la acerca al lector contemporáneo.

En cuanto a la ambientación, La protegida brilla por la riqueza de sus descripciones. La novela no solo evoca el contraste entre el lujo del Ensanche barcelonés y la dureza de las colonias textiles, sino que se adentra en los detalles técnicos y sociales de la época: desde la organización fabril hasta la vida cotidiana de los trabajadores, pasando por el pulso político de un país que empezaba a vivir las primeras tensiones del sindicalismo moderno. Todo ello sin sacrificar ritmo narrativo, gracias a una estructura ágil basada en capítulos breves que potencian la tensión del relato.

Más allá del marco histórico, la obra plantea preguntas universales: ¿qué precio tiene la justicia personal? ¿Es legítima la venganza cuando se confunde con el derecho a reparar una pérdida? ¿Hasta dónde se puede resistir el odio sin que devore la propia identidad? Tarradas articula estas cuestiones con un estilo claro y directo, sostenido en diálogos vivos y en un pulso narrativo que atrapa desde la primera página.

Con más de seiscientas páginas, La protegida no es una lectura ligera, pero sí absorbente. Cada escena aporta un matiz a la intriga principal, y el crescendo emocional hace que la extensión se perciba como un viaje necesario y enriquecedor.

En definitiva, La protegida es una novela sólida y ambiciosa que combina rigor histórico, intriga y drama humano. Un fresco de la España industrial que nos recuerda que los grandes conflictos sociales de antaño siguen resonando hoy: la desigualdad, la ambición desmedida y la capacidad de resistencia de quienes, como Sara, buscan su lugar en un mundo que parece negárselo.

Con esta quinta obra, Rafael Tarradas Bultó no solo reafirma su madurez literaria, sino que se consolida como un autor imprescindible para quienes disfrutan de la novela histórica cargada de suspense, emoción y humanidad.