ENTREVISTA: Paloma Córdoba “Con la improvisación podemos llegar a lugares inesperados sin juzgarnos”

1. Para aquellos que no conozcan un espectáculo de impro, ¿Cómo lo definirías?
   Es un espectáculo teatral donde se crean escenas improvisadas al momento a partir de sugerencias que aporta el público, bien sea en forma de una frase o palabra o de otros elementos como pueden ser objetos, canciones, entrevistas…

2. ¿Cómo te sientes más cómoda en un escenario, respaldada con un  texto y unos ensayos donde todo está previsto o con la libertad que proporciona la improvisación?
   Me apasiona trabajar un texto y un personaje y comprobar cómo cada función es distinta a pesar de que esté todo prefijado. Tener que vivir lo mismo cada día como si fuese la primera vez y acompañar a tu personaje dándole vida es un trabajo que me llena muchísimo. A veces la impro, por la inmediatez que supone al crearla ya dando un resultado, no me permite profundizar tanto en un personaje pero sin embargo cuando hago improvisación me sorprendo a cada instante, disfruto del vértigo y del público que está con nosotros de la mano en cada momento y me encuentro en lugares a los que no hubiese llegado con un texto. En mi caso, como trabajo tanto en texto como en impro, al final ambas partes se ven influenciadas y tomo elementos de cada una que puedan enriquecer a la otra.

3. ¿Cuándo descubriste qué era la improvisación como ahora se presenta sobre el escenario?
   Yo descubrí la impro en la universidad. Cuando tenía dieciocho años formaba parte del grupo de teatro de la Escuela de Telecomunicaciones de la Politécnica. No, no soy teleco, pero por suerte acabé metida en este maravilloso grupo llamado «No Es Culpa Nuestra». Allí además de montar obras de teatro hacían cursos y entre ellos estaba el de improvisación. El primer año fui de público a todos los shows y ya al siguiente recibí mi primer curso de impro.

4. ¿Qué tipo de público va a ver un espectáculo de impro?
   Lo cierto es que no hay un tipo de público en concreto. Por ejemplo en «Jardines» en el Teatro Galileo viene gente de todas las edades y es genial poder contar con la colaboración de personas tan diferentes que nos prestan su punto de vista sobre la vida. Y en «Jamming», que es bastante diferente, ocurre lo mismo.

5. La obra Jardines de la compañía Impromadrid ¿qué tiene de especial respecto a un espectáculo de impro? ¿De qué trata?
   En «Jardines» hay improvisación pero no en su totalidad. Partimos de unas estructuras ya prefijadas que hemos creado durante los ensayos y el montaje se compone de elementos que se acercan más a una obra de teatro tradicional que a un espectáculo de impro. En este montaje queríamos hablar de algo en concreto y nos hemos centrado en la sociedad líquida de la que habla Bauman, la nuestra. En el espectáculo hay cinco voluntarios del público que se prestan a ser entrevistados y esas entrevistas están enfocadas a los temas de los que queremos hablar: el miedo, el amor, el poder, el tiempo… Como presentación de cada tema lanzamos una batería de preguntas sin esperar respuesta al público aunque, inevitablemente, todos las contestamos en nuestra cabeza. Una vez finalizada la entrevista, a partir de lo que nos han contado, realizamos una escena improvisada que nos ayuda a hablar de aquello que nos preocupa.

6. ¿Cómo conseguís que el público participe en los espectáculos de impro y en Jardines?
   En algunos espectáculos de impro al espectador se le entrega un papel donde tiene que escribir una frase o palabra y ahí finaliza su participación. En Jardines los actores estamos presentes mientras entra el público y hablamos con algunos de ellos. Les hacemos preguntas como por ejemplo, «¿Has buscado alguna vez un trébol de cuatro hojas?, ¿cuál era tu juguete favorito de la infancia?, ¿alguna vez has escrito una carta de amor?» y una vez hemos establecido un acercamiento, les preguntamos que si quieren participar en el espectáculo. La gran mayoría quiere y es realmente bonito que salgan a compartir una parte de ellos con nosotros en escena. No tienen que ser ingeniosos, ni graciosos, ni nada por el estilo; lo mejor es que sean honestos y disfruten con nosotros de ese momento.

7. ¿En quién te inspiras para trabajar? ¿A quién admiras?
   Me inspiro en la gente que me rodea. Observo mucho. Cada ser humano es una joya y una fuente de inspiración. Por la calle, en el metro, siempre me fijo en algo y eso se queda de alguna manera en mí y por lo tanto es normal que luego salga en escena. Tengo la suerte de que los compañeros con los que ahora trabajo son de los que aprendí impro y sigo haciéndolo, así que admiro a todos y cada uno de ellos.

8. ¿Alguna vez te has quedado en blanco en un espectáculo de impro? ¿Cuál es tu estrategia para salir del paso?
   Bueno, como no tienes un texto fijado, no te puedes quedar en blanco realmente. Y si no sabes qué decir, mejor no digas nada. Escuchando nunca te vas a sentir perdido.

9. ¿De dónde surge la idea de llevar una improvisación al escenario?
   Para mí tiene sentido llevar una improvisación al escenario porque es un camino en el que el público está más presente, se crea una complicidad con él y podemos llegar a lugares inesperados sin juzgarnos gracias a la espontaneidad.

10. Unas palabras improvisadas para nuestros lectores de Citeyoco…
    ¿Qué os diría si pudierais durante una hora y media entrar en un mundo de preguntas que nunca te paras a contestar pero que en Jardines tú y la gente que nos acompañe responderéis de una manera o de otra para hacer una reflexión de nuestra sociedad a través de historias improvisadas? Acercaos a la última semana de funciones de «Jardines; Entrevistas breves en jardines inesperados» en el Teatro Galileo, de jueves a domingo, porque estoy convencida de que vais a disfrutarlo, de que saldréis con un montón de preguntas en la cabeza y de que para nosotros será una inmensa alegría que nos dejéis meteros en vuestros jardines.

El test de Paloma Córdoba

Última obra de teatro que has visto… «Alta Fidelidad» en la Escuela de Caminos

Obra que te marcó…. «Oleanna» de David Mamet

Una actriz a la que seguir Macarena Sanz

Y un actor Kevin de la Rosa

SI no fuera actriz trabajaría como… No me lo he planteado nunca porque no me veo haciendo otra cosa. Siempre que he querido ser actriz.

Un personaje histórico con el que me habría tomado un café… Freddy Mercury o Santa Teresa de Jesús.

Aprendí mucho de… Vicente León, profesor de la RESAD que te hace fácil lo difícil.